Guerra en Oriente Medio

Israel no da tregua a los terroristas de Hezbollah y bombardea su cuartel general en Líbano

La escalada del conflicto en Oriente Medio ha registrado otra jornada de bombardeos israelíes en diversas localidades del Líbano, mientras Israel se alista para un ataque inminente contra Irán

Israel no da tregua a los terroristas de Hezbollah y bombardea su cuartel general en Líbano

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado sus ataques aéreos contra objetivos del grupo extremista libanés, señalando que han alcanzado “medios de recopilación de información, centros de mando y otros emplazamientos de infraestructura terrorista”.

Los bombardeos de aviones de combate israelíes sobre Beirut y otras áreas del sur de Líbano, donde Hezbollah ha situado deliberadamente sus instalaciones bajo edificios residenciales, han dejado claro que la guerra moderna se libra en contextos cada vez más complicados. Aunque Israel justifica sus ataques afirmando que se dirigen a objetivos terroristas, la realidad es que el daño colateral a la población civil es innegable.

La FDI ha exhortado a los habitantes de Dahiyeh, un suburbio de Beirut conocido por ser un bastión de Hezbollah, a evacuar, pero esto plantea preguntas difíciles: ¿cuánto tiempo y cuántas vidas humanas deberían sacrificarse en nombre de la seguridad nacional?

Además, la reciente ofensiva no ha sido unidireccional. Hezbollah también ha respondido, lanzando misiles hacia ciudades israelíes como Haifa, donde al menos cinco personas resultaron heridas. Este intercambio de fuego resalta la naturaleza cíclica y destructiva del conflicto, donde ambos lados se ven atrapados en un ciclo de violencia que parece no tener fin. La afirmación de Netanyahu de que Israel está “cambiando la realidad de un extremo al otro” suena a un intento de enmascarar la brutalidad del conflicto con un discurso triunfalista, pero no aborda la creciente desesperación de la población civil en ambos lados de la frontera.

El hecho de que las Fuerzas Armadas israelíes admitan que no pudieron interceptar algunos de los misiles lanzados es un recordatorio de la fragilidad de la seguridad en una región marcada por tensiones y hostilidades. Mientras tanto, la incursión en Gaza y las declaraciones de Netanyahu de que el ejército está logrando victorias contra Hamas refuerzan la percepción de que la guerra está lejos de terminar.

El llamado a la evacuación de civiles y la justificación de los bombardeos en áreas densamente pobladas deberían ser motivo de preocupación para la comunidad internacional. La vida de inocentes no debería ser una estadística en un juego geopolítico. La búsqueda de soluciones pacíficas y diplomáticas es más urgente que nunca, ya que la espiral de violencia solo genera más sufrimiento y desconfianza.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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