¡Se va a enterar usted!

Estoy de mal humor, me pongo a leer la prensa antes de acostarme con la más sana e inteligente de las intenciones (relajarme y olvidarme del mundanal ruido) y acabo cabreao. No sé si acordarme de la madre que parió a España cada vez que veo el revuelo montado porque una vieja se haya casado con un señor de Palencia, bodas dispares siempre han existido. En los pueblos se solían hacer cencerradas ante la casa de los afectados, es algo más antiguo que la orilla del río, que decía mi difunto padre. Sin embargo la España estulta y borrega sigue con deliro infantil, con delectación de gusano, con apetito de hipopótamo el bodorrio sevillano. Me pone de mal humor que España le ría las gracias a una persona sólo porque tiene dinero, o porque es famosa o porque sale en la tele. ¿Cómo me voy a ir a la cama así?
Me cabrea que el mundo se haya postrado ante los pies de Steve Jobs, aunque con ese apellido no me extraña en estos tiempos. Parece el gran gurú, el diosecito de alabastro al que una generación mecanizada, automatizada y robotizada rinde honores en el altar del capitalismo. Será un gran personaje, sin duda, pero no es más que un duendecillo que en vez de surgir de la lámpara nos ha fabricado una para cada ciudadano del mundo… rico. Que la tierra detenga su giro y le venere y reverencie como el sumo sacerdote de la informática es propio de una sociedad que ha perdido el espíritu, que ha puesto el pragmatismo por encima de la belleza, los chips por encima de la sensibilidad. ¡Dios santo, ¿cómo podemos tener una sociedad así¡ ¿Cómo me voy a ir a la cama de esta manera?
Que los desahucios han aumentado un 21 %, algunas farmacias que amenazan con no despachar recetas, que la agencia esa de nombre tan raro y extranjero haya dado un mala nota a la economía española y comprometa (más, claro) nuestro futuro… (¿No podemos nosotros darles una mala nota a los señores estos y desmontarles el chiringuito? ¿Quién se han creído?), segundo año que rifan el premio Nobel y se lo dan a cualquiera, un político (otro) acusado de chanchullos que nunca son nada… hasta que estallan. Si estallan. Que la población española decaiga dentro de unos años… Oiga… ¿es que no hay buenas noticias? Enciendo la tele para ver lo que hay e intentar relajarme pero por más que busco sólo hay televisión. ¿Quiere usted decirme en qué condiciones me voy a ir a la cama?
¡Eso sí, todos tranquilos que ha ganado España!

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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