El arranque de la final de la Liga ACB entre Real Madrid y Valencia Basket ha dejado un nombre propio: Andrés Feliz.
El base dominicano, fichaje estrella de este verano por el conjunto blanco, firmó una actuación memorable para liderar el 1-0 en la serie y confirmar su condición de jugador diferencial.
La presencia de Feliz no solo ha cambiado el ritmo competitivo del Real Madrid, sino que ha aportado una dosis extra de energía e ilusión en una plantilla en plena renovación, donde las bajas y los nuevos fichajes han marcado un punto de inflexión tras una etapa histórica.
La historia deportiva y personal de Andrés Rafael Feliz Sarita es digna de mención.
Nacido en Santo Domingo en 1997, se crio en Guachupita, uno de los barrios más humildes y complicados de la capital dominicana. Allí, entre dificultades económicas y sociales, forjó el carácter que hoy le define sobre la pista: combativo, resistente y ambicioso.
De hecho, durante su infancia no siempre pudo disponer de zapatillas adecuadas para jugar al baloncesto y muchas veces utilizaba zapatos escolares o prestados. Hoy, cada vez que regresa a su barrio natal, lleva zapatillas para repartir entre los niños que sueñan con seguir sus pasos.
Ascenso meteórico hasta el Real Madrid
El trayecto deportivo de Feliz es un ejemplo de superación y progresión constante. Tras formarse primero en Estados Unidos—en la Northwest Florida State College, donde fue incluido en el primer equipo All-American de la NJCAA—y después en la Universidad de Illinois, dio el salto a España en 2021 para incorporarse al CB Prat. Su impacto fue inmediato: promedió casi 19 puntos por partido y se ganó el salto a la ACB con Joventut Badalona. En tres temporadas con el club verdinegro, sus registros no dejaron de crecer hasta convertirse en uno de los bases más valorados del campeonato—15 puntos, 4,3 rebotes y 4,3 asistencias por encuentro en su última campaña—y ser incluido en el quinteto ideal junto a nombres como Campazzo.
El propio director deportivo del Joventut define a Feliz como un jugador «muy competitivo», capaz de rendir tanto en defensa como en ataque y con un instinto especial para crecerse en los momentos decisivos. No es casualidad que varias aficiones le hayan premiado como mejor jugador del mes y que firmara algunas jugadas icónicas como aquel triple desde más de 20 metros sobre la bocina ante Bilbao Basket o los 27 puntos frente a Baskonia.
Un líder dentro y fuera del vestuario
El fichaje por el Real Madrid supuso para Andrés Feliz un salto definitivo a la élite europea. El club blanco ejecutó su cláusula de rescisión—medio millón de euros—tras comprobar su rendimiento sobresaliente tanto en Liga Endesa como en Eurocup. El propio entrenador madridista Chus Mateo lo ha calificado como un «jugadorazo» que «escucha, sabe lo que quiere, defiende y anota», señalando su capacidad para adaptarse rápidamente al ritmo del equipo más exigente del continente.
En su debut en una final ACB con el Real Madrid, Feliz demostró ser mucho más que un base organizador: fue generador ofensivo constante, agresivo hacia el aro y crucial en defensa. Sus virtudes no pasan desapercibidas para compañeros y rivales; además, destaca por un liderazgo silencioso pero efectivo y por la costumbre de lanzar rugidos motivacionales antes de cada partido—a modo de ritual—heredado desde sus tiempos en Badalona donde se ganó el apodo de El Tigre.
Curiosidades sobre Andrés Feliz
- Durante sus primeros años jugaba con unas zapatillas tan desgastadas que acabó apodando sus viejos tenis como “rompededos”. De ahí proviene uno de sus motes infantiles.
- Se considera muy supersticioso: mantiene pequeños rituales antes de saltar a pista.
- Es padre desde su etapa en Badalona; su familia reside actualmente entre España y República Dominicana.
- En la plantilla actual del Real Madrid conduce un BMW iX xDrive50, siguiendo la tradición blanca patrocinada por BMW.
- Suele repartir calzado deportivo entre jóvenes humildes cada vez que vuelve a Santo Domingo.
- En selecciones inferiores fue máximo anotador mundialista sub-19 (2015) e internacional absoluto desde los Juegos Panamericanos 2015.
- Su apodo «El Tigre» no solo responde a su rugido prepartido sino también a una personalidad indomable sobre el parqué.
Presente dorado e impacto internacional
A nivel internacional, Andrés Feliz ha sido pieza clave para República Dominicana tanto en categorías juveniles—donde logró medalla de oro Centrobasket sub-17 (2013) y bronce FIBA Américas sub-18 (2014)—como con la selección absoluta. En el reciente Mundial 2023 fue uno de los referentes dominicanos pese a caer eliminados antes del Top 8.
En palabras recientes recogidas tras su fichaje por el Real Madrid:
“Soy un base agresivo y creador”, se autodefine Feliz; “me gusta asumir responsabilidades y disfruto defendiendo tanto como atacando”.
Su llegada a Madrid coincide con una profunda remodelación del equipo tras las salidas históricas de jugadores como Sergio Rodríguez o Rudy Fernández. Junto a Campazzo forma ahora una dupla temible para cualquier rival europeo.
Balance tras el primer asalto
Con este primer triunfo ante Valencia Basket—donde la figura estelar fue sin duda Andrés Feliz—el Real Madrid asienta su candidatura firme al título liguero. Pero más allá del resultado inmediato, la irrupción definitiva del base dominicano simboliza una nueva era blanca marcada por dinamismo, carácter ganador y una historia personal que inspira dentro y fuera del baloncesto.
Su evolución será seguida muy cerca tanto por la afición madridista como por todos aquellos jóvenes que ven reflejada en él la posibilidad real de cumplir sueños sin importar las adversidades.
