Messi, el ídolo de la Cataluña independentista que nunca quiso decir una palabra en catalán

Ni siquiera en su rueda de prensa de despedida el 8 de agosto de 2021 dio el gusto a los independentistas de decir una sola palabra en catalán.

Leo Messi ha asestado una certera puñalada al separatismo, que ha visto como el máximo exponente de ese Barcelona secuestrado por el soberanismo era presentado en olor de multitudes como nuevo jugador del París Saint Germain.

Y es que para el secesionismo hay tres pilares básicos que no se tocan en Cataluña, la TV3, los Mossos d’Esquadra y el Barcelona.

Tanto es así que la televisión autonómica minimiza cualquier noticia negativa que pueda acontecer en el club culé y hasta el que fuera número dos del cuerpo policial autonómico, Ferrán López, es el actual jefe de seguridad del conjunto del Nou Camp.

El sensacional delantero argentino jamás se desprendió del castellano en todas sus comparecencias ante los medios de comunicación como jugador blaugrana.

Y eso a pesar de que en su contrato había estipulada una cláusula por la cual el futbolista tenía que ‘parlar’ en catalán.

Esa imposición se da igualmente con otros miembros de la plantilla que no han nacido en Cataluña. El club, en teoría, obliga a esos jugadores a ‘entrenar’ las habilidades lingüísticas para expresarse perfectamente en la lengua catalana.

Messi no solo hizo caso omiso a las ‘sugerencias’ del Barcelona, sino que además denunció en varias ocasiones la dura política de inmersión lingüística implantada por la Generalitat de Cataluña en las escuelas y que obligó a su hermana Marisol a tener que regresar a su Argentina natal:

Cuando mi hermanita iba a la escuela hablaban en catalán, lloraba y no le gustaba. Entonces, mi vieja decidió volver a Rosario con ella y mis hermanos, Matías y Rodrigo, para que siguiera la escuela allá. Mi mamá se volvió con mi hermano Matías y mi hermanita Marisol, porque extrañaba mucho. Ella no se adaptaba ni a la escuela ni al catalán.

EL ELOCUENTE GESTO DE MESSI CUANDO EL INDEPENDENTISMO QUISO ‘FICHARLE’

Tampoco se le esconde a nadie que Leo Messi ha querido estar siempre alejado de las cuestiones políticas, especialmente de todas aquellas que tenían que ver con la causa independentista.

Tanto es así que el jugador tenía firmada una cláusula por la cual quedaría libre del Barcelona en el caso de que Cataluña se independizara y, por tanto, el conjunto blaugrana dejara de tomar parte no solo en la Liga Santander sino también en la prestigiosa Liga de Campeones.

Por eso no es de extrañar que Leo Messi pusiera cara de póker el día que recibía la Cruz de Sant Jordi, el 16 de mayo de 2019, de manos del entonces presidente catalán Quim Torra y todo el auditorio del Fórum de Barcelona se pusiera a gritar a voz en cuello lo de «¡libertad, presos políticos!».

El crack de Rosario se quedó con las manos cruzadas y con la cabeza agachada porque en su fuero interno no dudaba de que el independentismo había intentado sumarle para la causa y eso era algo a lo que él no estaba dispuesto.

Y no solo por sus propias convicciones, sino también porque a nivel global podría resentirse la relación con sus múltiples patrocinadores y anunciantes.