Mbappé iguala a CR7 con 59 goles en un año natural;

Courtois evita la debacle de un Real Madrid penoso ante un Sevilla con un jugador menos

La defensa se tambalea, la fluidez escasea y el árbitro queda en segundo plano ante dos penaltis revisados por el VAR; Xabi Alonso afronta el descanso navideño con dudas y sombras

Courtois evita la debacle de un Real Madrid penoso ante un Sevilla con un jugador menos
Courtois PD.

La jornada navideña dejó un doble choque de ciencia y desgaste. Mbappé, implacable, dejó claro que persigue metas históricas y, por primera vez en la noche europea, se acercó a los números que convirtió Ronaldo en un año natural.

Su primer objetivo fue claro desde el pitido inicial: gol o asistencia, y si la fortuna acompaña, el ‘siuuu’ no tarda en estallar. A su alrededor, el Madrid dejó entrever la vigilia de un tramo final de temporada en el que la concentración debe ser férrea; no faltaron nervios en una defensa que mostró grietas, como si el cansancio navideño ya pesara sobre cada jugada.

El Sevilla, capitaneado por Alexis, quiso erigirse en vigente Guadiana: capaz de asomar la gloria con un par de acciones claras, y de retroceder ante una presión moderada. El equipo de Almeyda, que cayó de pie ante un rival que sabe gestionar los momentos, encontró en Courtois una barrera decisiva: el belga se erigió como protagonista al salvar tres o cuatro balones que hubieran cambiado el guion de la noche. El entrenador sevillista intentó dar profundidad, pero la mejor arma del Sevilla estuvo en la idea, más que en la ejecución: un juego de chispa, mal curado por una falta de puntería en el remate y por un cúmulo de imprecisiones que el Madrid supo sacar provecho para un gol que llegó en el momento justo.

El Madrid, con Xabi Alonso en modo “equilibrio y espectáculo”, dio inicio con una versión menos brillante de sí mismo. Rodrygo apareció en la derecha, Bellingham tiró de la base y Mbappé, desde su primer balón, dejó ver su hambre de protagonista: dos acercamientos que rozaron la red, un cabezazo que se fue por centímetros y un detalle técnico que, para una noche así, parecía marcar la diferencia entre un marcador cerrado y la celebración. Odysseas, el guardameta rival, se erigió en una muralla en una friolera de ocasiones claras que, a veces, el Madrid dejó sin precisión.

La acción decisiva llegó cuando Rodrygo y Bellingham combinaron para abrir el marcador. El pase de Goes, la definición de un delantero rápido y un toque de llegada que encontró el remate cruzado para batir al guardameta rival. A partir de ese instante, el Sevilla tomó la iniciativa y Alexis no dejó de insistir; una chilena de gran estilo dejó claro que el conjunto nervionense no renunciaba a la historia de la noche, ni a la idea de soñar con más.

En la segunda mitad, el partido tomó un cariz más físico y directo. Almeyda dejó el alma en el vestuario, el Madrid pareció acomodarse con diez sobre el césped y la grada, en un ambiente de nerviosismo clásico de finales de año, pidió coraje y más juego. Courtois salvó varias, Alexis brilló con destellos y Romero mostró que el Sevilla, si acierta en el último pase, puede torcer el guion. Mbappé siguió buscando su gol, rozándolo en una jugada que dejó a todos con la sensación de que la noche aún tenía mucho que contar.

Con un marcador que parecía inamovible, la intervención arbitral volvió a sobresalir en el debate: un par de penaltis señalados por el VAR que, para algunos, justifican la necesidad de una revisión más afinada. Muñiz Ruiz fue el protagonista de una escena que, en vez de aclarar, dejó a ambos equipos en un vaivén de decisiones dudosas y de reacciones en el banquillo.

La próxima parada en esta ruta navideña: el descanso para respirar, recargar y planificar. Xabi Alonso, entre análisis y descansos, contará con la tranquilidad de saber que, pese a los altibajos, su equipo sigue en la pelea. Y Mbappé, con su hambre de récord y su celebración de “siuuu”, continúa marcando el pulso de la jornada, recordando que el fútbol, a veces, es más una historia de momentos que de números aislados. ¿Qué dirá el nuevo año sobre esta historia entre luces y sombras?

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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