Citroën comercializa uno de los turismos más transgresores del mercado, el C4 Cactus, un crossover que mezcla diferentes estilos, se mueve como un malabarista haciendo juegos entre lo estético y lo práctico, y trata de ser una alternativa a las berlinas compactas más tradicionales. Además es un modelo especial para Citroën España ya que la planta de Villaverde (Madrid) lo produce en exclusiva mundial estando disponible en los concesionarios de la marca por un precio base de 14.750 euros.
Aunque comparta siglas con el compacto de Citroën, el C4 Cactus deriva de una plataforma más pequeña, la misma que utilizan el C3 o C-Elysée. Una batalla de 2,60 metros (la misma que la del C4) y una respetable anchura de 1,73 m (7 centímetros menos que el C4) le permiten aprovechar al máximo el espacio interior (358 litros de maletero) en un cuerpo que se extiende 4,16 metros a lo largo, es decir, una longitud muy similar a modelos SUV-B como Peugeot 2008 o Renault Captur.
El C4 Cactus ofrece algunos elementos estéticos que lo hacen diferente a cualquier otro vehículo que circule por nuestras carreteras. Innovaciones tecnológicas, que según Citroën, son una apuesta rotunda por el diseño y la personalización pero también por el confort y un asequible coste de utilización. Y no hay nada más novedoso en la carrocería del C4 Cactus que los denominados Airbump, protecciones flexibles de piel suave que encierran cápsulas de aire que aminoran impactos. Están situados sobre los paragolpes y en los flancos de las puertas, estando disponibles en cuatro colores, Negro, Gris, Duna y Chocolate, y siendo combinables con las diez tonalidades principales en las que se puede pintar la carrocería.

Todas las versiones contarán de serie con los LED’s diurnos, y a pesar de su concepción de coche económico y ligero, se pueden montar equipamientos que aumenten su exclusividad. Por ejemplo, el techo acristalado “Glass Roof” de alta protección térmica y unas características barras de techo que pueden combinarse en el mismo color que las carcasas de los retrovisores exteriores. Por su parte, las llantas en los acabados superiores pueden tener un diámetro de hasta 17 pulgadas.
Hay cuatro niveles de acabado, Live, Feel, Shine y Business, más dos series especiales a las que se suman cuatro ediciones de lanzamiento. El C4 Cactus más básico cuenta con equipamientos como el asistente en pendiente Hill Assist, regulador de velocidad, los elevalunas delanteros eléctricos, así como alguna de las innovaciones de las que presume la gama, el limpiaparabrisas “Magic Wash” con boquillas más efectivas, la pantalla de 7” de la consola central, la guantera “Top Box”, o los seis airbags entre los que destaca el novedoso “Airbag in Roof” que protege al copiloto con una bolsa de aire que emerge del techo y no del salpicadero como ocurre normalmente. Para los acabados superiores quedan la climatización, el navegador, o la cámara de visión trasera con sensores de parking posteriores.
Mecánicamente, el C4 Cactus sale al mercado con tres motores, aunque para otoño, habrá un cuarto. De momento, el cliente tendrá que elegir entre un único motor gasolina VTi de tres cilindros y 82 cv de potencia y dos bloques turbodiésel e-HDi de 92 cv y BlueHDi de 100 cv. La cuarta motorización, gasolina, será un tricilíndrico con turbocompresor de 110 cv de la nueva familia PureTech. Según la mecánica, habrá disponible cambios manuales de cinco velocidades o transmisiones manuales pilotadas de cinco (ETG5) o seis (ETG6) relaciones.

Este tipo de motores compactos y eficientes (los BlueHDi y PureTech con tecnología Start & Stop) congenian a las mil maravillas con el espíritu de coche ligero y sencillo que tiene el C4 Cactus. Y es que uno de los principales objetivos en el desarrollo del vehículo ha sido no sobrecargar su peso total (el C4 Cactus pesa 965 kilogramos, 200 kg menos que un C4), pudiendo asegurar un rendimiento mecánico óptimo tanto a nivel de prestaciones (entre 171 y 184 km/h de velocidad punta, según versión) como de consumos (entre 3,4 y 4,6 l/100 km).
