Llevo mucho tiempo esperando la llegada de un momento que tal vez nunca vendrá.
O, todo lo más, si es que llega, tan solo sea un breve instante entre vidas, que pase fugaz, como pasa un suspiro, entre un hola y un adiós, camino del más allá; como otros tantos momentos perdidos, que ya pasaron para no regresar.
Tomo una foto tuya y cierro los ojos, para flotar en un mar de recuerdos, que me suspenden en un blanco vacío que, aun sin ser el cielo prometido, me atrapa en un intemporal sueño del que, aun pudiendo, no quiero despertar.