La bodega Legaris lanza un vino que explora nuevas posibilidades de la D.O. Rueda y es que acaba de lanzar al mercado un nuevo vino idóneo para la llegada del calor. La bodega castellanoleonesa, además, explora nuevas vías para ofrecer un producto distinto de cara a un verano que, sin duda, será diferente para todos. Se trata de Legaris Sauvignon Blanc, un monovarietal adscrito a la D.O. Rueda, con el que la bodega profundiza en la adaptación de esta uva en una Denominación de Origen dominada por la verdejo.
Además, reafirma la apuesta de la marca por desarrollar nuevos proyectos en Castilla y León y, en este caso, en la D.O. Rueda, donde ya ha elaborado en los últimos años diferentes vinos a partir de la variedad verdejo. La sauvignon blanc es una variedad que ha demostrado su buena
adaptación a la D.O. Rueda. Es complementaria a la variedad autóctona verdejo, aportando una gran intensidad aromática a los vinos. Al ser una variedad de ciclo más corto que la verdejo, se ve beneficiada en las añadas con veranos menos calurosos, en los que las noches frescas consiguen mantener la acidez de la uva.
Legaris Sauvignon Blanc 2019 procede de viñedos plantados hace 20 años a 750 metros de altitud, en la zona de Valladolid. Se vendimia de noche y fermenta en depósitos de acero inoxidable a baja temperatura con el fin de preservar los aromas tropicales característicos de esta variedad. Para ampliar su volumen en boca, permaneció tres meses en contacto con sus lías finas. Es un vino muy apropiado para acompañar todo tipo de pescados y mariscos, así como arroces y pastas. También resulta adecuado como aperitivo. Una alternativa perfecta para un verano en el que los ratos de ocio serán más íntimos y hogareños, y en el que podremos viajar menos. El PVP de Legaris Savignon Blanc es de 7,95 €.
Legaris es una de las bodegas referentes de la D.O. Ribera del Duero. Es una bodega innovadora, que lleva dos décadas elaborando diferentes vinos que expresan los distintos orígenes y la singularidad de esta región. En la actualidad cuenta con 105 hectáreas de viñedo propio. La bodega fue diseñada por el arquitecto Domingo Triay, permitiendo respetar los flujos del proceso de elaboración, cuidando al máximo hasta el último detalle y ofreciendo una clara apuesta al Enoturismo.
