Hay momentos que saben a Navidad. Instantes que se graban en la memoria a través de los sentidos. El frío en el cristal, la calidez dentro de casa y, de repente, ese aroma inconfundible que lo invade todo: masa horneada, mantequilla, azúcar y ralladura de naranja. Es el olor del Roscón de Reyes. Un ritual familiar que Santa Teresa Gourmet conoce bien y al que, cada año, imprime su sello de artesanía, pasión y una pizca de sorpresa. Este año, tras el resonante éxito de sus Yemas de Lux en homenaje a Rosalía, el obrador abulense ha decidido que, si el roscón es el rey de la mesa del 6 de enero, merece una corona a su altura. Y la ha creado.
Presentan el Roscón de Lux, una edición limitada que es mucho más que un dulce. Es una experiencia. Imagina la receta clásica de su roscón artesano, ese que elaboran con masa madre y una fermentación lenta y paciente. Ahora, visualiza su superficie, ya de por sí cubierta de almendra laminada selecta y naranja confitada, recibiendo un topping crujiente de guirlache y azúcar. Hasta aquí, una obra maestra. Pero falta el toque magistral: un delicado velo de Sauvignon Blanc que se integra en la masa, aportando un aroma elegante, fresco y festivo que despierta los sentidos al primer bocado.
La sorpresa, ese elemento mágico de la tradición, también da un salto al lujo. Olvídate por un momento de las figuritas de plástico. Dentro de estos roscones de edición limitada, se esconden perlas. Sí, perlas de verdad. En su mayoría son decorativas, pero diez afortunados roscones contendrán una perla auténtica de Ágata. Un hallazgo inesperado que convertirá el momento de cortar el roscón en una auténtica búsqueda del tesoro. Este manjar está disponible en dos formatos: el de 300 gramos, perfecto para un disfrute íntimo, que ya se puede adquirir desde este fin de semana, y el de 600 gramos, para compartir en grande, que llegará a partir del 18 de diciembre. Una joya gourmet con un precio acorde a su exclusividad: 25,95 € y 35,95 €, respectivamente.
Más allá de esta estrella de lujo, la esencia de Santa Teresa Gourmet permanece intacta en su línea clásica. Su roscón artesano es un viaje en el tiempo. Se elabora como antaño, con las manos expertas de sus maestros pasteleros, respetando los ritmos lentos de la fermentación. El resultado es una masa tierna, aromática y con una miga esponjosa, ataviada con su característica corona de corteza dorada, naranja y almendra. Aquí, el purista puede disfrutar del roscón tradicional, sin relleno, en varios tamaños (300, 600 y 900 gramos) para adaptarse a todas las mesas.
Para los que buscan una capa extra de placer, el obrador ofrece rellenos que son un acierto seguro. La crema tradicional, suave y celestial; la trufa, intensa y seductora; y el pistacho, un ingrediente que Santa Teresa adoptó con visión de futuro, adelantándose a la tendencia y demostrando su maestría en la alta repostería. Cada opción es un mundo de sabor, pero todas comparten la base impecable de una masa que es, en sí misma, un regalo.
Y hablando de sorpresas, este año las figuritas cobran un significado especial. Con la excepción del Roscón de Lux (que tiene su propia joya), todas las pequeñas sorpresas que se esconden en los roscones estándar se fabrican en Ávila mediante impresión 3D. Es una decisión con triple impacto: fomenta el kilómetro 0, apoya el producto de proximidad y reduce la huella de carbono del obsequio. Pero la historia de solidaridad va más allá.
La manipulación y el empaquetado de estas figuritas corren a cargo de la asociación abulense Fundabem. Este proyecto no solo añade un valor humano incalculable, sino que impulsa la inclusión sociolaboral de personas con discapacidad, integrando su trabajo en una cadena de valor local y responsable. Es la Navidad hecha con las manos y el corazón. Y como guinda, entre todas estas figuritas, se esconden unas muy especiales: las Santa Teresitas. Encontrar una no solo es una alegría, sino que tiene premio: se pueden canjear en las tiendas por unas Murallitas, esos dulces icónicos del obrador que son auténticas joyas de mazapán. Una tradición dentro de la tradición.
¿Dónde se puede conseguir este pedazo de Navidad? Santa Teresa Gourmet mantiene sus templos gourmet en Madrid y Ávila. En la capital, los puedes encontrar en la calle Jorge Juan, 28; en el Paseo de la Habana, 25; y en Avenida Osa Mayor, 92, en Aravaca. En Ávila, su tierra de origen, están en la emblemática Plaza de Santa Teresa, 1, y en la Plaza José Tomé, 4.
La gran novedad para quienes no puedan desplazarse es que, este año, los roscones sin relleno en sus tres formatos también están disponibles para compra online con envío a toda la península. Una oportunidad para que nadie se quede sin probar este bocado de tradición artesana, sin importar dónde se encuentre. Basta con visitar su tienda online para reservar o adquirir el deseado.
Al final, lo que Santa Teresa Gourmet propone es mucho más que un postre. Es recuperar la esencia de una celebración. Es el placer de lo bien hecho, la emoción de la sorpresa –ya sea una perla, una Santa Teresita o simplemente el mejor trozo– y la calidez de saber que detrás hay un trabajo con sentido, que apoya a la comunidad y mantiene viva la artesanía de toda la vida. Su roscón, en todas sus versiones, es una invitación a parar, a compartir y a saborear la verdadera magia de estas fechas. Un bocado que, sin duda, deja huella. Los precios parten de los 21,95 € para el roscón tradicional, una inversión en ilusión y sabor auténtico que vale cada céntimo. No dejes que la Navidad termine sin probarlo.
