Manuel del Rosal García: «Amenábar: ¡maricón el último!»

Manuel del Rosal García: "Amenábar: ¡maricón el último!"

Lo han conseguido: los homosexuales son ahora y desde hace un tiempo, una especie que quiere hacer ver y comprender a los que no pertenecemos a ella que esa especie tiene un plus en todos los órdenes de la vida – en todos – sobre nosotros. Es por eso por lo que, de vez en cuando nos venden torticeramente la idea de que un personaje importante en nuestra historia era homosexual. El último en llegar ha sido Cervantes de la mano de un homosexual confeso: Alejandro Amenábar

Pues sí, el último en llegar a la nómina de maricones – a partir de ahora y para no herir susceptibilidades “woke”, les llamaré gays – ha sido Cervantes. De la mano del confeso gay Amenábar, Cervantes, pasados más de 400 años, ha confesado por boca del director de cine que, era homosexual o gay o maricón; elijan, tanto monta, Y lo afirma porque “Renunciar a la trama homosexual de Cervantes sería como renunciar a mí mismo puesto que yo soy homosexual” Dogma de fe amenabaresco que hay que seguir porque sí – no digo por huevos, porque los huevos o hablar en términos testiculares no está bien visto en los barrios gays.

Yo me pregunto qué coño tendrá que ver que Amenábar sea homosexual con Cervantes, entre otras cosas porque emparejar a este directorcillo de cine con el genio universal de la Literatura es como comparar la catedral de León con un pisito de 40 m2 de un barrio obrero de los arrabales de una gran ciudad. Dice también nuestro ínclito cineasta que prefiere ser woke a ser de ultraderecha, olvidando que ser homosexual no lleva implícito ser ni de ultraderechas ni woke; maric,,, ¡perdón! Gays hay en todos los estamentos sociales y, salta a la vista, cada día hay más,

De las palabras de Amenábar se deduce que hace más de 400 años él llegó a conocer a Cervantes y a convivir con él porque ¿Como cojones ha llegado a afirmar que Cervantes era maricón? ¡perdón otra vez! homosexual. Yo creo que Amenábar, en sus ensoñaciones y noches del mucho joder y del poco dormir, el cerebro le ha jugado una mala pasada en la que ha encontrado sustancia para hacernos ver que los grandes genios de la historia universal eran homosexuales; de esa manera se autoafirma en su condición de mar… ¡perdón! de homosexual.

Homosexuales ha habido siempre y los habrá. La diferencia entre los de antes y los de hoy está en que los actuales, piden apoyo y subvenciones y que les permitan lanzar campañas y usar a personajes potentes de la historia para hacernos creer que la homosexualidad conlleva en así misma un plus que la hace ser superior como especie a la especie que, haciendo un uso normal de una sexualidad normal, está permitiendo que este planeta aun siga habitado por el hombre.

Amenábar ha usado de forma torticera y perversa a Cervantes para dos cosas: sacar beneficios dinerarios de su película y hacernos creer que un hombre o una mujer no puede ser grande si no va acompañado  de la homosexualidad. Vale

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