Es un espejismo económico, porque bien con Sánchez sólo les va a ellos: a los que como el podemita Iglesias saltaron del piso VPP de Vallecas al chalet en la Sierra, a los que se han hecho millonarios como Pepe Blanco, Pepe Bono o Zapatero a la sombra de los amiguetes del Gobierno y a los que se han forrado sin trabajar, pillando comisiones y trincando hasta de las mascarillas.
Siete años de sanchismo nos dejan una economía inflada por el gasto público y hogares ahogados por la fiscalidad
Mientras Alemania y Francia ajustan sus economías, España navega en un “optimismo artificial”, según el FMI.
Los hogares lo notan: el 60% afirma que su poder adquisitivo ha caído desde 2018, según el CIS.
El ‘cohete económico’ del que alardea el socialista Sánchez despega, pero lleva la pólvora mojada de la deuda y el descontento social.
España cerró 2024 con un crecimiento del 3,1% del PIB, según el FMI, y una tasa de paro del 11,5%, la más baja en 17 años.
Pero detrás de estas cifras se esconde una realidad incómoda: el 58% de los nuevos empleos son temporales o a tiempo parcial, según datos de Eurostat.
El marido de Begoña presume de crear 2,3 millones de puestos de trabajo desde 2018, pero omite que la jornada laboral media ha caído a 32,3 horas semanales, la más baja de la serie histórica.
La paradoja de los números oficiales
- El gasto total de las Administraciones Públicas alcanzó los 695.000 millones en 2024, un 38% más que en 2018.
- Las pensiones y salarios públicos absorben 12.000 millones extras anuales desde 2023, según Funcas.
- La deuda pública sigue en el 104,4% del PIB (1,63 billones en septiembre de 2024), según el Banco de España.
“Crecemos sin burbujas, modernizando el modelo productivo”, repite Sánchez en foros internacionales.
Pero organismos como Standard & Poor’s alertan: “España incumplirá sus objetivos de déficit en 2025 si mantiene este ritmo de gasto”.
La asfixia fiscal: más impuestos, menos bolsillo
La carga tributaria ha escalado del 34% al 38% del PIB desde 2018. Estas son las principales medidas:
- Subida del IVA a alimentos básicos y energía (eliminación de rebajas en 2025).
- Nuevos gravámenes a banca, energéticas y grandes fortunas.
- Incremento de cotizaciones sociales para trabajadores y empresas.
Mientras, la cesta de la compra acumula un 36% de encarecimiento desde 2018.
“Los salarios suben, pero no alcanzan para cubrir necesidades básicas”, denuncia el Sindicato de Inquilinos.
El Gobierno socialcomunista responde con parches: exime del IRPF a quienes alquilen pisos bajo el índice de precios, medida que apenas afecta al 5% del mercado.
Déficit: la factura del ‘milagro’
Año | Déficit/PIB | Deuda/PIB |
2018 | 2,5 % | 97,1 % |
2024 | 3,0 % | 104,4 % |
Los números no cuadran: aunque los ingresos crecieron un 38% desde 2018 (hasta 650.000 millones), el déficit superará los 45.000 millones en 2024.
La AIReF advierte: “La contención del gasto es insuficiente para cumplir con Bruselas”.
El fondo de rescate europeo y los 8.400 millones por nuevos impuestos temporales disimulan las cuentas.
Pero el coste político es alto: Sánchez ha prorrogado los Presupuestos seis veces en siete años, un récord democrático.
El empleo low cost: récord de contratos basura
- 3,1 millones de trabajadores tienen contratos a tiempo parcial.
- El 25% de los jóvenes menores de 25 años están en paro.
- El SMI subió un 47% desde 2018 (de 735 a 1.080 euros), pero el 34% de los empleados gana menos de 1.400 euros brutos.
La teñida Yolanda Díaz promete reducir la jornada laboral a 37,5 horas, pero calla que 1,2 millones de españoles ya trabajan menos horas de las que necesitarían para vivir.
“El empleo se precariza mientras el Gobierno vende espejismos”, critica CEOE.
Crecimiento frágil, malestar creciente
El modelo de Sánchez se sustenta en tres pilares inestables:
- Deuda pública como combustible de corto plazo.
- Subida impositiva que frena la inversión privada.
- Empleo precario que no garantiza bienestar.
