El ambiente en Sevilla ha cambiado estos días. Y no solo por el calor o el trasiego diplomático de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación y Desarrollo.
La llegada de Mswati III, el último monarca absoluto de África, ha convertido la ciudad en el escenario inesperado de una historia real, llena de curiosidades y excentricidades.
Su presencia no ha pasado inadvertida: ha solicitado un trono para presidir su estancia en el hotel y un póster suyo a tamaño real para decorar la suite, como si quisiera que nadie olvidase quién manda.
Esta es apenas la segunda vez que pisa España —la primera fue una visita privada a Málaga en 2019— pero en esta ocasión ha logrado eclipsar a buena parte de los mandatarios presentes.
Junto a él viaja su novena esposa, Inkhosikati LaNomcebo, hija del expresidente sudafricano Jacob Zuma y con apenas 22 años.
La joven consorte, escoltada por asistentes y abanicos para sobrellevar el calor sevillano, se ha dejado ver por las boutiques y grandes almacenes más selectos de la ciudad, mientras parte del séquito buscaba la imprenta perfecta para lograr ese retrato regio que tanto ansía su marido.
Retrato del rey más excéntrico de África
Mswati III nació en 1968 y subió al trono en 1986 con solo 18 años, tras la muerte de su padre Sobhuza II. Desde entonces gobierna Esuatini (antes Suazilandia), un pequeño país enclavado entre Mozambique y Sudáfrica que, pese a sus riquezas minerales, lidia con enormes desafíos económicos y sociales. La paradoja salta a la vista: mientras el rey disfruta de una fortuna personal estimada en torno a los 100 millones de euros y ostenta todo tipo de lujos —coches de alta gama, tronos portátiles, suites presidenciales— el 59% de sus súbditos vive bajo el umbral de la pobreza.
Entre los datos locos que rodean a este monarca destacan:
- Ha tenido 16 esposas oficiales, aunque algunas fuentes elevan la cifra según las épocas.
- Es padre de 36 hijos, récord Guinness familiar que sigue creciendo con los años.
- Su padre llegó a tener 125 esposas y 210 hijos, una dinastía difícilmente igualable.
- Cuando viaja, exige detalles como toallas personalizadas con el escudo real o ambientadores específicos para no incomodar a sus acompañantes.
- Se le atribuye una generosidad peculiar: deja propinas de 100 euros tras cortarse el pelo en peluquerías selectas.
A continuación, una tabla con algunos datos destacados:
| Aspecto | Dato relevante |
|---|---|
| Esposas | 16 (acompañado en Sevilla por la novena) |
| Hijos | 36 |
| Fortuna estimada | 100 millones de euros |
| Años en el trono | Desde 1986 (accedió con 18 años) |
| Excentricidades | Trono portátil, póster propio, toallas reales |
| País | Esuatini (antes Suazilandia) |
| Población bajo pobreza | 59% |
| Padre | Sobhuza II (125 esposas, 210 hijos) |
La vida palaciega frente a la realidad del país
La visita del monarca africano ha dejado claro su gusto por lo espectacular y lo simbólico. En Sevilla no se conformó solo con los fastos diplomáticos: quiso un trono propio —no cualquier silla— desde el que recibir delegaciones o posar ante cámaras. Tampoco faltó su retrato gigante, aunque la baja calidad digital de la imagen dificultó la impresión perfecta; finalmente se optó por mejorarla digitalmente antes de imprimirla sobre material rígido para después enmarcarla en dorado.
La delegación real tampoco ahorró detalles: toallas bordadas, fragancias selectas y logística propia para cada necesidad. Mientras tanto, Inkhosikati LaNomcebo recorría tiendas como El Corte Inglés o Zara acompañada siempre por asistentes personales —y un Mercedes negro aparcado cerca para cualquier traslado urgente—. Entre los caprichos más comentados destaca también su predilección por el té verde traído directamente desde Ceilán, servido siempre frío incluso bajo los casi 44 grados del verano sevillano.
Las diferencias entre el boato real y la situación social del país han sido objeto de comentario entre diplomáticos y periodistas. Aunque Esuatini cuenta con reservas minerales valiosas —tema recurrente en las conversaciones oficiales— lo cierto es que buena parte del país sigue luchando contra la pobreza extrema y una alta incidencia del VIH. El propio Mswati III ha acudido a la cumbre internacional precisamente para solicitar ayudas financieras e inversión extranjera.
Ranking real: las peticiones más insólitas del rey Mswati III
Algunas exigencias recientes durante su paso por Sevilla:
- Un trono portátil instalado en su suite presidencial.
- Un póster gigante suyo impreso e instalado junto al trono.
- Ambientadores personalizados para no molestar olfatos sensibles.
- Toallas bordadas solo para él y su esposa acompañante.
- Té verde importado especialmente para su consorte.
- Propinas generosas y atención exclusiva las 24 horas.
Curiosidades adicionales
- En Esuatini es tradición exhibir imágenes del monarca en todos los comercios y establecimientos públicos; por eso preguntaron en varias tiendas sevillanas dónde tenían colgada la foto del Rey Felipe VI.
- A diferencia de otras casas reales africanas que han evolucionado hacia modelos parlamentarios, Mswati III sigue siendo jefe absoluto del Estado: nombra ministros, controla el ejército y decide sobre todos los asuntos relevantes del país.
Mientras otros mandatarios discutían sobre fórmulas para reducir desigualdades globales o buscar nuevas vías financieras internacionales, Sevilla asistía atónita al espectáculo colorista —y algo anacrónico— del último rey absoluto africano. A veces basta un trono portátil y un retrato tamaño natural para recordar cómo convergen tradición, poder y espectáculo incluso en pleno siglo XXI.

