No hace muchos días aquí comentaba que la independencia de Kosovo era un disparate. Un más que probable disparate jurídico. Y un error político. El gobierno Rodríguez acaba de anunciar que se retira unilateralmente de la fuerza de la OTAN en Kosovo y USA ha contestado agriamente la decisión. ¿Por qué se retira ahora España de Kosovo?
Cuando traté de la cuestión de Kosovo decía que «España, afortunadamente, no ha reconocido esta independencia». Pero me olvidaba decir que España estaba, de hecho, apoyando esa independencia con su presencia en la fuerza multinacional de la OTAN que ahora está garantizando esa independencia. Por eso la retirada de España de ese dispositivo es correcta en el fondo.
Pero esa retirada, unilateral, ha sido percibida por los USA como un agravio que ha merecido un durísimo comunicado. ¿Por qué Rodríguez toma esta decisión y por qué se considera desairado Obama? Se me ocurre una razón formal para la segunda pregunta y dos órdenes de razones de fondo para la primera: una benévola y otras dos digamos malévolas.
La razón formal del enfado norteamericano parece clara. Hace apenas unos pocos días que Moratinos se ha entrevistado con Hillary Clinton en Washington. El durísimo tono del comunicado dice que
en la Administración Obama nadie llevaba un año enterado de las intenciones del gobierno español. “Nos advirtieron justo antes de anunciarlo públicamente”, afirmó ayer el portavoz del Departamento de Estado, Robert Wood.
“Si se acuerdan ustedes”, manifestó Wood a los periodistas que asistían a su conferencia de prensa diaria, “en 1999 los aliados de la OTAN acordamos un principio: entramos juntos y salimos juntos”. Desde entonces ha llovido mucho y se ha enfriado mucho el entusiasmo de algunos países por mantener su presencia en el avispero de Kosovo, particularmente desde su declaración de independencia.
O sea, que hace apenas unos días ha ido Moratinos a Washington y no dijo nada a las autoridades norteamericanas por lo que una de dos:
– o el presidente Rodríguez no había comentado nada a Moratinos (en cuyo caso Moratinos debería, ya de una vez, dimitir)
– o es que la decisión se ha tomado en los últimos días,o sea, que ha sido una decisión precipitada y que ni siquiera se comunicó a los aliados antes que a la prensa (en cuyo caso los que tendrían que dimitir son Rodríguez y Chacón)
Sea una u otra la explicación, estaríamos ante un gobierno que es un hazmerrerír diplomático mundial.
Por lo que hace a las razones de fondo de la decisión del Gobierno Rodríguez, la explicación benévola sería ésta: una vez que se ha abierto ante el Tribunal Internacional de Justicia el proceso para responder a la pregunta
¿Se ajusta al derecho internacional la declaración unilateral de independencia formulada por las instituciones provisionales de autogobierno de Kosovo?
el gobierno de España, intentaría apoyar una eventual respuesta negativa a esta pregunta retirándose del dispositivo de apoyo a esas instituciones provisionales.
Ahora bien, admitiendo que ésta fuera la explicación, la pregunta sería por qué se hace ahora y no en octubre cuando se aprobó en la Asamblea General de la ONU la resolución que lleva el caso al Tribunal Internacional de Justicia.
Las explicaciones malévolas serían que, por alguna razón, el gobierno de Rodríguez no está contento con USA y, un tanto infantilmente, quiere «castigar» a USA por haberse portado mal con él.
Dos podrían ser las causas de esta pataleta de Rodríguez.
Una sería la rabia y frustración que habría sentido el presidente Rodríguez al ver como le dejó en ridículo el economista de referencia de los «obamitas», Paul Krugman. Hay que volver a ver las imágenes, patéticas, de un Krugman hablando y de un ZP limitándose a sonreir -sin entender nada- con una cara que podría calificarse como «de tonto». Piénsese en el cabreo descomunal que debió coger el presidente Rodríguez cuando le tradujeron lo que había dicho Krugman que en síntesis es: todo lo que ha hecho zp está mal.
La otra posible explicación sería que la ansiada foto Rodríguez-Brown-Obama, una especie de réplica «progre» a la del trío de las Azores, no va a ser posible. No se olvide que a día de hoy no hay constancia pública de que Obama haya telefoneado o escrito a Rodríguez. En esto no parece haber grandes diferencias entre Obama y Bush. La visita a la Casa Blanca, que se creía «inminente», una vez que el malvado Bush dejara el cargo, parece que va para largo, si es que va para algún día. La respuesta de Rodríguez sería crear ante la opinión pública un incidente que justificara ex post facto el futuro agravio público que le guarda Obama una vez que ya ha conocido en privado lo que le espera. Muy en la línea de su «modus operandi».
Ya sólo falta que en Turquía cuando se crucen Obama y Rodríguez, el primero le diga al segundo «¿Cómo estás amigo?»
En todo caso, estamos ante la enésima demostración de que con Rodríguez, la política exterior española (como sucede con la política económica) está mucho peor llevada que con Aznar. Qué se le va a hacer.
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