Así de contundente se expresa la agente antidisturbios Sonia Vescovacci, una frase que en estos días ha dado la vuelta al mundo, lo cual es muy reconfortante para los ciudadanos que queremos seguir viendo a las Fuerzas del Orden como un apoyo y refugio frente a “los malos”. No podemos permitir que la buena imagen de los Cuerpos de Seguridad del Estado se torne en miedo y aversión por parte de los ciudadanos honrados hacia estos colectivos que nacieron para salvaguardar la ley, la paz y contribuir al bienestar social. La tranquilidad que nos infundía encontrar un coche patrulla o un grupo de polis, ese sentimiento profundo, sobre todo en la noche, de “estamos salvados”, se ha convertido en unos meses en “susto”, porque adivinamos que van a interrumpir nuestra tranquilidad pidiéndonos la documentación si no llevamos la mascarilla o examinando con lupa el certificado de exención, o si andamos fuera de hora. De un tiempo a esta parte, los ciudadanos normales casi preferimos encontrarnos con gente del hampa que con policías que siguen las consignas de nuestro inefable y prevaricador ministro Marlaska, sirviendo a un Gobierno socialcomunista que, en poco tiempo, está convirtiendo el país en un lugar inseguro e invivible, de gente arruinada, esclavizada, amargada y perseguida por la tropa uniformada de porra y pistola. Igualito que en las dictaduras comunistas de América o China.
En España no existe el mandato de “obediencia debida”. Según una sentencia del Tribunal Supremo de 2018 “el sistema legalmente establecido obliga al no cumplimiento de una orden que constituya delito o infrinja el ordenamiento jurídico”, es decir, “no caben en nuestro ordenamiento jurídico mandatos antijurídicos obligatorios, entendiendo por ello cualquier mandato que vaya contra la Ley o el Derecho. […] El sistema que se sigue es el de la obediencia legal, esto es, hay obligación de obedecer al superior en relación con toda orden que se encuentre de acuerdo con el ordenamiento jurídico y, correlativamente, hay obligación de desobedecer toda orden contraria al ordenamiento jurídico”. Muy claro.
A pesar de esta sentencia del Alto Tribunal, en España, en la actualidad, las Fuerzas de Seguridad del Estado están completamente al servicio del poder dictatorial y totalitario, vulnerando varios derechos constitucionales. Las medidas restrictivas y antidemocráticas del Gobierno fueron el impulso para la creación del colectivo Policías por la Libertad, que se suma al resto de grupos de médicos, psicólogos, abogados, docentes y otras asociaciones, por la verdad y la libertad, cuestionadores de la versión oficial. Considera el colectivo, como bien expresa su portavoz, la citada agente antidisturbios, Sonia Vescovacci, que se están viviendo momentos muy difíciles tanto para los ciudadanos como para los miembros de las Fuerzas del Orden. Por ello, la agrupación, Policías por la Libertad, ha convocado una marcha pacífica, con todos los permisos. Es, por tanto, un acto legal para mostrarle al Gobierno su “total desacuerdo por las medidas restrictivas de derechos que imponen a todos los ciudadanos españoles”. Demanda este colectivo que «se deje de utilizar a los policías para meter miedo a los ciudadanos y para sus fines políticos”. Al mismo tiempo, se pretende establecer una unión entre la Policía y la sociedad. “Lo importante es que los ciudadanos vean que hay muchos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que están para ayudarles y protegerles”, asienta Vescovacci. “Somos muchos los compañeros de los cuerpos policiales que queremos seguir desempeñando nuestra labor en base a nuestra ética profesional, nuestras normativas, nuestros principios básicos de actuación y como marcan nuestros códigos deontológicos, sin dejarnos llevar por nuestros propios miedos y nuestras diferencias de opiniones. […] Los ciudadanos deben sentirse seguros y protegidos ante la presencia policial y no tenerle miedo”. Y añade con contundencia: “Basta ya de abusos. Basta ya de utilizar a la Policía y a la Guardia Civil para meter miedo. Basta ya”. Hay muchos agentes que piensan así, que aún no se han unido al movimiento.
Aunque el colectivo no está de acuerdo con el uso obligatorio de la mascarilla ni tampoco con las medidas de distanciamiento social, piden a los asistentes respetar la norma vigente para evitar “cualquier tipo de enfrentamiento entre nuestros compañeros y los ciudadanos”, y asimismo respetar durante todo el recorrido “las medidas sanitarias que nos han impuesto”, declara la agente.
Como el resto de agrupaciones discrepantes con la opinión oficial, Policías por la Verdad tiene muchas dudas sobre la epidemia. No cuadran las cifras que se están dando ni las causas de fallecimiento, por lo cual se pregunta si estamos hablando de pandemia o de control.
La marcha tendrá lugar el sábado, día 7. Partirá a las 16:00 h de la Puerta de la Independencia del Parque del Retiro, de Madrid, pasando por el Congreso de los Diputados y terminará delante del Ministerio del Interior, donde se leerá un manifiesto.
Psicólogos por la Verdad y Médicos por la Verdad han confirmado su participación. Así, todos los grupos o personas a título privado serán bien recibidos en esta marcha por la libertad. ¡Ánimo, España!
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