El presidente de Cáritas en Chile precisó que están evaluando las necesidades para comunicárselas a la delegación española.
Un obispo valenciano en Chile, Juan Luis Ysern, y su hermano misionero sufrieron el terremoto en la ciudad de Chillán, que fue una de las más afectadas. Ysern, que es presidente de Cáritas en Chile, explicó a Ramón Ferrando de Levante-EMV que ha permanecido tres días aislado. «No se podía salir de la ciudad y no éramos conscientes de la magnitud de la tragedia. Volví a Santiago de Chile por carretera en un trayecto de cuatrocientos kilómetros. Las infraestructuras están muy dañadas».
Ysern, que lleva más treinta años viviendo en Chile, apuntó que dormía con su hermano cuando la tierra tembló. «Nos quedamos encerrados en las habitaciones porque cayeron los muebles y los libros. Estábamos casi en el epicentro y lo pasamos mal. Sólo tenía una radio que daba información local. No funcionaban ni los teléfonos móviles ni los fijos. Al principio no fui consciente de la gravedad de la situación. No podía saber lo que pasaba fuera», precisó.
El obispo valenciano afirmó que lo peor fue «cuando se escaparon doscientos presos de la cárcel de Chillán. Mataron a tres personas y se produjeron disturbios«. El responsable de Cáritas en Chile indicó que «ahora la prioridad es conseguir tiendas de campaña para que las personas que han perdido sus casas no duerman a la intemperie». El sacerdote precisó que muchos edificios tienen la estructura dañada. «Son un peligro. La gente necesita un lugar seguro donde dormir y las réplicas del terremoto son peligrosas».
El presidente de Cáritas en Chile precisó que están evaluando las necesidades para comunicárselas a la delegación española.