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¿Quién le coloca el cascabel a Trampa,…?

Ángel Sáez García 07 Mar 2025 - 14:00 CET
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¿QUIÉN LE COLOCA EL CASCABEL A TRAMPA,

QUE ES LA EXCEPCIÓN, PUES A SUS ANCHAS CAMPA?

Una vez mejorado y puesto al día el remozado manual de instrucciones (que otras/os denominan de estilo) del presidente de la República de Mundo Nuevo, John Rampa (a quien desde que su némesis, un clon de Miguel de Unamuno y Jugo —a quien, por cierto, él, a su vez, ha dado en llamar, despectivamente, lo que es un honor para el motejado así, viniendo de quien viene dicho alias, “mosca cojonera”—, acertó al ponerle una prótesis, al añadirle la mayúscula letra te inicial a su primer apellido, es lógico y normal que todo quisque, con evidente e irónico sentido del humor le conozca con el vocablo resultante, Trampa, que le cuadra o encaja como alianza al dedo anular, si tenemos en cuenta lo mucho que el sujeto en cuestión miente), cuando sea divulgado (hay quien sostiene que ya ha sido propalado, a conciencia, por su machacón servicio de propaganda), esto es, vox populi, pronto quedará asentado su leitmotiv, idea fuerza o tema recurrente, proverbial, de que la realidad y su relato, el que lleve su firma y retrato, son lo mismo, de que la una sin el otro no se sostiene en pie, y viceversa; y, por ende, a la postre, que el uno sin la otra acabarán, si damos tiempo al tiempo, en agua de borrajas o cerrajas, en nada.

Trampa está persuadido de que su narración, tras un baño rápido por el estanque de la inteligencia artificial, IA, un secado y un peinado oportunos, llegará a ser no un sustituto de la realidad, sino la realidad misma.

La idea de Trampa de que el jumelage o hermanamiento de ficción y realidad, de que su fusión es imbatible, adjetivo que no se mantiene en pie cuando los miembros de ese binomio van separados, cada vez tiene más defensores y menos detractores. ¿Por qué? Porque esa aleación o alianza deviene en un dúo o tándem irrebatible, visto lo visto; así que, insisto, cada vez son menos los que la ponen en duda. ¿Acaso no le sirvió ese apareamiento o emparejamiento para salir airoso, legítimo vencedor, de unas elecciones generales en Mundo Viejo, que él, sin consultar ni contar con nadie (si pedir permiso no figura entre sus atribuciones, cabe inferir que pedir disculpas o perdón menos) ha cambiado por Mundo Nuevo?

En Lejolandia, agrupación de países separados por un océano, sí, de Mundo (Viejo) Nuevo, sus ciudadanos estamos más acojonados que acongojados, por lo que pueda ocurrir, ya que una nación amiga ha pasado a ser, en pocos días, con el mero cambio de sheriff, en enemiga.

Reconozco que yo, un optimista redomado, a machamartillo, tras ver cómo se las gasta (quien las gesta, que no son hazañas o proezas, no, sino despropósitos indigestos sin cuento) el Gorila (que no es Maguila, pero, como él, acaba rompiendo todo lo que sea frágil o pueda quebrarse) faltón, he advertido que me ha salido una espinilla de catastrofismo en la cara y, como si fuera el adolescente que fui otrora, he procedido a extraérmela, sin hacerme dado con las uñas.

¿Quién le coloca el cascabel a Trampa, que es la excepción, pues a sus anchas campa

   Ángel Sáez García

   angelsaez.otramotro@gmail.com

Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza. Casado (con la literatura —en traducción libre, literaria, “si la literatura no lo es todo, no vale la pena perder una hora con ella”, Jean-Paul Sartre dixit—, solo con […]

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