La Agencia Tributaria acaba de publicar los datos de recaudación de junio y el golpe es tremendo.
Por primera vez desde la pandemia, la recaudación total se hunde un 2,7%, señal inequívoca de que algo serio está pasando en la economía española.
📉 IRPF: desplome del 10%. El exceso de presión fiscal en 2024 ha estrangulado a familias y trabajadores, y ahora la caída en las retenciones es brutal.
📉 Impuesto de Sociedades: hundimiento sin precedentes, con ingresos negativos por devoluciones superiores a lo cobrado.
⚠️ Nuevo impuesto a la banca: aparece con 566 M€, pero ni así logran maquillar los malos datos.
📉 IVA: apenas un +1,3%, reflejo de un consumo paralizado.
📉 Impuestos Especiales: crecimiento raquítico del 0,2%; la recaudación por cerveza se hunde un 15,5% y la de hidrocarburos sube un exiguo 0,2%.
La fotografía es clara: el consumo se enfría, la actividad empresarial se resiente y ni subiendo o inventando nuevos impuestos logran tapar el agujero. Mientras tanto, el Gobierno sigue gastando como si la economía creciera a doble dígito. ¿Qué está pasando realmente? ¿Estamos entrando en una desaceleración más profunda de lo que se atreve a reconocer el Ejecutivo?