Condenar a Venezuela: Pa echarse a temblar

Podemos echarnos a temblar con las amenazas del presidente de Venezuela, en su combate por creerse el gallo del corral va a echar de su país a alguna empresa española y condenar al paro a varios cientos de compatriotas suyos. Fuera de eso solo cabe esperar que nos castigue de cara a la pared hasta que con nuestra sangre hayamos escrito mil veces “Maduro for president”. Eso o que nos declare la guerra y nos envíe unos cuantos buques de guerra. Pa echarse a temblar.

El caso es que las Cortes españoles, es decir los representantes legítimos de los españoles, no han condenado a Venezuela sino al régimen chavista de ese torpe seguidor de Chávez. Y lo han hecho por abrumadora mayoría, dejando solo a los más baratos, demagogos y radicales diputados en su apoyo a la dictadura. Uno ya sabe qué puede esperar del día que estos ejemplares representantes del comunismo lleguen al poder: Esclavitud, fascismo (sería más exacto decir leninismo, pero ustedes ya entienden que da igual desde que lado vengan los antidemócratas) y populismo: Pa echarse a temblar.

Estos partidos se benefician de la democracia para ir contra la democracia, se benefician de la generosidad de las leyes para ir contra las leyes, se benefician del sistema para ir contra el sistema. Debería ser de estudio en las facultades de Derecho y en las escuelas de diplomáticos cómo usan el doble lenguaje, más propio de George Orwell y “1984”, para esconder que apoyan a un tirano, a un reyezuelo cainita que se beneficia de la democracia para ir contra la democracia y del sistema para ir contra el sistema. Apoyar a un individuo tan grosero políticamente es el carnet de identidad del político fullero, apoyar sus maneras toscas, su gesticulación ordinaria, su modo de hablar barriobajero es claro síntoma de una bajeza ,moral insoportable para cualquier demócrata.

No estoy seguro de que ser demócrata implique tolerar a estos fascistas leninistas como como compañeros de escaño, aceptar su doble juego y su moral torticera. Son políticos de barricada callejera, fusil en una mano y cóctel molotov en la otra, que apoyan a quien barre la libertad de sus instituciones, a quien encarcela a sus oponentes, son políticos como Chávez o Maduro, indignos del pueblo al que dicen representar, incapaces de mantener la compostura demócrata de entender la postura del otro, son políticos desastre, incompatibles con la libertad como el caballo de Atila con la hierba fresca. Quedan retratados, ellos y sus defensores. Ah, y naturalmente, sus defendidos.

Hace ya años, escribiendo de estos temas me encontré en la Red amenazas de “demócratas” grupos chavistas, doy por supuesto que ahora volverá a ocurrir. Pa echarme a temblar.

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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