Con un poco de suerte, la España del siglo XXI, a falta de un Quijote como Dios manda que deje huella, va a poder legar al futuro un nuevo Libro de los Jueces -LEA EL TRASGO EN LA GACETA-.
El auto del juez Castro contra Iñaki Urdangarín es una inmensa pieza de 542 páginas repleta de literatura, con frases de vívidos colores que encajan mal con la habitual grisura de la prosa judicial.
Por ejemplo, ese reproche de “desmedido ánimo de lucro” que Castro aplica a Urdangarín y Torres, y que deja entender que el ánimo de lucro posee, de suyo, una cierta medida.
LÍRICA JUDICIAL
Hay quien ha dicho que el auto en cuestión, más que auto, es sentencia, porque da ya al Duque de Palma por culpable consumado.
Así las cosas, la sentencia promete elevar el nivel hasta cumbres realmente shakespearianas. Pero no es Castro el único juez que se lanza a la literatura, sino también, y este con editorial y todo, Vázquez Taín, el magistrado que ha instruido el caso del robo del Códice Calixtino.
Vázquez Taín ha aprovechado el suceso para dar a la imprenta La leyenda del Santo Oculto, que suena muy Dan Brown, y en la promoción no se ha recatado a la hora de vincular una cosa con la otra. Por cierto, que dicen que tanto Castro como Vázquez Taín son conocidos por su marcada inclinación hacia la ver t iente izquierda. Igual esto tiene que ver con la famosa “interpretación creativa del Derecho”, tan habitual en el progresismo con toga.
Ahora sólo falta que el juez Ruz haga lo propio con cualquiera de los casos que tiene entre manos. O con los que no quiere tener.
BUEN CHICO, URKULLU
Al otro lado de la Justicia, en todos los sentidos de la expresión, la prensa gubernamental –La Razón y ABC, mayormente– glosaban ayer en términos de serena satisfacción la entrevista del presidente Rajoy con el lehendakari Urkullu. “Posiciones firmes desde el mutuo respeto”, titulaba ABC.
El diario coronado apunta –como ayer revelaba LA GACETA– que los interlocutores abordaron el asunto de la transferencia de prisiones, aunque lo hace de pasada. Ni de pasada lo comenta La Razón, que se limita a la habitual ración de incienso. Y subraya que Urkullu no tiene “nada que ver con Mas”. ¿Pero cómo? ¿No son ambos separatistas y aspiran a romper España? Sí, bueno, pero eso son minucias, cosas menores.
Lo importante es que Urkullu está dispuesto a considerar prioritaria “la lucha contra la crisis”, glosa La Razón. Y si no es verdad, que lo parezca. Si yo fuera Paco Marhuenda me preocuparía al ver cómo mi enfoque del asunto resulta idéntico al de un diario tan poco afecto como El País: “Urkullu se distancia ante Rajoy de la deriva catalana: Euskadi es diferente”, titula el periódico de Cebrián.
El asunto de los presos, que era la nuez del encuentro entre Urkullu y Rajoy, lo dejan para el análisis del amigo Aizpeolea, cuya perspectiva al respecto está clara: hay que seguir adelante con el “proceso de paz”, a los presos de ETA hay que llevarlos al País Vasco –y después soltarlos, digo yo, ¿no?– y así se llega a la paz. Por desgracia, dos fuerzas maléficas se enfrentan al luminoso proyecto: el núcleo duro de los presos etarras (pero no nos explican por qué) y la derecha extrema, que manipula en su provecho a una parte de las víctimas de ETA.
O sea, lo de siempre en estos lares: al final la culpa de todo la tienen las víctimas, que son unas quejicas, hombre, con lo bien que va todo. Hay gente que tiene el sentido de la Justicia en ese lugar que está usted pensando.
GENTE QUE LO PASA MAL
Hablando de lugares innombrables, consignemos que Antonio Gala se pone venéreo. “Un duque empalmado”, titulaba su Tronera de ayer en fácil referencia al señor Urdangarín. ¿Qué le duele a Gala? Esto: que “aquí cada uno, si puede, hace lo que le sale de los cojones”. Sic, sic y resic. “Ya está bien de bobadas quejicas y de silencios impactantes”, añade. “Ni soy ni dejo de ser monárquico, pero cachondeos, no.
Aquí se necesita un Gobierno verosímil para todos. Y que todos, incluido ese Gobierno, se atengan a todas las consecuencias. De una puñetera vez. Empalmados o sin empalmar. Lo que se ha de cortar por lo sano de una vez es el poder del tema, no el empalme. Si sabemos de qué hablamos”. Tiene usted razón: mejor no saberlo, que da grima sólo de pensarlo.
SEÑORAS DE PRISA
Casi tan enfadadas como Gala están las señoras progresistas de El País. Últimamente la izquierda española va teniendo ese aspecto: una señora de edad madura e ideas progresistas que, al contacto con la cruda realidad, se desmelena en tremendas diatribas contra la marcha del mundo.
Lo último, lo de Maruja Torres en las páginas del periódico de Prisa: “Vivo una vida basura. Trago mierda todos los días”. ¡Hala, hala! A todo esto, doña Maruja había empezado hablando del informe de la OCU sobre las hamburguesas y de ahí había pasado, no me pregunte usted cómo, a Gas Natural, Doñana, los bonsáis, Felipe González y… Lo dicho, que se pare el mundo que yo me bajo. Pobrecita… ¡Tanta lucha para esto!