Y menos mal que no me dio por ser funcionaria como me recomendaba mi madre
Estamos en mayo y como cada año llega la operación bikini. Y mientras estaba yo decidiendo si me decanto por la «dieta del potito» -el último grito entre las celebrities de Hollywood para caber en sus minúsculos vestidos- o las más autóctonas de la piña, alcachofa, pomelo… y sus múltiples variantes a cual más aburrida, llega Zapatero y, como siempre, me facilita la vida.
Ya no tengo de qué preocuparme. Como entre la subida de impuestos, la del IVA, la congelación de las pensiones de mis padres, etc… no voy a tener dinero para llegar a fin de mes, pues ya tengo la dieta solucionada.
Cortesía de ZP, este verano los españoles vamos a ser la envidia de nuestros socios comunitarios en las playas, con excepción de los griegos, claro, para los que apretarse el cinturón es una sutileza comparado con lo que van a tener que hacer.
Y menos mal que no me dio por ser funcionaria como me recomendaba mi madre.
«Hija, hazte funcionaria, que tendrás un sueldo fijo y nadie podrá tocarlo».
Lo que la autora de mis días no sabía era que algún día llegaría un optimista presidente a La Moncloa que tras negar durante años que aquí se estuviese montando la de Puerto Hurraco económicamente hablando y que pasara lo que pasara, no iba a tocar nuestros bolsillos, de la noche a la mañana se convirtiera en «José Luis ManosTijeras«.
Lo de «de la noche a la mañana» es literal. Fue llamarle Obama el martes y remover sus cimientos más socialistas. Ahora que lo pienso, quizá haya tenido algo que ver Michelle Obama, que es muy partidaria de las dietas.
De hecho, se ha convertido en el azote de los pequeños obesos americanos que han visto como, gracias a la hortelana primera dama, la tarta de manzana de la cafetería del colegio se quedaba sólo en manzana rancia.
Lo de ManosTijeras también es literal. No es que nos vaya a meter mano en los bolsillos, es que si nos descuidamos nos quita hasta los pantalones.
Ahora sí que en España se acabó la fiesta, como decía premonitoriamente The Economist hace meses. Pero no se amohínen. ¿Y el tipazo que se nos va a quedar? Si es que lo que se lleva es el modelo Elena Salgado y Fernández de la Vega. Si es que, en el fondo, lo hacen por nuestro bien.
Los responsables de La Gaceta, sus vecinos de usted, escriben a diario de temas que no son de su especialidad para ofrecer un nuevo punto de vista.
NOTA.- este artículo fue publicado originalmente en La Gaceta