La vida de Leonor de Borbón a bordo del Juan Sebastián Elcano dista mucho de la imagen solemne que suele asociarse a la realeza. Desde que embarcó en enero como guardiamarina, la Princesa de Asturias vive inmersa en el día a día naval, asumiendo tanto las exigencias del riguroso programa de formación como los momentos distendidos junto a sus compañeros. En esta etapa, la convivencia, el deporte y los pequeños gestos cotidianos cobran un valor especial.
Durante las largas jornadas en alta mar, el tiempo libre se convierte en un respiro muy esperado. Según han desvelado varios compañeros de promoción, la Princesa participa activamente en las competiciones internas que animan la vida a bordo. Hay torneos reglados de cartas, como el mus —el ganador se lleva incluso un jamón—, y pruebas deportivas como dominadas, donde el ambiente es tan intenso como divertido: “Intentamos hacer competiciones de prácticamente todo para darle intensidad y pasarlo mejor”, comenta uno de los guardiamarinas. Estas actividades contribuyen a estrechar lazos y fomentar la igualdad entre los tripulantes, algo que destaca especialmente una compañera de Leonor: “No hay ningún tipo de distinción respecto a nuestros compañeros. Hacemos todo con ellos, mismas oportunidades y todo igual”.
Formación naval: aprendizaje práctico y tradición familiar
Pero no todo es ocio. La instrucción ocupa buena parte del tiempo a bordo. La Princesa asiste diariamente a clases teóricas sobre navegación, historia marítima y estrategia naval. También participa en maniobras prácticas: izado y recogida de velas, trabajos en cubierta —equipada con el mono rojo reglamentario— o subida a los mástiles para familiarizarse con las rutinas propias del barco escuela. El uso del sextante para determinar la posición del buque o la exposición de temas ante sus compañeros forman parte de su aprendizaje diario.
Leonor sigue así una tradición familiar que han recorrido antes su padre, Felipe VI, y su abuelo, Juan Carlos I, quienes realizaron el mismo crucero formativo años atrás. Esta experiencia no solo forja competencias profesionales, sino que refuerza el vínculo histórico entre la monarquía española y la Armada.
Escalas internacionales: cultura, diplomacia y reencuentros
A lo largo de los seis meses de travesía, el Juan Sebastián Elcano ha recalado en puertos emblemáticos como Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay), Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Cartagena (Colombia) o Santo Domingo (República Dominicana). En cada escala, la Princesa representa a España en actos oficiales y culturales, visitando instituciones locales o participando en eventos conmemorativos como los 500 años de Santa Marta.
Uno de los momentos más personales fue el reencuentro con su madre, la Reina Letizia, durante la escala en Panamá tras más de cuatro meses sin verse. Un abrazo espontáneo entre ambas evidenció el lado humano detrás del protocolo real.
Curiosidades sobre Leonor: más allá del uniforme
A bordo del Elcano, Leonor ha mostrado facetas poco conocidas:
- Se ha estrenado como comunicadora grabando mensajes para programas de radio emitidos desde el propio barco, siguiendo así los pasos periodísticos de su madre.
- Forma parte activa del grupo reducido de mujeres guardiamarinas —nueve este año frente a 67 varones— pero disfruta exactamente las mismas actividades y responsabilidades que sus compañeros.
- Demuestra una actitud cercana e integradora dentro del grupo: participa tanto en las tareas más exigentes (como subir al palo mayor) como en las anécdotas cotidianas (juegos o charlas informales).
- Es aficionada al deporte y aprovecha cualquier ocasión para ejercitarse en cubierta.
Diez curiosidades destacadas sobre la Princesa Leonor
- Es la primera mujer heredera al trono español en recibir formación militar completa.
- Ha navegado por ambos hemisferios antes de cumplir 20 años.
- Domina inglés y francés además del español.
- Ha jurado bandera tanto en tierra como en alta mar.
- Fue galardonada con el Toisón de Oro por su padre.
- Participa activamente en iniciativas solidarias juveniles.
- Mantiene contacto frecuente con sus padres durante las escalas internacionales.
- Se ha formado también fuera de España (Gales).
- Siente especial interés por la historia marítima.
- Ha sido portada internacional como símbolo del relevo generacional.
Un viaje que marca carácter
La convivencia diaria y el aprendizaje colectivo fortalecen el liderazgo y la empatía de quien está llamada a ser Jefa Suprema de las Fuerzas Armadas españolas. Los meses vividos entre velas y camarotes están dejando huella no solo en su formación profesional, sino también personal.
En palabras recogidas durante una entrevista radiofónica especial emitida desde el propio barco: “Hacemos competiciones de todo”. Y así es: entre clases magistrales, maniobras exigentes y ratos lúdicos, Leonor forja amistades, aprende valores esenciales y se prepara para asumir un papel clave en la historia contemporánea española.
