OTRO EPISODIO COMPROMETEDOR DEL EXMINISTRO

Ábalos y su juerga con cocaína en el Parador de Sigüenza: los trabajadores hablan

De acuerdo a The Objective, el exnúmero dos del PSOE habría protagonizado una fiesta con excesos y destrozos en mayo de 2021

Ábalos y su juerga con cocaína en el Parador de Sigüenza: los trabajadores hablan

El escándalo que rodea a José Luis Ábalos, exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, parece no tener fin. Tras las revelaciones sobre su implicación en el caso Koldo y la filtración de sus mensajes con Pedro Sánchez, ahora surge un nuevo episodio que vuelve a poner en entredicho su conducta durante su etapa como alto cargo del Gobierno. Según ha publicado el diario The Objective, Ábalos habría protagonizado una fiesta con excesos en el Parador de Sigüenza en mayo de 2021, dejando tras de sí una habitación con destrozos y restos de cocaína.

Lo más grave de este nuevo escándalo es que los hechos ocurrieron en plena pandemia, cuando el Gobierno que él mismo integraba mantenía estrictas restricciones sanitarias para el resto de ciudadanos. Este episodio se suma al ya conocido del Parador de Teruel, donde también habría organizado otra juerga similar con resultados parecidos.

La suite 210, escenario del escándalo

Según los testimonios recogidos por The Objective, los hechos tuvieron lugar en la habitación 210 del Parador de Sigüenza, la única suite del establecimiento que cuenta con salón independiente. Esta característica habría permitido a Ábalos y sus acompañantes prolongar la fiesta más allá de las 23 horas, cuando el comedor y la cafetería del hotel ya habían cerrado.

El exministro no habría acudido solo. De acuerdo con los relatos de los trabajadores, llegó acompañado por su entonces asesor Koldo García Izaguirre, tres escoltas, Andrea de la Torre (con quien posteriormente mantendría una relación sentimental) y otras dos mujeres que el personal interpretó como prostitutas. El grupo ocupó cuatro habitaciones: la 208, 209, 210 y 211, siendo la 210 la suite presidencial utilizada por Ábalos y su pareja, mientras que Koldo García habría compartido la 211 con las otras dos mujeres.

La escena que encontraron los empleados de limpieza al día siguiente fue desoladora: mobiliario dañado, copas de vino derramadas, el mando de la televisión roto y, lo más grave, restos de cocaína. Esto obligó a realizar un operativo de limpieza urgente para intentar borrar cualquier rastro de lo sucedido.

Polémica sobre la veracidad de los hechos

La publicación de esta información ha desatado una intensa polémica mediática. Mientras Teresa Gómez, redactora de tribunales de The Objective, defiende la veracidad de su exclusiva basándose en los testimonios de varios trabajadores del Parador, miembros de la ‘brunete pedrete’ cuestionan la información, alegando la existencia de un informe policial y un registro de hospedaje que probarían que Ábalos no estuvo alojado allí en las fechas señaladas.

Sin embargo, los trabajadores del Parador insisten en la veracidad de su relato y aseguran que, aunque no pueden precisar la fecha exacta, los hechos ocurrieron entre mediados y finales de mayo de 2021, una semana antes de su destitución. Además, señalan que no se siguió el protocolo habitual ante desperfectos en habitaciones, no hubo partes de incidencia oficiales y el asunto se convirtió en un tema tabú entre el personal, conscientes de que el huésped implicado era una alta autoridad del Gobierno.

También denuncia que el ministro se habría alojado sin registrarse, razón por la que no figura en el registro oficial de clientes del Parador de Sigüenza. Indican que «hubo un correo electrónico que se envió al jefe de recepción antes de su llegada al Parador».

Un patrón de conducta que se repite

Este nuevo episodio guarda notables similitudes con el escándalo destapado semanas atrás sobre otra fiesta organizada por Ábalos en el Parador de Teruel el 15 de septiembre de 2020, también en plena pandemia. En aquella ocasión, según publicó OK Diario, el entonces ministro habría llegado al establecimiento con un autobús lleno de ‘señoritas’, protagonizando una juerga que también acabó con destrozos en la habitación principal.

Estos comportamientos contrastan frontalmente con la imagen pública que Ábalos proyectaba como político, especialmente cuando defendió la moción de censura contra Mariano Rajoy argumentando la necesidad de «defender la exigencia de ejemplaridad en la ética pública y recuperar la normalidad sacando la corrupción de la política».

La sombra del caso Koldo y las filtraciones

El nuevo escándalo se produce en un momento especialmente delicado para Ábalos, quien está siendo investigado por el Tribunal Supremo por los presuntos delitos de tráfico de influencias, malversación y cohecho en el contexto del caso Koldo. Además, recientemente ha reconocido haber guardado los mensajes que intercambió durante años con el presidente Pedro Sánchez y haber consentido la publicación de parte de estas conversaciones, concretamente las del año 2023.

En una reciente entrevista, el exministro se mostró «dolido, incómodo» y como «un mono de feria» por las constantes filtraciones que lo involucran a raíz del caso Koldo. Asimismo, afirmó sentirse «saturado» y vivir «una pesadilla», quejándose de la falta de empatía por parte de los miembros del Gobierno.

El papel de Óscar López, actual ministro

Un detalle significativo de esta historia es que, tanto en el episodio del Parador de Sigüenza como en el anterior del Parador de Teruel, el presidente de Paradores era Óscar López, actual ministro de Transformación Digital. Esta circunstancia añade un nuevo elemento de interés político al caso, ya que plantea interrogantes sobre el conocimiento que pudieran tener otros miembros del Gobierno acerca de estos comportamientos.

La gestión de estos incidentes en establecimientos públicos financiados con dinero de todos los españoles vuelve a poner el foco en el comportamiento privado de los cargos públicos y en la coherencia entre sus discursos y sus actos.

El caso del Parador de Sigüenza representa un nuevo capítulo en la larga lista de escándalos protagonizados por quien fuera número dos del PSOE y mano derecha de Pedro Sánchez. La acumulación de episodios controvertidos, desde el caso Koldo hasta las fiestas en Paradores, pasando por la colocación de su amante Jessica en dos empresas del Ministerio de Transportes sin ir a trabajar (como ella misma declaró ante el Tribunal Supremo), dibuja un perfil político cada vez más deteriorado.

Mientras tanto, la controversia sobre la veracidad de los hechos sigue abierta, con versiones enfrentadas y un debate mediático que amenaza con prolongarse. Lo que resulta indudable es que la figura de Ábalos, otrora poderoso barón socialista, se encuentra hoy en el centro de una tormenta política y judicial de dimensiones considerables, con consecuencias aún difíciles de prever para el Gobierno y para el PSOE.

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