Kim Kardashian lo ha vuelto a lograr.
Skims, la firma de shapewear que lanzó en 2019 junto a Jens Grede, ha alcanzado una asombrosa valoración de 5.000 millones de dólares.
Este logro sitúa a la marca entre las más valiosas del sector textil y demuestra una vez más la habilidad de Kardashian para transformar su influencia en un negocio global.
El ascenso de Skims es realmente impresionante.
En solo seis años, la empresa ha pasado de generar dos millones de dólares en minutos durante su debut a multiplicar sus ingresos anuales.
Para 2023, la firma casi duplicó sus ventas netas, acercándose a los mil millones de dólares y registrando un crecimiento del 76% en el primer trimestre del año siguiente.
Este panorama ha elevado la confianza entre los inversores, quienes han respaldado su última ronda de financiación con 270 millones de dólares, liderada por Wellington Management.
Estrategia empresarial y cultura inclusiva
Skims se caracteriza por tener una filosofía bien definida: ofrecer productos que satisfagan necesidades reales.
Kim Kardashian no buscaba establecer una marca convencional, sino crear fajas y básicos que se adapten a todos los tonos de piel y tipos de cuerpo.
Desde sus inicios, Skims apostó por la inclusividad, lanzando nueve tonos y tallas que van desde XXS hasta 5X, con precios uniformes para todas las tallas.
Este enfoque ha marcado un antes y un después en un mercado donde las tallas grandes han sido históricamente ignoradas.
- Uniformidad de precios: No hay recargo por tallas grandes.
- Amplia gama de colores: Nueve tonalidades diseñadas para todos los tipos de piel.
- Funcionalidad y comodidad: Las prendas priorizan el ajuste perfecto y la versatilidad.
La acogida fue instantánea. En su primer año completo, Skims facturó 145 millones de dólares y agotó su inventario en tiempo récord. Su estrategia de «drop-driven merchandising», con lanzamientos exclusivos y limitados, ha mantenido viva la expectación y asegurado una demanda constante.
Más allá del shapewear: expansión y diversificación
Skims ha evolucionado rápidamente. De centrarse en fajas y básicos, ha ampliado su oferta a loungewear, trajes de baño e incluso moda masculina recientemente. Su crecimiento no solo se basa en ventas directas al consumidor; también ha desarrollado una expansión internacional y estableció acuerdos estratégicos con minoristas.
- Lanzamientos masculinos: Un movimiento reciente que refuerza su presencia en nuevos mercados.
- Distribución global: Presencia tanto en tiendas físicas como online, con miras internacionales.
La marca ha logrado convertir el shapewear, que antes se asociaba con discreción e incomodidad, en una tendencia aspiracional y visible. El impacto mediático generado por Kardashian, junto a campañas protagonizadas por celebridades y figuras diversas, ha ayudado a cambiar la percepción social sobre la moda íntima.
La imagen pública y el papel de los medios
La historia detrás de Skims está indisolublemente ligada a Kim Kardashian. Su exposición mediática ha sido clave para catapultar la marca al éxito. Ha sabido aprovechar su presencia en redes sociales así como su protagonismo televisivo para transformar la visión del shapewear e conectar con un público diverso.
- Narrativa personal: Kardashian ha compartido su experiencia respecto a las dificultades para encontrar ropa interior que se ajustara a su tono de piel y figura.
- Campañas virales: Las colaboraciones con celebridades e influencers han amplificado el mensaje sobre inclusión y autenticidad.
Los medios han seguido atentamente cada paso dado desde el lanzamiento hasta esta última valoración histórica. Skims no es solo un caso empresarial exitoso; es también un fenómeno cultural que invita a reflexionar sobre cómo fama, identidad y consumo están interrelacionados.
El futuro de Skims: innovación y sostenibilidad
La marca ahora pone su mirada hacia nuevas fronteras. Con esta reciente valoración de 5.000 millones, Skims está lista para seguir innovando, ampliando líneas e investigando materiales más sostenibles. La demanda continúa creciendo y el interés entre inversores apunta hacia una posible salida a bolsa en los próximos años.
Skims ha conseguido que la moda íntima sea protagonista; además el shapewear ha dejado atrás su estigma como tabú. La trayectoria de Kim Kardashian junto a su empresa ilustra cómo una gestión adecuada del spotlight puede transformar no solo una marca sino también las reglas del juego dentro del mundo fashionista.
El fenómeno Skims sigue expandiéndose, dejando claro que el verdadero poder radica en conectar productos auténticos con las necesidades reales del público.
