A la rica reforma constitucional

Parece que de vez en cuando, cual río Guadiana de la conveniencia, renace la intención socialista de reformar la constitución. Esta vez es para contentar a los nacionalistas catalanes. Contentar a los descontentos se ha buscado desde el principio de la ley de leyes. Es más, si la Constitución se hizo como es, recuerden los lectores con años, fue para contentar a nacionalistas vascos y catalanes, aunque no se pudo conseguir el voto de los primeros. Además de inventar las comunidades autónomas se inventó un palabro y de pronto empezamos a hablar de nacionalidades históricas y regiones. Dos clases de derechos regionales y por tanto de españoles, vaya.

Insisten ahora los socialistas. Va en su ADN como en el del PP va negarse. Somos así. El problema actual, que viene desde el “aceptaré todo lo que salga del Parlament” del inútil de León hasta el dontancredismo de Rajoy (¿Qué desgracia ha cometido España para sufrir presidentes así?) desemboca en el bloqueo e inoperancia de las instituciones… Incluyendo la rebelión de los fiscales catalanes.

El proyecto catalanista parece difícil de parar dado que el Estado se ha ausentado de Cataluña durante los últimos años. El permanente AGIT-PROP catalanista (Educación, cultura, prensa subvencionada, televisiones controladas) ha contrastado ásperamente con la frialdad (¿o el desapego?) de Rajoy y la indiferencia de Zapatero. España ha estado ausente de Cataluña dejando durante años el terreno libre a la publicidad “goebbels”-catalanista del “España nos roba”.

Recordarán los lectores que este nuevo ciclo nacionalista comenzó cuando Mas exigió para Cataluña un konzierto vasco. Y no van a ceder un ápice hasta conseguir un trato preferencial de Estado o la plena independencia. Sin embargo la España actual es una influencia catalanista pues para las leyes más importantes sus votos eran siempre necesariamente comprados.

Su descontento, no el de Cataluña sino el de los catalanistas, amenaza con ser eterno y al fin la nueva constitución será también una obra perecedera que permanecerá en vigor lo que los catalanistas deseen, cuanto venga bien a sus planes y proyectos.

Terrible es depender permanentemente del chantaje y de las lágrimas nacionalistas, pero es espeluznante tener gobernantes que no se hayan resistido a él desde hace décadas.

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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