Una curiosa forma de explicar su ‘Salvad a Zaplana’, título del artículo de opinión que firma en ‘eldiario.es’ la inefable Elisa Beni, que da la nota uniéndose al coro de voces que piden la excarcelación de Eduardo Zaplana por motivos humanitarios, desde José María Aznar a Pablo Iglesias. (El cirujano que trasplantó la médula a Zaplana pregunta públicamente: «¿Esta siendo torturado?»).
Lo acusa de «soberbia, altanería y prepotencia» y proclama a los cuatro vientos:
«Yo soy una damnificada de Eduardo Zaplana». (La juez presiona a los médicos para que devuelvan a prisión ya al ‘moribundo’ Zaplana).
Tras señalar que el también expresidente de la Generalitat valenciana fue «uno de los padres de las teorías conspiratorias del 11M» y que como la Justicia no hizo ningún caso a sus «falacias» se vengó con ella.
«Miren que me gusta poco hablar en primera persona, pero en este caso me parece pertinente (…). Él, y otras, se ocuparon de cobrarse pieza en mí. Una patada en mi culo que iba dirigida a quien no podían alcanzar, en una represalia totalmente política y desprovista de cualquier justificación profesional».
El capítulo al que se refiere Beni ocurrió hace diez años. Ella, entonces jefa de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, escribió un libro sobre la sentencia del juicio de los atentados del 11-M titulado La soledad del juzgador. Éste tenía como protagonista a su entonces marido, el juez Javier Gómez Bermúdez, ponente de aquella sentencia.
La polémica que suscitó aquello fue enorme, según recuerda ‘EsDiario’, hasta el punto de que la la comisión de comunicación del CGPJ acordó la destitución de Beni por «pérdida de confianza» por cuatro votos a favor y una abstención. Según Beni fue cosa del PP, que al no poder vengarse de Gómez Bermúdez la usó a ella.
La periodista sostiene en su artículo que aquello son «tiempos pasados», pero sangra por la herida. No obstante se queja de que Zaplana, «siendo un preso preventivo, es de peor clase que un condenado. Ningún juez de Vigilancia Penitenciaria le mantendría en prisión en estas condiciones:
«Eduardo Zaplana debe ser excarcelado por motivos humanitarios sea cual sea su participación en la corrupción o sea cual sea su estela de altanería y prepotencia. No es sólo por él, es por todos nosotros. La crueldad, la ceguera, la falta de apoyo en la ciencia, la prepotencia del que tiene la sartén por el mango no engrandecen el Estado de Derecho sino que contribuyen a enfangarlo».
«La juez de Instrucción que lo mantiene imputado y en prisión preventiva, Isabel Rodríguez, parece no tener capacidad para comprender lo que técnica y científicamente se le expone.
Eso que ustedes mismos ya han comprendido, que una persona con ese nivel de complicaciones y de riesgo de infección, que no podría superar, no puede estar en una prisión conviviendo con todo tipo de reclusos aquejados cada uno de cosas diversas, de un resfriado a una tuberculosis».
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