MADRID, 15 (OTR/PRESS)
Este martes llega al Congreso la batalla por el IVA y contra el IVA, por segunda vez. Ya llegó cuando se debatieron y aprobaron los presupuestos generales. Allí estaba esa reforma que, según decisión el Gobierno, contando con los votos de PNV y CC, deberá entrar en vigor en la segunda mitad de este año, es decir, desde el primero de julio. Pero, tras los intensos esfuerzos del Gobierno por llevar al PP al pacto negociado en el Palacete Zurbano, el PP ha llegado a la conclusión de que ese impuesto es la piedra de choque y de escándalo que divide a gobernantes y opositores. Lo dijo de manera tajante el portavoz Cristóbal Montoro: No podemos pactar con un Gobierno que suba los impuestos. Y con Montoro se aliaron seguidamente Esperanza Aguirre, que ha reclamado toda una sublevación, y el mismísimo Mariano Rajoy, que también ha elegido esta materia como la más emblemática y la única por la que combaten él mismo y sus huestes: Ya ni siquiera la reducción de costes del gasto público, que en otro momento fue la gran reclamación del grupo opositor, porque en esa materia el PSOE ha señalado la necesidad de que también se apunten los gobiernos autonómicos y municipales que ejerce el PP…
Pues bien, tras las proclamas del fin de semana, el PP llevará este martes al Congreso una moción, consecuencia de la interpelación urgente al Gobierno sobre los efectos de la subida del IVA en la economía española, y que pretende idéntico propósito: eliminar esa subida del IVA de dos puntos desde el primero de julio que se contiene en los presupuestos generales vigentes, y que Rajoy ha descubierto ahora que es «un sablazo de un mal gobernante a sus compatriotas». Olvidando, tal vez, que la Fundación de su propio partido, FAES, que preside Aznar, sugería recientemente, por cierto, que se elevara el IVA para empezar a recuperar la recaudación del Estado. ¿O será que Rajoy pretende golpear, al mismo tiempo, a Zapatero y a Aznar, con el mismo artefacto llamado IVA? Lo cierto es que el PP llevará esa moción al Congreso y que los convergentes de CiU, que en el palacete de Zurbano pidieron que se pospusiera hasta el último trimestre, le darán su apoyo.
Lo más probable es que los restantes grupos parlamentarios se abstengan y no quieran entrar en esa batalla por más que, obviamente, no les guste que se suban los impuestos. De modo que la batalla contra el IVA, que Esperanza Aguirre lanza como «sublevación popular», llega ya al Congreso, aunque posiblemente para un paso rápido y poco exitoso. Se asegura que el PP ha intentado también que rectificaran su apoyo al IVA tanto el PNV como CC alegando «solidaridad con el resto de los españoles», pero no parece probable que modifiquen su apoyo de los presupuestos vigentes. ¿Por qué dar esa baza, a estas alturas, al PP de Rajoy?, se preguntan los portavoces de los grupos minoritarios, que tampoco terminan de explicarse la obsesión que se ha apoderado del principal dirigente opositor. Es más, llega a conseguir, por ejemplo de IU, una reacción como la de Gaspar Llamazares: Si el PP quiere nuestro apoyo, tendrá que replantear una política fiscal progresiva, en la que pague más quien más tiene». O sea, que IU aprovechará la ocasión para proponer que se cree un impuesto sobre las grades fortunas y el incremento de los tipos máximos del IRPF y del Impuesto de Sociedades, algo que, por supuesto, no aceptará el PP. Algo parecido ha dicho al PP el Bloque nacionalista gallego, BNG.