Julia Navarro – Escaño Cero – Green Zone.


MADRID, 15 (OTR/PRESS)

Les recomiendo que vayan a ver «Green Zone», la última película firmada por Paul Greengrass y protagonizada por Matt Damon. Se la recomiendo sobre todo a quienes hasta ahora mismo continúan defendiendo que la guerra de Irak fue necesaria.

Lo bueno de la sociedad norteamericana es que hay entre ellos quienes nunca se conforman con lo que le dicen y terminan buscando la verdad aunque esa verdad se lleve por delante presidentes y carreras políticas.

En «Green Zone» se relata la historia de un soldado norteamericano que forma parte de un batallón enviado a Irak con la misión de buscar armas de destrucción masiva. Naturalmente no las encuentran por ninguna parte porque sencillamente no existían.

En la película se pone de manifiesto que algunos políticos de la Administración Bush mintieron y manipularon a la opinión pública, para convencerla de que había que invadir Irak porque allí había armas de destrucción masiva.

El soldado que interpreta Matt Damon pierde la ingenuidad, la fe, al descubrir la gran mentira, y se enfrenta al «administrador» de Irak, a aquél Paul Brennan, ¿recuerdan?, que llevo a cabo un minucioso plan para desmantelar el Estado iraquí dejando al país sumido en una guerra civil y en el más absoluto caos.

Brennan era aquel personaje que iba vestido de civil pero calzando botas militares que aparecía en todos los informativos de las televisiones de todo el mundo asegurando que se estaban buscando las armas de destrucción masiva y que se encargo de ir deteniendo a los ministros y altos cargos de Sadam. Pero hizo algo más que fue desmantelar Irak y no porque fuera tonto, que no lo era. Desmanteló el Ejército, la policía, despidió a todos los funcionarios de los ministerios y, claro, de la noche a la mañana Irak se paralizó, dejó de funcionar. Y eso obedeció a un plan tan malvado como preciso, que es lo que se denuncia en la película.

El cine norteamericano suele retratar con fidelidad lo que es su historia, y la guerra de Irak es su historia más reciente. A la película no la sobra ni una escena y es una denuncia clara y sencilla sobre la gran mentira. Una mentira cuya verdad sabían quienes desencadenaron la guerra y quienes la apoyaron. Miles de personas murieron por esa mentira, pero los responsables duermen tan tranquilos en sus camas. Esa es la gran injusticia.

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