HASTA ENTRE AMIGOS HAY ALGÚN SECRETO
—Ángel, jamás te aduje lo evidente,
Porque sé que eres libre y no podía
Obligarte a ocultar, día tras día,
Que soy gay. ¿A ti, que odias ser silente?
—Que callaras alabo; inteligente
Me pareció y parece. Me jodía
Que lo obvio no dijeras, que osadía
Te faltara y no fueras diligente.
—He deseado innumerables veces
Confesarte qué soy y qué me pasa;
Si no lo he comentado aún en casa,
Hazte a la idea. Sé que no mereces
Que en ese ámbito una isla siga siendo,
Pero sigo admirándote y queriendo.
Evaristo Gómez, “Meteoro”.
Ángel Sáez García
angelsaez.otramotro@gmail.com
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