Jorge Azcón, presidente autonómico

Encuestas: El PP de Aragón ganará las elecciones con 12 escaños más que el PSOE, pero necesitará a VOX para gobernar

La dependencia entre ambos partidos se vuelve incómoda en un clima de tensión entre la derecha.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón (PP)
El presidente de Aragón, Jorge Azcón (PP). PD

Ganan con claridad losm populares de Feijóo, como en todfos los sitios, pero tambiuén, siguiendo el guión, todo indica que los de Abascal serán decisivos a la hoira de formar gobierno.

Y vuelta a empezar.

La política aragonesa ha convertido la cuenta de escaños en un verdadero juego de azar.

Las últimas encuestas demoscópicas posicionan al PP de Jorge Azcón como el claro favorito para las próximas elecciones autonómicas, con una ventaja de 12 escaños sobre el PSOE, aunque sin poder alcanzar la ansiada mayoría absoluta.

Por su parte, VOX, liderado por Santiago Abascal, se presenta como la tercera fuerza en ascenso, con 11 representantes, cuatro más que los obtenidos en mayo de 2023, lo que le otorga una capacidad real para decidir quién gobernará Aragón.

Este panorama surge tras el fracaso en las negociaciones presupuestarias entre PP y Vox, que ha llevado a la convocatoria de elecciones anticipadas.

El resultado es una derecha fragmentada desde el punto de vista político, pero cada vez más fuerte a nivel electoral.

Lo que muestran las encuestas no es solo una imagen momentánea: también refleja una relación complicada entre dos aliados obligados a entenderse, que compiten ferozmente por el mismo electorado.

Un PP en alza que no llega solo a la meta

La proyección realizada por RedLines Estrategia y Comunicación otorga al PP aragonés 30 escaños y el 38,2 % de los votos, muy por delante del PSOE, que caería a 18 diputados y el 23,9 % de apoyo. Este avance respecto a 2023 es significativo: 12 escaños más que los socialistas y cinco más que su representación actual.

Otros estudios recientes de SocioMétrica, NC Report o Sigma Dos presentan ligeras variaciones, pero coinciden en la idea principal:

  • El PP oscila entre 28‑31 escaños.
  • El PSOE se queda atrás, con entre 17 y 20 diputados.
  • La mayoría absoluta se mantiene en 34 escaños, inalcanzable para cualquier partido si actúa solo.

La tendencia es evidente: el bloque de centro-derecha crece a expensas del voto socialista, que se desvía hacia el PP o se convierte en abstención. Un número considerable de quienes apoyaron al PSOE en 2023 manifiestan ahora preferir votar por el PP o simplemente no acudir a las urnas. Esto pone de manifiesto una desafección hacia un partido debilitado por conflictos internos y problemas judiciales.

La metodología electoral empleada por RedLines va más allá de simples estimaciones; simula hasta 10.000 escenarios distintos, combinando datos provenientes de diversas encuestas mediante un sistema con cinco ponderaciones, apoyándose también en inteligencia artificial. El resultado se repite casi como un mantra: el PP triunfa claramente, aunque no podrá gobernar solo.

Vox: socio imprescindible y rival incómodo

Mientras tanto, Vox no se ve afectado por su salida del Gobierno; más bien, parece consolidarse. La proyección de RedLines le atribuye 11 diputados y un 16,8 % de los votos, frente a los 7 escaños conseguidos en mayo de 2023. Otras encuestas relevantes muestran cifras similares: entre 8‑11 escaños, afianzando así al partido de Abascal como la tercera fuerza autonómica.

Hay dos aspectos clave:

  • Retiene más del 80 % de su electorado del año pasado.
  • Atrae parte del voto desencantado del PP mientras cede algo de apoyo a este último en un intercambio constante.

La relación entre ambos partidos recuerda a vasos comunicantes: según RedLines, el PP conserva al 76 % de sus votantes y capta alrededor del 10,5 % del electorado que apoyó a Vox en las pasadas elecciones autonómicas; sin embargo, Vox logra retener al 82,2 % de sus votantes y atraer cerca del 8,6 % del voto popular obtenido anteriormente.

En términos prácticos, la combinación entre PP + Vox suma un total de 41 escaños, superando ampliamente la mayoría absoluta y cualquier alternativa progresista o regionalista. La simulación realizada por RedLines estima en un asombroso 78,3 % las posibilidades de que tras las elecciones se forme un Gobierno conjunto o acuerdo entre PP y Vox en Aragón.

En resumen: aunque el PP compite con Vox por liderar la derecha, sus opciones para gobernar dependen casi igualmente del partido con quien intenta mantener cierta distancia pública. Este delicado equilibrio complica la narrativa que Azcón debe proyectar; debe mostrar moderación sin romper completamente con quien podría facilitarle o negarle el acceso al despacho del Pignatelli.

El PSOE de Pilar Alegría, a la defensiva y bajo sospecha

En el lado opuesto del tablero político está el PSOE aragonés, atravesando un periodo incómodo. La candidatura está encabezada por la ministra portavoz y responsable de Educación, Pilar Alegría, quien asumió las riendas del partido con la misión de detener la fuga de votos tras la etapa liderada por Javier Lambán.

Las encuestas apuntan sin embargo hacia un resultado poco alentador:

  • Descenso hasta los 18 escaños, cinco menos que los actuales según RedLines.
  • Intento por conservar solo alrededor del 66 % del voto obtenido por Lambán en 2023.
  • Fugas hacia el PP, abstención e incluso hacia otras fuerzas políticas situadas más a la izquierda.

Internamente, Alegría no parece ser percibida como un revulsivo; más bien se le considera un cierto lastre electoral dentro del contexto autonómico. Su doble papel como ministra y líder regional alimenta los ataques del PP sobre una supuesta “federalización” de las decisiones aragonesas; así refuerza también la idea generalizada de que cualquier voto al PSOE equivale realmente a apoyar las políticas implementadas desde Moncloa.

Las constantes críticas desde dirección socialista hacia Azcón por adelantar elecciones no logran ocultar este desgaste evidente. La carta enviada por Alegría a sus militantes denunciando este adelanto “innecesario” y “caprichoso” no altera lo básico: el voto socialista continúa retrocediendo mientras el bloque derechista avanza.

El tablero de las encuestas: fragmentación y pactos obligados

Más allá del trío compuesto por PP‑PSOE‑Vox, las proyecciones indican un Parlamento aragonés notablemente fragmentado:

  • Aragón Existe podría rondar los 3 diputados, consolidándose como actor relevante especialmente en zonas rurales como Teruel.
  • La Chunta Aragonesista (CHA) podría situarse entre los 2‑3 escaños.
  • La formación política conocida como Izquierda Unida podría obtener hasta 2 representantes.
  • Por su parte, Unidas Podemos mantendría 1 escaño.
  • En cuanto al PAR, enfrenta serios riesgos para evitar desaparecer o quedar sin representación.

Incluso sumando todas estas fuerzas progresistas y regionalistas —en su versión más optimista— queda claro que están muy lejos de alcanzar los números manejados por PP y Vox. Algunos escenarios sugieren una posible fórmula alternativa para gobernar basada en una alianza entre PP + Aragón Existe que alcanzaría hasta los 33 diputados, uno menos que lo necesario para lograr mayoría.

Teóricamente esta opción permitiría a Azcón prescindir completamente de Vox; no obstante requeriría:

  • Ya sea un apoyo explícito por parte de fuerzas regionalistas e izquierdistas durante una investidura extremadamente compleja.
  • O bien una abstención del PSOE —que actualmente parece políticamente suicida— dado el clima actual nacional tan polarizado.

Por ello mismo, aunque algunos sondeos sugieren una “alternativa sin Vox”, lo cierto es que lograr gobernabilidad efectiva dependerá casi con certeza del partido liderado por Abascal. La derecha aragonesa tiene números suficientes para gobernar cómodamente; sin embargo, para el PP no resulta tan simple sumar aliados sin pagar algún precio político.

Encuestas, candidatos y relato político

El panorama demoscópico en Aragón también revela una lucha por controlar el relato nacional. El objetivo del PP consiste en presentar a Jorge Azcón como ejemplo tangible de liderazgo efectivo capaz de crecer electoralmente tras una legislatura tumultuosa e incluso después de romper relaciones con Vox. La estrategia desde Génova resulta clara: si Aragón ratifica lo indicado por las encuestas será visto como prueba fehaciente del predominio popular dentro del espectro conservador.

Por otro lado, desde las filas de Vox buscan demostrar que su decisión estratégica para salir del Gobierno autonómico junto con una radicalización discursiva contra lo que ellos llaman “PP sistémico” no debilita su base sino todo lo contrario: refuerza su apoyo popular. En este sentido, lo sucedido en Aragón valida esa tesis: aumento en representación parlamentaria acompañado mayor visibilidad mediática además ocupando una posición bisagra ante posibles acuerdos futuros.

Los candidatos también cargan simbolismo:

  • Para Jorge Azcón, esta elección representa su validación personal tras optar por diferenciarse respecto a pactos “a la valenciana” mientras presenta este adelanto electoral como defensa frente “exigencias ilegales” provenientes desde Vox.
  • Por su parte, el líder regionalista Alejandro Nolasco busca capitalizar ese choque presentando al PP como mera fotocopia del “socialismo caprichoso”, alineándose así con ataques similares lanzados previamente por Abascal en otras comunidades autónomas.
  • Finalmente tenemos a Pilar Alegría enfrentándose a un examen crucial cuya lectura tendrá repercusiones internas: si obtiene malos resultados podría reavivar debates sobre cómo influye tener ministros-barones dentro partidos locales sumados además costes derivados asociarse demasiado estrechamente bajo estrategias impulsadas desde Madrid.

Así pues podemos concluir que esta campaña gira entorno tres ejes fundamentales:

  • ¿Quién liderará realmente la derecha?
  • ¿Cuánto tiempo puede resistir el PSOE donde partía inicialmente desde posiciones fuertes?
  • ¿Qué papel conseguirán mantener siglas regionalistas dentro Parlamento cada vez más polarizado?

Curiosidades y datos que explican el momento aragonés

Algunos detalles ofrecen luz sobre cómo interpretar mejor este complejo cuadro político:

  • En cuanto probabilidad gubernamental: RedLines otorga casi un asombroso porcentaje cercano al 80 % para formar Gobierno bajo acuerdo entre PP-Vox; frente apenas al 58% si consideramos combinación alternativa junto Aragón Existe —que ni siquiera suma suficientes apoyos necesarios—.
  • Respecto intercambio entre ambas formaciones populares: existe tal intensidad trasvase votos donde pequeñas oscilaciones pueden cambiar resultados finales drásticamente —sin afectar dominio general bloque derechista—.
  • Relacionado desgaste sufrido dentro filas socialistas aragonesas coincide además patrón común observamos múltiples comunidades donde siglas enfrentaron investigaciones corrupción crisis internas —lo cual alimentó castigo directo dirigido hacia pp—.
  • Sobre elecciones anticipadas inéditas hemos presenciado primeros comicios autonómicos adelantados historia reciente región —lo cual añade incertidumbre respecto participación comportamiento electores más volátiles—.

Finalmente cabe mencionar cómo lo acontecido Zaragoza Huesca Teruel será analizado Madrid cual ensayo general relación futura entre pp-voc teniendo igualmente repercusiones personales tanto para Alegría Azcón respectivamente .

Si aciertan pronósticos realizados , ciudadanos aragoneses hallarán tras votación viejo conocido : potente pp , reducido psoe , fuerte vox ; todos condenados comprobar nuevamente matemática parlamentaria ignora orgullos pero sí entiende sumas .

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