Del ambicioso
plan de fichajes que el Barça
diseñó la pasada semana, nada más sufrir la pérdida de
Neymar
pero ingresar en caja los 222 millones de Euros de su cláusula
-Íñigo Martínez, Coutinho y Dembelé-
uno ya se ha caído y los otros dos van a costar más de lo que parece. El central vasco, que parecía estar casi cerrado hace días, ahora está prácticamente descartado.
¿Los motivos? El primero, la
cláusula de rescisión de 32 millones de Euros
a la que, desde el primer momento de las negociaciones (que las hubo), se remitió la
Real Sociedad. Los donostiarras aceptaban variar alguna forma de pago pero en ningún caso rebajar esa cantidad inicial y fija, que finalmente terminó pareciéndole demasiado a la secretaría técnica culé.
Pero, además, existe otro motivo algo más escondido que ha hecho que finalmente Íñigo, que quería ir al Barcelona, se quede en la Real Sociedad:
Javier Mascherano.
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