El Defensor del Lector de ‘El País’ se pone de perfil en la defenestración de Maruja Torres

Al Defensor del Lector de El País le tocó bailar este 19 de mayo de 2013 con el pringoso asunto de la defenestración de Maruja Torres, a la que el director Javier Moreno puso practicamente en la calle, anunciándole que no necesita en su diario ‘dinosaurios opinadores’, sino periodistas que levanten noticias o escriban reportajes con enjundia.

La explicación del siempre biempensante Tomàs Delclos llegó este domingo, apenas un día después de que la veterana Torres, en su blog, publicara su particular versión sobre su salida y las circunstancias del final de su relación con el rotativo del Grupo PRISA.

Delclós ha optado por la descripción para, finalmente, ponerse salomónico en una pieza que titula profilánticamente «Sobre un adiós».

Comienza señalando que la mayor parte de «mensajes básicamente eran de apoyo a la periodista y críticos con el diario».

El Defensor del Lector de El País recuerda que Torres comenzó a colaborar con el suplemento dominical en 1981 y que ejerció como columnista y reportera, habiendo cubierto -con más pena que gloria en opinión de la inmensa mayoría de los correspònsales que se dedicaban de verdad a esos menesteres- conflictos como los de Líbano y Panamá.

Allí, durante la invasión estadounidense de 1989, murió por disparos de soldados de EEUU su fotógrafo, Juantxu Rodríguez.

«El contrato de la periodista terminaba en junio y hace dos meses que se le comunicó que no podía ser renovado en las misma condiciones».

«Quise mantener mi autonomía» es la explicación que, según él, le dio la propia Torres:

«Durante la conversación conmigo, Torres comentó que quedan en el diario muchos periodistas a los que aprecia y a los que seguirá leyendo».

Nos ahorra Delclós sabrosos detalles de la charla en la que el director ‘ejecutó‘ a la baqueteada periodista y en concreto que esta, casi al final y antes de que la pusieran en la puerta, solto pretenciosa:

“¿Pero tú sabes con quién estás hablando? Soy Maruja Torres y tengo muchos lectores que me he ganado a pulso opinando”.

El Defensor del Lector se hace eco de los comentarios sobre una posible salida relacionada con su postura crítica hacia el ERE de El País o como un indicio de giro ideológico del rotativo.

«No hay relación con el ERE ni giro ideológico alguno en el diario», explica Javier Moreno, el director:

«Las columnas no son propiedad de los que escriben en ellas y ninguno de esos cambios ha supuesto una modificación en la línea editorial de El País».

Lo que parece claro es que Moreno, trató de explicar a la veterana los inevitables cambios del modelo periodístico, cómo los jóvenes ya no leen prensa en papel y el peso perdido de los grandes dinosaurios que, como ella, habitan las columnas de opinión donde hablan de lo humano y divino.

Maruja Torres escribe en su blog que Javier Moreno, una vez sentados en ambos en el despacho del director, se le puso a lloriquear sobre lo mal que está todo y cómo cae la publicidad:

«Se le fue poniendo esa mirada de guillotina, ese hielo en los ojos del que sabe que ha llegado el momento de asestar el golpe. A mi se me erizaron las vértebras porque estaba teniendo el privilegio de contemplar, en directo, y en acción, a un ejemplar de esa camada negra -y gris- que ahora intenta destruirnos».

Fiel a su estilo y ya en el remate, Delclós deja claro que lo suyo en este tema es ponerse de perfil:

«Los espacios de un diario no son propiedad vitalicia de los articulistas del mismo y es facultad del director su gestión. Con todo, así lo valoran los mensajes recibidos, la pérdida de una firma tan arraigada en este periódico no es una buena noticia».