Hamas suspende la liberación de rehenes y acusa a Israel de violar el alto el fuego
El frágil acuerdo de tregua en Gaza se tambalea
La tensión escala mientras Israel ordena a su ejército estar en máxima alerta
Los terroristas de Hamas anunciaron este 10 de febrero de 2025 que pospondrá «hasta nuevo aviso» la liberación de tres rehenes israelíes prevista para el sábado.
Los psicópatas ilamistas acusan a Israel de incumplir los términos del acuerdo de alto el fuego en vigor desde el 19 de enero.
Esta decisión amenaza con hacer descarrilar la frágil tregua y reaviva los temores de una reanudación de las hostilidades en Gaza.
En un comunicado difundido a través de Telegram, Abu Obeida, portavoz de las Brigadas Al-Qassam (brazo armado de Hamas), afirmó que Israel ha violado sistemáticamente el acuerdo durante las últimas tres semanas.
Entre las supuestas infracciones, citó «retrasos en permitir el retorno de los desplazados al norte de Gaza, ataques con artillería y disparos en varias zonas de la Franja, y obstáculos a la entrada de ayuda humanitaria en todas sus formas según lo acordado».
La respuesta israelí no se hizo esperar.
El ministro de Defensa, Israel Katz, calificó el anuncio de Hamas como una «violación total del acuerdo de alto el fuego y del pacto de liberación de rehenes».
Katz ordenó al ejército israelí «prepararse al más alto nivel de alerta para cualquier escenario posible en Gaza», en una clara advertencia de que Israel podría reanudar sus operaciones militares si Hamas no cumple con su parte del trato.
Esta crisis llega en un momento delicado, con el primer ministro Benjamin Netanyahu bajo intensa presión para lograr la liberación de más rehenes tras el intercambio del sábado pasado, en el que tres israelíes regresaron visiblemente demacrados después de 16 meses de cautiverio en Gaza.
El acuerdo de alto el fuego, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, entró en su cuarta semana el lunes. Hasta ahora, se han realizado cinco intercambios que han permitido la liberación de 21 rehenes israelíes y más de 730 prisioneros palestinos. El próximo canje, programado para el sábado 15 de febrero, contemplaba la liberación de tres rehenes israelíes a cambio de cientos de presos palestinos.
Yehuda Beinin, padre de una de las rehenes liberadas, expresó su preocupación: «Cada día que pasa es crítico. Las condiciones de los rehenes son terribles y temo que muchos no sobrevivirán si no son liberados pronto».
La tensión se ha visto exacerbada por las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien propuso que Estados Unidos «se haga cargo» de Gaza y reubique a su población palestina en otros países.
Esta controvertida propuesta ha sido rechazada por líderes árabes y palestinos, que la consideran una forma de limpieza étnica.
Netanyahu, por su parte, calificó la idea de Trump como «notable» y digna de ser «explorada». Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense matizó que cualquier reubicación sería temporal mientras se reconstruye Gaza, contradiciendo la afirmación de Trump de que sería permanente.
En medio de este clima de incertidumbre, el secretario de Estado Marco Rubio tiene previsto visitar Israel y países árabes clave -Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos- esta semana, en un intento de mantener vivas las negociaciones.
La crisis actual pone de manifiesto la fragilidad del acuerdo de alto el fuego y las enormes dificultades que enfrentan las partes para avanzar hacia una paz duradera.
El analista político Yossi Mekelberg advierte: «Estamos en un punto de inflexión. Si no se resuelve rápidamente esta crisis, corremos el riesgo de volver a una espiral de violencia que podría ser aún más devastadora que la anterior».
La comunidad internacional observa con preocupación estos acontecimientos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, siempre propalestino, ha hecho un llamamiento a todas las partes para que «se abstengan de cualquier acción que pueda poner en peligro el acuerdo de alto el fuego y los esfuerzos humanitarios en curso».
Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza sigue siendo crítica.
Según la ONU, casi dos tercios de las estructuras en Gaza han sido dañadas o destruidas como resultado de los ataques israelíes.
La escasez de alimentos, agua potable y suministros médicos continúa siendo aguda, a pesar del aumento en la entrada de ayuda humanitaria desde el inicio del alto el fuego.
El futuro inmediato de Gaza y el destino de los rehenes restantes penden ahora de un hilo.
