La imagen es difícil de olvidar: un niño de apenas 10 años, desorientado y solo en la terminal del aeropuerto de El Prat, mientras sus padres y su hermano pequeño ya están sentados en un avión, listos para despegar hacia sus vacaciones.
La escena, que se produjo este miércoles, 30 de agosto de 2025, durante la operación salida del verano, ha provocado una oleada de críticas y perplejidad en redes sociales y entre los propios trabajadores del aeropuerto, que no daban crédito ante la decisión tomada por la pareja.
No hay información explícita que indique la nacionalidad exacta de los padres que abandonaron a su hijo en El Prat.
Sin embargo, se menciona que el niño tenía un pasaporte español que requería un visado para viajar, lo que no tenía, y que el pasaporte de su país de origen estaba caducado.
Esto sugiere que los padres podrían ser de un país no perteneciente a la Unión Europea.
Según los testimonios recabados y difundidos por personal del aeropuerto, todo comenzó cuando la familia se disponía a volar hacia su país de origen.
Al llegar al control de documentación, el personal detectó que el niño mayor tenía el pasaporte caducado y carecía del visado necesario para embarcar.
Lejos de buscar una alternativa o esperar a resolver el problema, los padres optaron por dejarle en tierra, asegurando —según relataron después a la Guardia Civil— que un familiar acudiría a recogerle más tarde. Mientras tanto, ellos embarcaron junto al hijo menor para no perder el vuelo.
La cronología del abandono
La sucesión de hechos resulta tan sorprendente como preocupante:
- La pareja viaja con dos hijos menores.
- Al pasar el control, se descubre que el hijo mayor no puede volar por tener el pasaporte caducado.
- Deciden dejar al niño solo en la terminal, sin la supervisión de un adulto.
- Embarcan con su otro hijo pequeño y ocupan sus asientos en el avión.
- El menor permanece varios minutos desorientado hasta que personal aeroportuario da la voz de alarma tras localizarle en una zona restringida.
- Se emiten avisos por megafonía pero ningún pasajero responde.
- El avión, que ya había iniciado maniobras para despegar, regresa a la plataforma por orden de la torre de control.
- Finalmente, los padres reconocen ser los tutores del menor cuando son requeridos por la Guardia Civil.
La reacción del personal fue inmediata. Una coordinadora aérea, testigo directa, compartió su incredulidad en redes sociales: “Para ellos era algo normal. Para mí no lo era, y para la Guardia Civil tampoco”, explicó en un vídeo que se ha hecho viral. “¿En qué cabeza cabe dejar a tu hijo solo, llamar a un familiar —que igual tarda una hora o tres— y tú subirte al avión como si nada?”, relataba aún sorprendida.
Actuación policial y consecuencias legales
El incidente obligó a interrumpir las operaciones del vuelo afectado:
- El comandante tuvo que volver al finger.
- Se inició un nuevo procedimiento para localizar y desembarcar las maletas asociadas a la familia.
- Los padres fueron identificados y trasladados junto a sus hijos a comisaría dentro del propio aeropuerto.
La Guardia Civil investiga ahora si podría haber delito de abandono temporal de menor. Las autoridades recuerdan que dejar solo a un menor en un entorno público constituye una infracción grave y puede acarrear sanciones administrativas o incluso penales dependiendo de las circunstancias y del riesgo generado para el niño.
Debate social: ¿Normalización o negligencia?
El caso ha abierto un intenso debate sobre los límites de la responsabilidad parental y las consecuencias legales de este tipo de actuaciones. Entre los comentarios más repetidos en redes sociales destaca:
- La sorpresa ante la aparente “normalidad” con la que los padres reconocieron los hechos.
- El desconcierto ante la decisión de priorizar las vacaciones sobre el bienestar del menor.
- La preocupación porque situaciones similares puedan repetirse.
Muchos usuarios han criticado abiertamente lo sucedido. “Dejar a un niño pequeño solo en un aeropuerto es ponerle en riesgo innecesario”, señala una usuaria. Otros insisten en que debería revisarse el protocolo para impedir que adultos viajen dejando atrás a menores bajo cualquier circunstancia.
Perfil del menor y reacciones emocionales
Aunque no han trascendido datos personales ni detalles específicos sobre el niño abandonado —por protección legal— sí se sabe lo siguiente:
- Es un niño español de 10 años.
- Viajaba con sus padres y un hermano pequeño.
- Su reacción fue de desconcierto y cierto temor inicial, aunque colaboró con los agentes cuando fue localizado.
El impacto emocional sobre el menor todavía está por determinarse, pero psicólogos consultados por medios apuntan al posible riesgo de ansiedad o pérdida de confianza hacia las figuras parentales tras una experiencia tan traumática.
Anécdotas y curiosidades
El episodio ha dejado algunas situaciones insólitas dignas de reseñar:
- El vídeo donde una trabajadora narra lo sucedido ha superado las 150.000 visualizaciones en apenas unas horas.
- Se requirió volver a cargar toda la hoja operativa del vuelo (pasajeros, equipajes) tras desembarcar a los padres.
- La familia alegó ante las autoridades que “llamarían a un familiar” como solución válida al problema logístico generado por el pasaporte caducado.
- Algunos pasajeros se mostraron más indignados incluso que el personal aeroportuario: “No lo podíamos creer; todo el mundo se preguntaba cómo puede pasar algo así”, afirma uno de ellos.
Claves legales y sociales
Este suceso pone sobre la mesa varias cuestiones relevantes:
- Abandono temporal: En España puede considerarse delito si implica riesgo claro para el menor.
- Falta administrativa: Aunque no llegue al nivel penal, puede acarrear multas e intervención de servicios sociales.
- Responsabilidad parental: La ley exige velar siempre por la seguridad física y emocional del hijo.
En definitiva, este caso sirve como ejemplo extremo —y muy mediático— de lo que nunca debe ocurrir cuando surgen imprevistos relacionados con documentación o viajes familiares. Las autoridades insisten: ante cualquier dificultad con menores en tránsito internacional, es obligatorio priorizar siempre su protección física y emocional frente a cualquier otro interés personal o logístico.
