Desde las cenizas

Desde las cenizas

Pedro Sánchez, el líder supremo, ha declarado recientemente que «La mejor manera de combatir a la ultraderecha es gobernar». Y esa ultraderecha, según él, es todo, todo cuanto no se halle baja la capa de su sapiencia ideológica. Y a fin de corroborarlo, crea una fundación, un “laboratorio de ideas”, para impulsar un taller de “dirección y gestión política”, con participación anunciada de personajes con “méritos y trayectoria”, es decir, socialistas de toda la vida.

Anuncia que un elemento básico serán los “valores, convicciones y principios”, aunque, no expresa ni qué valores, ni qué convicciones ni qué principios. Si bien, se intuye que tanto valores como convicciones pueden seguir el ejemplo de los principios del líder socialista; ajustarse y mutar según las necesidades. En gran medida, todo se contiene en un fatuo pensamiento; “La mejor manera de hacer frente al oscurantismo, a la ola reaccionaria que amenaza el mundo y particularmente Europa, es transformar la realidad desde el Gobierno”.

Y en ello está inmerso desde el primer día, cuando habló de levantar un muro, no para impedir la entrada, sino para obstaculizar que nadie salga del redil social comunista. Hay que configurar la “realidad” mediante toda arma política, legal o alegal, que se tenga a mano o se pueda crear.

Su ansiado objetivo, su ambicionado destino es evidente y lo anunció hace siglos un estratega chino Sun Tzu,  (722-481 a. C.), cuando afirmó; “Un hombre malo es capaz de quemar su propia nación hasta los cimientos para poder gobernar sobre sus cenizas”.

Y en tal labor nefasta se está aplicando el social comunista Sánchez con la aquiescencia activa de todos los que odian a España.

Los cimientos de la nación española, como Estado de derecho surgido de la constitución de 1978 y de la Transición democrática, están siendo completamente quemados.

El TC ha sido colonizado por el socialista, ajustando las decisiones a sus instrucciones y necesidades políticas.

La Abogacía del Estado está a las órdenes del ejecutivo, saltando o manipulando toda norma jurídica a conveniencia.

La Fiscalía General del Estado es un peón gubernamental sin escrúpulo alguno, correa de trasmisión de las órdenes que emana.

El CIS emite el resultado de sus encuestas acomodadamente a las previsiones gubernamentales.

El Consejo de Estado ha sido convertido en un cementerio de exministros sumisos a los deseos gubernamentales.

Correos, Indra, SEPI, Red E, CNMV CNMC, Autopistas, Embajadas, etc., gozan de una politización absoluta en sus altos cargos, con independencia de su idoneidad o competencia.

La presidencia de las Cortes actúa y dirige los debates bajo las estrictas indicaciones, guiños u órdenes del mismísimo líder social comunista.

La Secretaria General de las Cortes es ocupada por un profesional del acatamiento gubernamental.

El Banco de España es, ahora, un objetivo a conquistar por el gobierno al objeto de no ver criticada su gestión económica.

La prensa digital o física es amenazada con una normativa coercitiva y de reprobación de la línea editorial, amén de la coacción que implica el anuncio de la retirada de publicidad institucional.

RTVE es un vocero de la política del gobierno, así como un medio de blanqueo de sus incompetencias, fracasos o corruptelas.

La migración, convertida en invasión, no merece atención alguna por parte del gobierno.

El colegio se ha convertido en un utensilio de adoctrinamiento cultural, político, social, ideológico,  como frente de configuración de una juventud desmotivada.

La clase media, motor de toda economía, es aniquilada bajo una aplastante presión fiscal.

Todo lo anterior, y mucho más, ha sido quemado, convertido en cenizas constitucionales, desde las cuales el líder supremo está implantando un estado carente de libertad, de derecho, de igualdad, de seguridad. El imperio de la ley ha sido sustituido por un señorío de régimen totalitario, favorecido por los siervos del “puto amo”. Súbditos que reciben, mediante prebendas, subsidios, sinecuras y canonjías el salario a su sumisión absoluta.

Solamente se mantienen en pie la empresa, la Iglesia y el TS. Aunque, no se puede intuir por cuanto tiempo se mantendrán sin colonizar. La ministra de Trabajo y el de Economía trabajan estos días en hundir la primera; el ministro Bolaños lo hace para desacreditar todavía más a la segunda; y todos los ministros, con el exjuez Marlasca a la cabeza, van a por el tercero.

Solamente aparece en el horizonte un tomín de esperanza; que en algún momento surja un hombre o una mujer que ofrezca al ciudadano, no al esclavo, un adarme de ilusión, prometiendo una nueva sociedad en la cual el derecho y la ley se aplique por igual a todos, que la libertad no sea un eslogan sino una realidad, que la seguridad sea un objetivo, que la educación sea un medio de instrucción, que la familia permanezca como un foro de formación personal, que el trabajo sea respetado como derecho, que la empresa no sea demonizada, que la Iglesia sea respetada, que la justicia no sea intervenida, y, por fin, que el político sea tan honesto como capaz de rendir cuentas personalmente de su labor ante sus electores y no ante el aparato.

Un hombre o mujer que, aventando las cenizas, levante desde ellas un edificio que llegue a albergar, de nuevo, todo cuanto el social comunismo ha quemado. ¿Vana ilusión? Así canta Fernando en doña Francisquita, anunciando que, por el humo…

Francisco Gilet. Colaborador Enraizados.

 

 

 

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