Alfonso Ussía relata este 29 de mayo de 2019 con mucho arte y cachondeo el batacazo que se ha pegado Podemos en las elecciones autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo de 2019. Utiliza la figura del romance en su tribuna de La Razón, un artículo que provocará más de una risa, salvo en la calle Princesa de Madrid, sede del partido de Pablo Iglesias –Ussía coge por la solapa a Kichi: «Tiene que disculparse por reirse del mugido del miserable que se estercoló en los muertos de la Guardia Civil»–:
Hay que ver el batacazo/ que se ha pegado Podemos/ con los votos de la gente/ en corto plazo de tiempo./ Perdió en abril treinta escaños/ en un pispás, del Congreso/ y se ofreció a ser ministro/ en el futuro Gobierno,/ y en mayo ha perdido más/ que mi tío bisabuelo/ que por una arpía mujer/ perdió el campo, su dinero,/ su casa en San Sebastián,/ su pertenencia al Consejo/ del Banco de Filipinas/ y en Madrid, su picadero/ sito en Hermosilla veinte/ semiesquina a Claudio Coello./ Mi pariente, hombre de honor,/ sumido en el desconsuelo,/ con los bolsillos vacíos/ y desmesurados cuernos,/ una mañana de junio/ se indumentó con esmero,/ buscó un precipicio amable/ entre Orio y el Monte Igueldo,/ prendió un grueso puro habano,/ regaló su aroma al viento,/ y se lanzó hacia las rocas/ como un Ícaro resuelto/ quedando entre las espumas/ rigurosamente muerto./
Relata con mofa que al final ve a Iglesias encargando la venta de su casoplón a una inmobiliaria –La tremenda patada en el culo que le da Ussía a la ‘Sultana’, los comunistas y señora de Kichi-:
No quiero que Pablo Iglesias/ -ni lo busco, ni lo espero-,/ se comporte como antaño/ hizo mi tío bisabuelo./ Pero le muestro la muestra/ y lo pongo como ejemplo,/ de resolución extrema/ al fracaso manifiesto./ Repasado el resultado/ electoral de Podemos/ no se puede ir por la vida/ con tanto orgullo altanero./ No le pido que se lance/ de un precipicio cimero,/ pero sí que reaccione/ como un hombre, ante el entuerto/ que ha sumido a su partido/ rozando el pasmo del cero./ De las ruinas económicas/ conozco sus contratiempos/ sus graves inconvenientes/ y sus engorros supremos./ Y entiendo que si dimite/ ni Soros va a socorrerlo/ ni el ayathóla de Irán,/ ni el tirano petrolero,/ y puede ser que se vea/ obligado por los hechos/ a encomendarle a Gilmar/ La venta de su recreo/ del chalé de la Navata/ y del jardín de sus sueños,/ y renunciar a domingos/ de barbacoas, requiebros/ risas, chistes, chapuzones/ ironías y gracejos,/ con amigos e invitados/ llegados con Monedero,/ con la Serra y Echenique/ Mayoral, y con Alberto/ Garzón, el de Izquierda Unida/ que es muy tontito, por cierto./ -Pablo, diles a ellos y ellas/ o mejor, a ellas y ellos/ que a pesar del resultado/ del domingo, seguiremos/ al frente de ellos y ellas/ en la nave de Podemos-,/ le susurró en una oreja/ su dulce Irene Montero./ Y Pablo, sentimental/ recordando lo que Pedro/ le dijo a Oriol Junqueras/ en la farsa del Congreso/ le respondió con ternura/ a Irene, dándole un beso:/ -Mi tronca, no te preocupes; / si te parece, lo vemos-. Y para mí, que lo han visto/ y se quedan, de momento –Monedero enloquece con Ana Rosa Quintana y hunde a Sánchez contando su secreto-.
Dice Ussía que Podemos está siendo especialista en destruirse a sí mismo –Alfonso Ussía tira del caballo de papá a la podemita ‘ni-ni’ Isa Serra-:
Y pensándolo mejor,/ que se queden es muy bueno./ Es muy bueno para España/ que resistan en Podemos/ porque si han perdido tanto/ en tan poquísimo tiempo,/ gracias a sus meteduras/ de pata, a sus vituperios,/ a sus mensajes de odio/ y a sus chorradas sin freno,/ en menos que canta un gallo/ se va al carajo Podemos/ sin que nadie los empuje/ con malos modos groseros./ Con Pablo Iglesias e Irene/ marcharán hacia el desierto/ por culpa de ellos y ellas/ o más bien, de ellas y ellos.
Considera que el resultado de Cádiz es apenas una gota de agua en un desierto –Alfonso Ussía: «El podemita Kichi es un ceporro que no vale ni para insultar»-:
En Cádiz les queda el ‘Kichi’/ pero es muy breve el consuelo,/ porque han perdido de golpe/ todos los ayuntamientos/ todas las autonomías/ y los predios europeos./ Han perdido la vergüenza/ si es que una vez la tuvieron,/ las formas, la dignidad,/ la coherencia y el verbo./ Eso sí, puede ocurrir/ que Sánchez no encuentre remos/ entre los separatistas/ y se acuerde de Podemos/ que con apoyos tan leves/ mucho daño puede hacernos/ con el futuro de España/ en manos de tantos necios./ Y quien ha perdido todo/ sea ministro del Gobierno. Que Sánchez es mucho Sánchez,/ desde su resentimiento.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72


