Elocuente versión del juicio de Nuremberg que busca enfrentar la versión de los aliados con las ideas nazis, a través de jueces, abogados y un psiquiatra americano que se hace amigo ni más ni menos que del mariscal del Reich Hermann Göring.

Los aliados buscaron evitar el fusilamiento directo de los perdedores por medio de un juicio justo que diese a los nazis la posibilidad de salvarse de la horca y Göring pensó que era posible, debido a su gran inteligencia, pero todas las informaciones que le fue dando al psiquiatra fueron esenciales para mandarle al patíbulo, aunque realmente incumplió su secreto profesional.

El elenco de actores es notable, pero Russell Crowe arrasa con todo con una actuación magistral del mariscal nazi. Solo por ello merece la pena ver este film histórico que deja en entredicho que las decisiones judiciales acabasen con la tiranía de la guerra, como desgraciadamente vemos que está ocurriendo desde entonces y hasta hoy en día.
4 ★★★★

