“El PSOE busca una salida”, de Inmaculada Sánchez; “Todos los indicios que apuntan a Zapatero”, de Miguel Triviño; “El Gobierno se «bunkeriza» en la próxima sesión de control del Senado: Pedro Sánchez y 13 ministros ausentes”, de Paula Marcos; y “Feminismo socialista: de la manada aulladora al rebaño enmudecido”, de Federico Jiménez Losantos

(Viñeta de Nieto en ABC el pasado día 17)
EL PSOE BUSCA UNA SALIDA
Artículo de Inmaculada Sánchez publicado en 20minutos el pasado día 17
El atolladero en el que se han ido metiendo el PSOE y el Gobierno en los últimos meses se presenta, en la despedida del año, con una salida cada vez más incierta. Las trompetas de fin de ciclo parecen escucharse, por primera vez, puertas adentro, para regocijo de la feroz oposición al sanchismo, que lleva dos largos años dejándose el resuello soplando sin lograr arrancarles nota alguna. En La Moncloa, donde reside Pedro Sánchez desde hace ya más de siete años, sin embargo, las paredes se resisten a dejar pasar tan irritante melodía.
Los socios se muestran cada vez más enfadados. Las mujeres socialistas, más indignadas. Y los votantes que alumbraron este gobierno de coalición, más desconcertados. A Pedro Sánchez, por el contrario, sólo se le percibe más delgado. Esta semana previa a las navidades ha querido inyectar un chute de su pertinaz resistencia a su alicaída parroquia y, adelantando citas y comparecencias, se ha mostrado dispuesto a seguir al timón del barco como si nada pasara. Mientras los enfadados, indignadas y desconcertados no se bajen, la nave seguirá teniendo capitán al mando.
La expectación del habitual balance político del año del presidente y de su tradicional copa de Navidad con la prensa había escalado a roja en muchas redacciones y en esta ocasión no cabía un alfiler en los salones monclovitas. Ministros y altos cargos repicaban en los corrillos el mensaje del jefe: hay que sosegar el ambiente, gestionar mejor el tiempo, asumir los errores y, tras las Navidades y el duro invierno, llegará la primavera con la sentencia del Constitucional sobre la Ley de Amnistía, que permitirá el retorno de Puigdemont, del entendimiento con Junts y del apoyo parlamentario de la investidura. Todavía hay tiempo y agua en la piscina si no nos ponemos nerviosos. Y Sánchez quería demostrar a los suyos que él no lo está.
Un veterano cargo monclovita y con años de Ferraz también a sus espaldas me remarcaba el espíritu de deportista, casi obsesivo, del presidente por su juventud como jugador de baloncesto. «Le gusta ganar» pese a cómo esté el campo, el número de expulsados que tenga el equipo o el escaso tiempo que reste. Aunque también añadía: «algo tendrá que hacer en enero» para dar la vuelta al partido. Hasta los socialistas más sanchistas construyen estos días su fidelidad al Gobierno con una combinación de confianza en el líder y resignación ante la tamaña magnitud de los errores cometidos.
Por el momento, reunión en Moncloa con Oriol Junqueras y abono único de transportes para todo el país. No parece suficiente medicación para el tremendo alcance de la dolencia y socialistas y votantes esperan más. Los pocos que comparten con Sánchez discusiones sobre la situación señalan a los irritados socios como los primeros interesados en que el Gobierno no caiga, aunque busquen no salir heridos de la cruel refriega. Y, también, la nueva oportunidad que brindarían las previstas elecciones autonómicas, donde el PSOE ni gobierna ni aspira a mejorar siquiera, si los del PP tienen que volver a rendirse ante Vox. Una segunda temporada de los episodios vividos tras las municipales y autonómicas de mayo de 2023 y el inesperado adelanto de las generales en julio. Entonces fue una dolorosa pérdida de poder territorial para el PSOE la que rentabilizó Sánchez para continuar en la Moncloa a lomos del miedo al avance de la ultraderecha.
¿Funcionaría ese mensaje ahora, conocido ya el alcance de esos gobiernos en Extremadura o Aragón con presidentes del PP y socios de Vox? Pocos en el PSOE se atreven a responder en este momento. El desánimo avanza en las sedes socialistas a kilómetros de Madrid, aunque también la ansiedad e impaciencia en las del PP que tantos errores han llevado a cometer a Feijóo y los suyos. Los socialistas podrán no tener claro cómo van a salir de ésta pero en Génova continúan sin saber cómo seguir soportando que Pedro Sánchez no se vaya de La Moncloa hasta que la legislatura termine o cuando él quiera.
TODOS LOS INDICIOS QUE APUNTAN A ZAPATERO
Artículo de Miguel Triviño publicado en El Independiente el pasado día 16
José Luis Rodríguez Zapatero vuelve a situarse en el centro del foco mediático. Tras ser recuperado hace años por Pedro Sánchez como una figura clave dentro de su estructura de poder, el nombre del expresidente del Gobierno ha reaparecido con frecuencia en los medios de comunicación en los últimos tiempos. En algunos casos por razones estrictamente políticas, pero en otros por su vinculación todavía indirecta con causas judiciales que afectan al PSOE y en las que su figura comienza a sobrevolar con mayor insistencia.
La detención, el jueves de la semana pasada, por parte de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional del presidente de Plus Ultra, Julio Martínez, y de su director ejecutivo, Roberto Rosellini —una aerolínea con estrechos vínculos empresariales con Venezuela— volvió a colocar a Zapatero en el centro de la polémica, que el pasado viernes, preguntado por la detención de la cúpula de Plus Ultra, aseguró que el asunto no le preocupa ni le afecta.
El expresidente fue, supuestamente, uno de los principales valedores del rescate de 53 millones de euros que el Gobierno aprobó para la compañía en 2021 tras el impacto de la pandemia, al defender su carácter estratégico para España. La operación, sin embargo, estuvo rodeada de polémica, ya que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) autorizó la ayuda a una aerolínea que contaba con un solo avión y que en 2019 representó apenas el 0,03% del tráfico aéreo español.
Ahora, su vínculo con el país sudamericano está siendo utilizado por los principales implicados en la pieza central del ‘caso Koldo’ —el exministro de Transportes José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García y el empresario Víctor de Aldama— para apuntar a un posible papel relevante del expresidente en algunos de los episodios de corrupción que acechan al PSOE. El primero sostiene que Zapatero le presionó para facilitar el rescate de la aerolínea, versión que también ha respaldado Aldama, quien llegó a afirmar que trasladó al expresidente en su avión privado desde Caracas hasta Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Koldo ha ido aún más lejos. En declaraciones a OkDiario, respondió afirmativamente cuando se le preguntó si Zapatero se ha hecho millonario en Venezuela gracias a negocios en el país, citando a personas cercanas al Gobierno de Nicolás Maduro y mencionando supuestos intereses en «petróleo, recursos naturales y oro». Cabe recordar que el embajador en el país sudamericano en la época de Zapatero, Raul Modoro, admitió que cometió un delito de fraude fiscal al confesar que cobró de la petrolera estatal PDVSA mediante operaciones simuladas a cambio de asesorías ficticias millonarias.
Las relaciones de Zapatero con Venezuela son públicas y notorias. En los últimos años se ha reunido en varias ocasiones con el presidente Maduro y con la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Una de ellas tuvo lugar días después del episodio conocido como Delcygate, en el que la mandataria aterrizó en Barajas cuando tenía prohibida la entrada en Europa, y Pedro Sánchez envió a Ábalos a reunirse con ella para explicarle que no podía permanecer en España.
Aquella madrugada del 20 de enero de 2020, Rodríguez mostró su sorpresa ante los problemas que se le plantearon a su llegada, puesto que afirmó llegar invitada por Zapatero. Aldama, que según detalló en un informe del ‘caso Koldo’ la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil fue quien organizó ese encuentro, también acudió a Barajas, puesto que igualmente mantenía relaciones fluídas con Rodríguez y empresarios de su entorno. El Instituto Armado expuso que el empresario negoció con Delcy la compra de 104 barras de oro del Fondo de Desarrollo Nacional de Venezuela.
Plus Ultra y el socio de Zapatero
La Fiscalía Anticorrupción cree que Plus Ultra incurrió en un delito de blanqueo de capitales al destinar parte de los fondos públicos que recibió por el rescate a la devolución de préstamos concedidos por otras sociedades. Además del presidente y el CEO, la UDEF detuvo a un tercer empresario, que es quien sitúa a Zapatero en una posición especialmente comprometida: Julio Martínez Martínez.
Según reveló El Confidencial, éste borró mensajes y correos electrónicos días antes de su detención. Está acusado de colaborar en el blanqueo de fondos procedentes del contrabando de oro y del desvío de ayudas sociales venezolanas a través del entramado societario de Plus Ultra. El Debate, por su parte, publicó que Zapatero se reunió con el empresario tres días antes de su arresto. Aunque estos encuentros eran habituales, su frecuencia se redujo en las últimas semanas previas a la operación policial.
La actividad empresarial de Martínez ha permitido identificar vínculos con el entorno personal y profesional de Zapatero. Una de sus empresas, Análisis Relevante SL, figura como uno de los principales clientes de Whathefav SL, la agencia de comunicación y publicidad propiedad de las hijas del expresidente, Laura y Alba Zapatero.
El objeto social de Análisis Relevante SL incluye «la prestación de servicios de apoyo, asesoría y consultoría en el ámbito de la organización y la gestión empresarial», así como la «elaboración de informes y estudios sobre estrategias, análisis de mercado y marketing».
Por su parte, Whathefav es una firma, según se indica en su descripción, especializada en campañas online, redes sociales y nuevos lenguajes digitales y, durante meses, en su propia página web figuraba que la compañía de Martínez era uno de sus principales clientes. De confirmarse que este empresario participó en el lavado de dinero, una persona implicada en el presunto blanqueo de fondos de la aerolínea realizó pagos a la empresa de las hijas del expresidente del Gobierno.
La operación para ayudar a Plus Ultra ha vuelto a la órbita judicial después de que, en 2024, la Audiencia Nacional rechazara investigarlo al considerar que no era competente. Previamente, la Audiencia de Madrid había archivado la causa por un error procesal. La Fiscalía Anticorrupción defendía que las ayudas públicas se utilizaron para devolver préstamos concedidos por sociedades integradas en una presunta organización criminal asentada en Francia, Suiza y España.
Fueron las solicitudes de cooperación procedentes de estos países las que reactivaron la causa. Sin embargo, la Audiencia Nacional argumentó que ese rescate ya fue objeto de diligencias en un juzgado de Madrid. Además, concluyó que, al centrarse la denuncia en posibles operaciones de blanqueo y no acreditarse de forma clara delitos propios de su ámbito competencial, la causa debía recaer, en su caso, en los juzgados ordinarios territorialmente competentes.
Cualquier información nueva sobre Plus Ultra debía remitirse al juzgado que ya conoció de la ayuda pública, como así ha ocurrido, puesto que las detenciones y el registro de la sede de la empresa por parte de la UDEF estuvieron dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, tras presentar denuncia de la Fiscalía. Por el momento, la causa permanece bajo secreto.
El ‘caso Fontanera’
En paralelo, la asociación Hazte Oír solicitó este lunes al juez Arturo Zamarriego, que instruye en los juzgados de Madrid el denominado ‘caso Fontanera’ —distinto de la causa recientemente abierta en la Audiencia Nacional— que impute al PSOE y, además, cite como testigo a Rodríguez Zapatero.
En esta investigación se analiza si la conocida como ‘fontanera del PSOE’, Leire Díez, ofreció sobornos a los fiscales anticorrupción José Grinda e Ignacio Stampa a cambio de información sobre mandos de la UCO que investigan causas que afectan al partido.
El nombre de Zapatero ha aparecido en dos momentos del procedimiento. Primero, cuando el propio Grinda reconoció en su declaración que le pidió ayuda para poder comparecer en la comisión del Congreso sobre la Operación Cataluña. Y después, en las notas de una reunión entre Díez y el guardia civil Rubén Villalba.
En esas anotaciones, el agente señalaba que un empresario chino conocido como Miguel Duch era «íntimo amigo» de Zapatero. Este nombre apareció vinculado a una investigación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre actividades desarrolladas a nivel internacional por el aparato de espionaje chino. Por encima de todo, Hazte Oír subraya la existencia de una supuesta reunión entre Díez y Zapatero el 3 de junio, que tuvo lugar en la sede de los socialistas en la calle Ferraz. La ‘fontanera’ ha negado que se produjera dicho encuentro.
EL GOBIERNO SE «BUNKERIZA» EN LA PRÓXIMA SESIÓN DE CONTROL DEL SENADO: PEDRO SÁNCHEZ Y 13 MINISTROS AUSENTES
Artículo de Paula Marcos publicado en Vozpópuli el pasado día 15
El Partido Popular ha denunciado la ausencia «masiva» del Gobierno en la próxima sesión de control en el Senado. En total, hasta trece ministros y el propio presidente, Pedro Sánchez, no estarán presentes para someterse a las preguntas de la oposición. La portavoz del PP en el Senado, Alicia García, ha criticado que el Ejecutivo decida afrontar los escándalos que le acorralan «bunkerizándose y negándose a dar la cara». «Esta desbandada generalizada demuestra que ante la descomposición en directo del Gobierno, los ministros no dan la cara y están en la estrategia del sálvese quien pueda», señala la popular.
Doce ministros no acudirán en las preguntas orales y Bolaños, además, tampoco estará en el turno de interpelaciones. Las sillas de María Jesús Montero, Yolanda Díaz, Sara Aagesen, José Manuel Albares, Margarita Robles, Óscar Puente, Pilar Alegría, Ángel Víctor Torres, Ernest Urtasun, Carlos Cuerpo, Diana Morant y Ana Redondo estarán vacías el próximo martes 16 de diciembre a las 16:00 horas. Esto significa que «más de la mitad del Gobierno se esconderá del Senado», denuncia Alicia García.
En esta línea, la portavoz del Grupo Parlamentario Popular (GPP) ha recordado que Pedro Sánchez lleva «desde hace más de 21 meses» sin pisar el Senado, «a pesar de estar obligado por ley a rendir cuentas en la Cámara Alta». La mitad de los ministros que faltarán a la sesión lo harán por una reunión con el Patronato de la Fundación Carolina; el ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha de encontrarse con la nueva Fiscal General del Estado.
Sin embargo, los ‘populares’ consideran que el mayor paradigma de las mentiras y la burla a los españoles para huir del Senado es la vicepresidenta Montero. Según reportan desde el PP, la ministra de Haciendo solo ha acudido a una de las diez sesiones de control que se han celebrado -y se celebrarán- entre septiembre de 2025 y enero de 2026.
«La mayoría de sus excusas son reuniones con organismos que dependen de ella», como Navintia o la SEPI, denuncia la portavoz popular. Asimismo, el PP afirma que no hay ninguna documentación oficial de dichas reuniones e, incluso, la mayoría ni siquiera figuran en la agenda del Gobierno. «Tanto está acostumbrada la vicepresidenta Montero a convivir con el fraude que sus excusas para no cumplir con su obligación democrática son un fraude», subraya García.
Ante las continuas ausencias masivas en las sesiones de control en el Senado, los popular están estudiando tomar «acciones legales y jurídicas para que el Gobierno respete el Parlamento». «La ausencia de Presupuestos, la colonización de las instituciones, la falta de transparencia, la corrupción como sistema de proceder y, ahora también, la huida sistemática del Parlamento para ser controlado por la oposición, hacen que este Gobierno sea lo más alejado a lo que debe ser una democracia de pleno derecho», denuncia Alicia García.
Además, la portavoz asegura que el Ejecutivo «está boicoteando al Senado bloqueando sus iniciativas legislativas» y que ahora también quiere «acabar con su capacidad de control». «Estamos ante el Gobierno más autócrata de nuestra historia democrática», indica.
Por último, Alicia García asegura que «pese a todas las huidas, las mentiras y la desfachatez de Sánchez y su Gobierno de resistencia contra la voluntad y los intereses de los españoles», el PP seguirá desarrollando su trabajo y «denunciando las ignominias de un presidente cercado por la corrupción, cada vez más preso de sus mentiras y más alejado de los valores y las necesidades de la sociedad española».
FEMINISMO SOCIALISTA: DE LA MANADA AULLADORA AL REBAÑO ENMUDECIDO
Artículo de Federico Jiménez Losantos publicado en Libertad Digital el pasado día 14
Hemos llegado hasta aquí con mil leyes feministas y «el Gobierno más feminista de la historia» lleno de abusadores sexuales, todos absolutamente impunes.
El escándalo de los abusos sexuales impunes en el PSOE es inseparable de la hegemonía ideológica del feminismo de izquierdas en la vida política de las últimas décadas y, en particular, en la legislación que, a la sombra de sus dogmas, se ha promulgado en España, desde la ley Viogen a la del Sí es Sí, pasando por todas las campañas y chiringuitos ocupados por las profesionales del sexismo, socialistas y comunistas. Hay miles de mujeres hoy cobrando muy buenos sueldos para defender la diferencia ante la ley de hombres y mujeres: todos los hombres, en principio, culpables, y todas las mujeres, inocentes, «hermana, yo si te creo…» …si no estorbas.
La superioridad moral de la izquierda que traga la derecha
En el fondo, esta ideología parte siempre de la superioridad moral que la izquierda se atribuye y que, silenciosa, acata la derecha política. Por eso hizo suya la ley Viogen, y Feijóo mantiene ese apoyo y hasta lo amplía, a pesar de que ni en la teoría ni en la práctica sea compatible con el Estado de derecho y con una visión liberal de la sociedad. El último libro de Soto Ivars demuestra, con casos escalofriantes, que además de un disparate liberticida, la ley Viogen produce lo que cabría llamar criminalidad de Estado, destrozando sádicamente desde la burocracia la vida real de gente inocente, cuyo único delito es haber nacido con el sexo equivocado… para la ley Viogen.
Pero como denunció el autor de Esto no existe en Es la Mañana de Federico de esRadio, eso no altera la convicción de Feijóo, de que el consenso siempre es bueno. Menos cuando, como en este caso, es malo, se pensará. Pues no. A la derecha le cuesta más rectificar sus errores que a la propia izquierda, y sólo cambia si cambian o rectifican sus enemigos. No es sólo tara del PP y de Feijóo, que lo es. Ciudadanos, por orden de Rivera y Arrimadas, votó a favor de la Ley del Sí es Sí, empujado por el progre desvaído Edmundo Bal. Rajoy y Rivera apoyaron a la secuestradora Juana Rivas. Salvo Ayuso, Cayetana y pocos más, al menos en público, la derecha siempre ha acatado la superioridad moral de la Izquierda, su ideología y su legislación sobre algo tan delicado como el comportamiento sexual, el consentimiento y los derechos civiles, que empiezan por el de la presunción de inocencia. Esto debe cambiar. Para hacerlo bien hay que ver cómo empezó, cómo hemos llegado hasta aquí, con mil leyes feministas y «el Gobierno más feminista de la historia« lleno de abusadores sexuales, todos absolutamente impunes.
La Manada, atropello consensuado al Estado de derecho
Si en términos legislativos, el origen de esta situación de impunidad machista en el PSOE es la aprobación de la ley Viogen, Ley contra la Violencia de Género que votaron las Cortes por aclamación, la gran movilización que borró cualquier atisbo de resistencia organizada contra la legiferación queer que vino después fue la de La Manada, una supuesta violación grupal que el tribunal de Pamplona y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra condenaron como agresión sexual, no violación, y uno de los tres jueces negando la existencia, por el vídeo que fue la única prueba legalmente admitida, ni siquiera agresión, y que la relación fue siempre consentida.
Una movilización batasuna, excitada por la presencia de un militar entre los hombres juzgados, con el apoyo de comunistas y socialistas, rodeó los tribunales navarros al grito de «¡no es agresión, es violación!», por supuesto, sin haber visto el vídeo de prueba. El PP y Ciudadanos se unieron raudos al clamor por juzgar en el Supremo lo ya juzgado en Navarra, y con el respaldo de los más insignes catedráticos penalistas, condenó la supuesta violación, sin ver pruebas, ni cumplir los mínimos trámites de la legalidad. En mi libro La vuelta del comunismo cuento en detalle aquella atrocidad.
La Derecha seguidista del PP y el radicalismo superizquierdista de Vox
Naturalmente, si una agresión puede ser considerada violación, y por aclamación, una violación pasará a ser legalmente sólo agresión. Y ese fue el origen de la Ley del Sí es sí, que se aprobó pese al aviso en este sentido que, después del bochornoso episodio de La Manada, hicieron muchos juristas. En la cuesta abajo del Estado de Derecho y con los comunistas de Podemos abonados a la ideología queer, llegó la Ley Trans, un crimen que, dada la identificación de Sánchez con la extrema izquierda, venció la resistencia de las feministas clásicas del PSOE. El PP, cobardeando siempre, se unió al Infectódromo del 8M, con Cuca Gamarra yendo de tapadillo por la acera, pero cuando la suelta de violadores en aplicación de la Ley se convirtió en escándalo, votó discretamente con la Izquierda su reforma, no su abolición.
En suma, ni PP ni Ciudadanos debatieron nada ni defendieron una postura mínimamente liberal. Y lo de Vox fue peor: criticó la Ley pero pidió cadena perpetua para los violadores, que, vista la literalidad de la Ley, puede ser cualquiera, hasta Abascal. Pero en esa demagogia sigue. Muerto Ciudadanos, el PP continúa a remolque de la izquierda, con la contumacia de Feijóo, entre tozuda y obtusa, de la que hablamos a propósito de Soto Ivars.
Si la izquierda es moralmente superior, los socialistas no serán violadores
Cuando el grupo dirigente sanchista se ha revelado carne de burdel y los casos de agresión sexual dentro del PSOE son noticia día tras día, se ha producido un doble fenómeno: la derecha ha criticado su hipocresía, pero no ha entrado en el verdadero escándalo que es la protección de los acosadores por las acosadas, y en especial por las mujeres encargadas de impedir ese comportamiento. Ni una de las que han denunciado haber sido agredidas en Moncloa ha presentado denuncia en un juzgado. Y la secretaria de Igualdad del PSOE, a propósito del caso Salazar, ha explicado que no denuncian ante la Fiscalía a los agresores sexuales «para proteger a las agredidas que no quieren denunciar». Las mismas que decían que siempre hay que denunciar ahora dicen que no hay que denunciar si las agredidas prefieren no hacerlo.
¿Y cómo van a denunciar a compañeros socialistas, moralmente tan superiores como ellas, e incluso más? Si fueran de derechas, lo harían sin dudar, pero, claro, siendo de izquierdas, hay que evitar el daño al partido, «destrozarles la vida», «pensar en su familia», sobre todo «su mujer e hijas» y todas esas quisicosas que se negaban a otros, pero la izquierda sí merece.
El silencio de las mujeres de la derecha política
Esta es la realidad del feminismo de izquierdas, hegemónico hasta la náusea en el discurso público, despótico en las leyes que ha impuesto pero indiferente a su efecto en las mujeres reales que padecen su dogmatismo y su incompetencia. Ni una dirigente socialista, ni, pese a su cacareo, ni una comunista han denunciado en la fiscalía o en el juzgado a estos agresores izquierdistas y a las encubridoras de sus delitos, que estos sí son de género.
Hay un cierto paralelismo entre la subordinación de las mujeres de izquierdas al sórdido interés de sus jefes, y el silencio de las mujeres de la derecha, que no esperan que sus hombres digan esta boca es mía. Hablan en las Cortes cuando les toca, pero no alzan la bandera del feminismo liberal, no vayan a mosquearse esos señoros de provincias que dominan el partido, tan despistados, tan medrosos, tan parecidos, en el fondo, a las charos de la izquierda, incapaces de quejarse sin permiso de sus hombres, de izquierdas.