Este sábado 25 enero 2014 Federico Jiménez Losantos dedica una de sus ‘cuatro esquinas’ en El Mundo al obispo emérito de San Sebastián en una columna titulada ‘Uriarte de quita la capucha’:
«El obispo emérito de San Sebastián se ha jubilado pero no deja las armas, en su caso una inteligencia notable y un fanatismo separatista a prueba de Evangelio. Alborozado tras la derogación de la doctrina Parot y la suelta de etarras, Uriarte dijo antes de Navidad que ETA debe pedir perdón pero también el Estado por haberse «sobrepasado» en la represión.»
Añade:
«Es la famosa equidistancia episcopal vasca entre la pistola humeante y la nuca fría milimetrada por Setién. Uriarte critica a las víctimas de la ETA y a «la extrema derecha del PP» por querer «condicionar » el diálogo del Gobierno con la banda y colabora con el Gobierno del PNV en el blanqueo de la historia del terrorismo separatista.» Pero tiene tiempo y como su corazón está a la izquierda de Urkullu, más o menos a la altura de Otegui, preso por pertenencia a ETA, ha pedido su liberación por ser «de los que más ha hecho porque el entorno etarra se distanciara de ETA».»
Y concluye:
«Nunca lo ha hecho pero el emérito obispo poseerá algún secreto de confesión del emérito pistolero que el vulgo desconoce. Entre capirote y capucha no hay tanta diferencia. El caso es taparse.»
