La Conferencia Episcopal ha asegurado su supervivencia al menos hasta 2018
(Jesús Bastante).- Seis años después de su creación, 13TV, la televisión de la Conferencia Episcopal, comienza a virar levemente su rumbo. Los obispos españoles, a través de su Comité Ejecutivo, han defenestrado el matinal Más claro agua, dirigido por Isabel Durán, en lo que supone una apuesta por la despolitización de la emisora, sufragada en buena medida con el dinero de los contribuyentes a través de la «X» a favor de la Iglesia en la declaración del IRPF.
La sustituta de Durán será la periodista Nieves Herrero, quien conducirá Hoy es noticia, un magazine con mucha menos carga política y más información de consumo (crónica social, salud, tertulias e información general). El cese de Isabel Durán es el primero de los pasos que la emisora episcopal quiere dar para evitar la imagen de una televisión de la Iglesia posicionada con la derecha política y social.
Un estudio encargado por los propios obispos para evaluar su televisión concluía en mayo que la cadena «no propone el evangelio», es «culturalmente pobre», afín al PP y para «la tercera edad». Distintos expertos sugirieron en el informe «un cambio de guión» porque 13TV «no va por buen camino».
Los obispos apuestan por aportar un rostro más cercano a las «periferias» de las que tanto habla el Papa Francisco. De hecho, en la próxima parrilla tendrán mucha más cabida las temáticas sociales y la denuncia de situaciones como la de los refugiados o la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, en sintonía con lo que ha transmitido públicamente el pontífice.
Los cambios en 13TV no afectan, sin embargo, al programa estrella de la cadena, El Cascabel, que continuará emitiéndose, salvo sorpresa, una temporada más. Eso sí, con el mandato expreso de la propiedad -según han confirmado fuentes episcopales- de «abrir espacios de pluralidad» y de cambiar el tono agresivo que caracteriza a la tertulia dirigida por Antonio Jiménez.
En el ejercicio de 2015, 13TV consiguió una licencia propia -evitando así tener que pagar más de dos millones al año para alquilar su frecuencia a Unidad Editorial- y aumentó sus ingresos publicitarios en 11 millones. Pese a ello, la cadena episcopal cerró el año con 12,9 millones de euros de pérdidas; algo que no termina de preocupar a los responsables de la cadena, ya que la Conferencia Episcopal ha asegurado su supervivencia al menos hasta 2018.
Según los datos del Registro Mercantil, la cadena perdió esa misma cifra en el ejercicio de 2014. Con estas últimas cifras, las pérdidas de 13TV alcanzan ya los 63,5 millones de euros desde que la cadena comenzó su actividad en 2010. Todo ello pese a que 13TV alcanzó sus mejores resultados de audiencia, superando el 2% de share y colocándose como la emisora digital más seguida de España.
El futuro de la cadena dependerá de la capacidad de sus máximos responsables -los obispos- para afrontar los cambios necesarios con el objetivo de barrer la imagen de una televisión que «no es un canal plural desde el punto de vista religioso», como afirmaba el reciente informe valorado por la Conferencia Episcopal Española.
Porque, como señalaba el documento, el cambio en 13TV es «preciso» si la Conferencia Episcopal quiere mantener su propiedad: «La televisión de la iglesia española no va por buen camino ni en el objetivo de la presencia de la Iglesia en la sociedad ni en el diálogo con la cultura ni en la comunicación del Evangelio», subrayaban los expertos consultados.
