Donald Trump ha asestado otro golpe contundente al núcleo económico de Venezuela.
A través de un mensaje en Truth Social, el presidente de Estados Unidos anunció el establecimiento de un bloqueo total sobre los petroleros sancionados que operen en el país sudamericano.
Esta medida tiene como objetivo frenar los ingresos petroleros del gobierno de Nicolás Maduro, a quien se le imputa terrorismo, narcotráfico y la apropiación indebida de activos estadounidenses.
La decisión se produce en medio de semanas de creciente tensión en el Caribe.
Estados Unidos ha movilizado miles de tropas, buques de guerra y un portaaviones en las proximidades de las costas venezolanas. Trump sostiene que Venezuela está «completamente rodeada» por la mayor fuerza naval que se haya visto en la región.
Presión militar y económica sin precedentes
Este bloqueo se suma a una serie de acciones recientes. La semana pasada, fuerzas estadounidenses capturaron un petrolero con crudo venezolano frente a las costas del país, que navegaba bajo una bandera falsa de Guyana y mantenía conexiones con Irán y Hezbolá. La tripulación era rusa y su destino final era Cuba. Este incidente provocó la indignación de Maduro, quien lo calificó de «piratería».
Trump respalda sus acciones con acusaciones contundentes.
Asegura que el «régimen ilegítimo de Maduro» utiliza campos petroleros robados para financiar actividades criminales como el narcoterrorismo, la trata de personas, asesinatos y secuestros. Por ello, ha designado a todo su régimen como una organización terrorista extranjera, ampliando las etiquetas previas aplicadas al Cártel de los Soles y al Tren de Aragua.
El Cártel de los Soles juega un papel central en esta ofensiva. Según la descripción estadounidense, es una red criminal liderada por Maduro, Diosdado Cabello y altos mandos militares venezolanos. Su nombre proviene de las insignias utilizadas por los generales en Venezuela. Desde hace años, se le acusa de narcotráfico, contrabando de gasolina y minería ilegal. El Departamento de Estado, bajo la dirección de Marco Rubio, lo catalogó oficialmente como grupo terrorista el 16 de noviembre.
Entre las acciones contra el Cártel destacan la designación como FTO (grupo terrorista extranjero), lo que habilita más operaciones militares; ataques a narcolanchas: más de 20 destruidas en el Caribe y el Pacífico, con entre 83 y 90 muertos y sanciones impuestas a PDVSA desde 2019; la filial Citgo fue decomisada con apoyo del opositor Juan Guaidó.
Desde Caracas, la respuesta de Maduro ha sido afirmar que el Cártel es «inexistente» y califica las medidas adoptadas como «mentiras» que solo buscan justificar una invasión. Ha convocado protestas entre trabajadores petroleros contra la «piratería yanqui». La Cancillería habla abiertamente de «una amenaza temeraria» y exige rectificaciones.
