¿Es usted víctima de un accidente o de un error médico, como una infección tras una operación quirúrgica o efectos secundarios graves tras haber tomado un medicamento?
Un accidente médico es un acontecimiento no deseado que se produce durante un acto asistencial, de prevención o de diagnóstico. Este error médico provoca un daño anormal con respecto a la evolución previsible de su estado de salud. Puede haber ocurrido en cualquier entorno sanitario: una institución sanitaria pública o privada, una consulta privada, un laboratorio de análisis médicos, un laboratorio de radiología, una farmacia, etc. Un error médico puede ser causado por la culpa de un profesional sanitario o ser el resultado directo de lo que se llama «riesgo terapéutico». ¿Qué hacer entonces?
Error médico: ¿qué recursos hay?
El recurso relativo a un error médico puede tener dos tipos de objetivos: el recurso para la indemnización por negligencia médica y el recurso para obtener la modificación de las prácticas y/o la sanción del profesional o del establecimiento en cuestión.
Recurso de indemnización del perjuicio tras un accidente médico
La víctima puede llegar a un acuerdo amistoso directamente con el profesional sanitario o la institución implicada en el accidente médico. Se trata de pedir, por correo certificado con acuse de recibo, a la persona que se considera responsable del error médico, que active su seguro de responsabilidad civil profesional. El objetivo es poner en marcha un peritaje amistoso para evaluar los posibles errores y los perjuicios que de ello se derivan y definir así el importe de la indemnización.
Por último, en caso de accidente médico en el que esté implicado un profesional sanitario trabajador de un establecimiento sanitario privado (por ejemplo, una clínica), los litigios son susceptibles de recurso ante el tribunal. En caso de error médico sufrido en un establecimiento sanitario público o a través de un profesional que trabaje como empleado de un establecimiento público, es el tribunal administrativo el que debe acudir. En ambos casos, para aspirar a una indemnización, la víctima debe realizar un peritaje médico, cuyos costes corren a su cargo, y es obligatorio recurrir a un abogado.
El recurso que no tiene por objeto la indemnización
Un accidente médico no conlleva necesariamente una reclamación de indemnización económica. Por otro lado, puede dar lugar al deseo de las víctimas de obtener un cambio en las prácticas médicas tras el error cometido. Asimismo, se podrá solicitar la sanción del profesional o del establecimiento implicado.
Un primer nivel de recurso depende de la naturaleza jurídica del lugar donde se produjo el accidente médico:
si se trata de un establecimiento sanitario público o privado: en caso de error médico, es aconsejable recurrir a la Comisión de Usuarios en la que se sientan los miembros del establecimiento (director, médico y mediador no médico) pero también los representantes de los usuarios de las asociaciones sanitarias autorizadas.
En el caso de un establecimiento médico-social: en caso de error médico, es aconsejable remitir el asunto a la persona cualificada que, fuera del establecimiento, está inscrita en una lista departamental para recibir las quejas de los usuarios de los establecimientos médico-sociales.
El error médico puede ir acompañado de una falta de ética por parte de un profesional sanitario (incumplimiento de la obligación de información previa al tratamiento, por ejemplo). En este caso, el asunto debe remitirse a la asociación profesional, que, tras la conciliación, puede imponer una sanción disciplinaria al profesional culpable.
Error médico: el papel del experto
Cualquiera que sea el recurso interpuesto por la víctima de un accidente médico, un peritaje es diligente. Este peritaje tiene como objetivo evaluar la compensación de los prejuicios con la mayor precisión posible.
El perito debe estar, en la medida de lo posible, especializado en el ámbito médico o paramédico en el que se produjo el accidente médico. Es posible que se le una un co-experto de otra especialidad para realizar un peritaje completo.
En caso de error médico, el examen médico permite determinar lo que ocurrió durante el acto asistencial. El objetivo es definir las responsabilidades en el accidente y los daños a indemnizar para evaluar la cuantía de la indemnización.
Es esencial que la víctima de un error médico se prepare bien para este encuentro.
Lo correcto es estar acompañado por un asesor médico o un doctor y por un abogado especializado en indemnizaciones por negligencias médicas.