Bajo la manta de Aldama, como todos sospechábamos y no podía ser de otra manera, estaba el cuerpo podrido de Sánchez.
Los 116 minutos que estuvo el perejil de todas las salsas corruptas del PSOE confesando ante el juez, marcan un punto de no retorno y dinamitan la estrategia socialista de convertir al defenestrado Ábalos en el pagafantas de un tinglado mafioso, que afecta de lleno al marido de Begoña, a todo su Gobierno y a su corrupto partido.
Esto no facilitará una moción de censura, porque separatistas, proetarras y zarrapastrosos de izquierda y derecha nunca encontraran un compinche tan dúctil, maleable y rentable como el que tienen ahora durmiendo en La Moncloa, pero Sánchez está condenado.
De todo lo que ha contado hasta el momento Aldama, quizá lo más relevante sean sus contactos con el Nº-1, quien hasta hace nada juraba no conocerle.
Se percibe que al paisano le fastidiaba tener que residir en en una celda de 10 metros cuadrados, compartiendo váter sin puerta con otro preso, mientras los que se embolsaron dinero público a espuertas gracias a sus pringosas habilidades, siguen paseándose en coche oficial y retozando sobre colchones ministeriales o presidenciales.
Quedó patente anoche, cuando apenas salir de la prisión de Soto del Real y antes de enfilar hacia su lujoso chalet en Ciudalcampo, al lado del RACE, se paró un instante ante los periodistas y soltó un par de cosas.
La primera, tras calificar a Sánchez de ‘mitómano’, fue eso de que el marido de Begoña debe padecer alzhéimer; y la segunda, que si quiere pruebas, las tendrá, porque aportará en breve documentos.
Hasta ahora y en resumen, lo que ha revelado, además de que la foto con el amo del PSOE no fue fortuita, es que este le agradeció los servicios prestados; que entregó fajos de dinero negro a Ábalos, Koldo, Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, e incluso al jefe de gabinete de Chiqui Montero, vicepresidenta del Gobierno Frankenstein y ministra de Hacienda.
También que el exministro Ábalos esconde la pasta en República de Dominicana y que no es el único, lo que explica el frenético trasiego de vuelos ‘secretos’ en Falcón que ha habido entre Madrid y Santo Domingo en los últimos años.
Hasta habló de varios encuentros con la escapista Teresa Ribera.
No Sánchez, no; lo de Aldama no es una ‘inventada’ como soltaste ayer pegándole una patada a la gramática..
Lo de Aldama es una cantada de cojón de mico.
Y de las estruendosas.