Nos ha cautivado también, algo que leí en un libro: “donde hay dolor, hay suelo sagrado”
(Enrique Gómez, MRC).- Varios días oímos, sobre los techos de hojalata, el fuerte viento que el trópico depara en esta época y vimos la exuberante naturaleza de un verdor provocador. Ahora es verano en El Salvador de C.A. y allí aterrizamos, durante el mes de Noviembre, trece extremeños, la mayoría agricultores de Miajadas, Campo Lugar y Vivares, con la actitud evangélica del que va a empaparse y no vuelve de vacío: «escuchar», «ver» y «comprender» la vida de los campesinos, sus organizaciones, trabajo y vida en comunidades rurales.
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