Medea, una truculencia aflamencada

Medea, una truculencia aflamencada

Todos alaban esta coreografía de hace cuarenta años como de lo mejor de la danza española, pero a nosotros nos parece que no logra contar la historia, que está demasiado teatralizada y que la fusión del mito grecolatino con el flamenco no funciona. En su reposición en el Teatro Real fueron mejores los aperitivos que este plato fuerte.

El Ballet Nacional de España rinde homenaje al coreógrafo José Granero (1936-2006), con algunas de sus creaciones más conocidas: Leyenda, Cuentos del Guadalquivir, Bolero y la más destacada de todas, su Medea sobre este mito clásico en versión de Séneca. Han sido cuatro funciones y en ellas se han alternado además dos coreografías recientes que dicen que recogen su legado: Segunda piel y Arrieiro. Un programa muy extenso que con su intermedio llegaba a dos horas y media, quizás demasiado para poder apreciarlo todo.

José Greller Friesel (Buenos Aires, 1936 – Madrid, 2006), conocido como José Granero, coreografió Medea en 1984, con toda seguridad la obra de danza teatral más representada del repertorio español. En 1987 fue el turno de Bolero sobre la celebre composición de igual título de Maurice Ravel. En 1994, Leyenda, sobre piezas de Albéniz y José Luis Greco, y ese mismo año Cuentos de Guadalquivir, a partir de la Sinfonía sevillana, de Joaquín Turina. Se le atribuye haber aportado capacidad narrativa y teatralidad a la danza española aplicando lo aprendido en Nueva York en contacto con las nuevas tendencias de danza contemporánea y los espectáculos musicales de Broadway.

Leyenda

Segunda piel.

La primera parte del espectáculo la abría ‘Leyenda, crónica de un amor no consumado’ sobre partituras de Isaac Albéniz y José Luis Greco con este argumento: una pareja de enamorados utilizará la pasión como instrumento principal de su relación, conduciéndoles a la agresión, desesperación y soledad: no pudimos vislumbrarlo, la música fue confusa y el baile convencional. A continuación este sábado fue el turno de ‘Segunda piel’, uno de los dos estrenos que se turnaban, sobre músicas de Domenico Scarlatti (1685-1757), coreografiada y bailada por Miguel Ángel Corbacho, acompañado en directo con piano y percusión, que nos gustó francamente, y de la que dice su autor e intérprete: ‘son 3 sonatas que representan un recorrido a lo largo de mi vida. Todos los cambios que he desarrollado a lo largo de la vida los llevo en la piel y es lo que me hacen ser lo que soy’. A esta siguió ‘Cuentos del Guadalquivir (paso a dos)’ sobre la sinfonía sevillana de Joaquín Turina estrenada en 1920, delicada y agradable narración del matrimonio de una joven con un viudo con cuatro hijos, una bocanada de aire fresco al encontrar un amor puro y verdadero’, para terminar la primera parte del espectáculo el archiconocido bolero de Ravel en un coreografía muy espectacular y lograda en la que el cuerpo de baile estuvo imponente: ‘Las formas, los movimientos y los trazos de esta coreografía acarician las notas que un día compusiera Ravel, conjugando el más puro estilo clásico español con la esencia del baile flamenco. El decorado, inspirado en el art nouveau, con espejos que multiplican las bellas siluetas envueltas en seda de vistosas tonalidades, hacen contraste con la austeridad del cuero en el traje masculino’.

 

Cuentos del Guadalquivir.

Bolero

La segunda parte era la dedicada íntegramente a la larga duración de Medea, uno de los mejores intentos de ballets teatralizados del flamenco: ‘Medea, hechicera y maga, descendiente del sol, traiciona a su padre y a su raza, asesina a su hermano y ayuda a robar el Vellocino de Oro al aventurero griego Jasón, a quien ama y con quien huye. Jasón y Medea con sus dos hijos viven en Corinto, donde reina el anciano Creonte, que tiene una bella y única hija, Creusa. El rey Creonte ofrece su joven hija a Jasón, quien la acepta repudiando a Medea. Para Medea, mujer bárbara, consumida por los celos, no puede brotar justicia, sino una enloquecedora venganza. Comienza la larga noche de Medea’.

Su dramaturgia, escrita por Miguel Narros, la música de Manolo Sanlúcar y la coreografía de José Granero han sido muy alabadas como ‘espectáculo desgarrador, sin fisuras, un relato de amor, traición y venganza, cuyo valor artístico ha permanecido inalterable hasta hoy’. Estrenada en 1984, repuesta en 2012, llevada al festival de teatro clásico de Mérida a continuación, sería Antonio Márquez, el que había sido su intérprete en el BNE, quien al fundar su propia compañía se proponga lanzar una nueva producción en 2019 con la oposición del INAEM de Amaya de Miguel y del BNE de Rubén Olmos que la consideraban de su propiedad. Ganará el contencioso y su pieza será programada en años sucesivos hasta llegar al Festival de Jerez en mayo pasado (y programando también el bolero de Ravel/Granero como complemento). Es posible que ambas medeas se crucen en esta temporada en un curioso y misterioso contencioso.

La pieza que presenta el BNE, a pesar de la conjunción de nombres ilustres, puede decepcionar. El libreto de Miguel Narros no consigue explicar la difícil trama; la música de Manolo Sanlúcar solo destaca en lo que él conocía, la guitarra, a cargo de un plantel de cuatro intérpretes; y la coreografía de Granero tiene más gesticulación que baile. Se echa en falta un director artístico que aporte un trabajo actoral menos prosaico, pues Rubén Olmos no entiende de eso. No está mal la escenografía de Andrea D’Odorico muy potenciada por la buena iluminación de Freddy Gerlache, mientras nos parece completamente desafortunado el tétrico vestuario de Narros, esos lutos siniestros más propios de Kabul que del Peloponeso. No vimos las razones para tanto ditirambo con que la pieza -confusa y lóbrega- ha sido recibida, y sí nos pareció destacable la orquesta y su director Manuel Coves, que sacaron partido de un repertorio complicado tras enmarañarse un tanto en la primera composición de la velada.

Medea

Eva Yerbabuena, una de las bailaoras actuales más reconocida, recogía el testigo de la veterana Maribel Gallardo, que ha sido la habitual Medea hasta decidir retirarse, y ambas compartían en papel protagonista, que ciertamente tiene limitado desarrollo coreográfico, y junto al de la nodriza una presencia doliente de melodrama decimonónico. No somos capaces de juzgarla por lo que vimos: bailó bien, gesticuló demasiado y se nos desdibujó. Tampoco apreciamos mucho el Jasón de Francisco Velasco, tan chulesco y desabrido, y Currillo de Bormujos como Creonte nos pareció lo mejor del reparto, en el que el cuerpo de baile estuvo brillante. Desastrosos personajes omnipresentes los dos espíritus, y ya con derecho a voto los dos infantes a los que Medea apiola en escenas abracadabrantes de coreografía desgarbada.

La truculenta historia de Medea ha sido versionada de muchas maneras diferentes. Se cree que existieron unas seis obras dramáticas en la literatura griega y otras tantas en la literatura latina sobre el personaje. Pero de todas ellas sólo han sobrevivido, aparte de algún que otro fragmento suelto, la de Eurípides y la posterior revisión de Séneca. Medea es traidora a su pueblo y asesina de su familia para ayudar al aventurero Jasón ya apoderarse del vellocino de oro. Cuando este la abandona para casarse con la hija del rey de Corinto -a donde ha ido a parar la pareja- ella se vengará matando a sus dos hijos. Es el arquetipo de mujer ferozmente vengativa. Se ha llegado a formular en psicología el síndrome de Medea para definir la patología de las madres infanticidas, pero ya el siglo pasado se la quiso reconvertir en heroína feminista y antirracista. El mito ha llegado a los tebeos y los videojuegos. En teatro, en 2015 hubo versiones de Andrés Lima en La Abadía (ver nuestra reseña de entonces), con Aitana Sánchez-Gijón y el mismo Lima haciendo de Creonte y Jasón) y de Vicente Molina-Foix con Ana Belén en el Festival de Mérida (ver nuestra reseña de entonces) En 2025 en la universidad de Salamanca se pudo ver una versión del melodrama dieciochesco en un acto y ocho escenas de Friedrich Wilhelm Gotter con música de Georg Anton Benda. Jean Corneille la llevó al teatro en el siglo XVII , Passolini al cine en 1969 con Maria Callas, y compositores de ópera como Luigi Cherubini (ver nuestra reseña de la producción del Teatro Real en 2023) y Charpentier aportaron sus visiones musicales del personaje mítico. Mucha, mucha competencia para esta versión bailada.

Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 7
Músicas: 7
Coreografías: 6
Interpretación: 8
Escenografías: 7
Producción: 8
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: 6

Teatro Real
MEDEA
Ballet Nacional de España (BNE)
Del 16 al 19 de octubre de 2025
Dirección artística Rubén Olmo
Dirección musical Manuel Coves

Ballet Nacional de España
Director Rubén Olmo

Orquesta Sinfónica de Madrid
Director musical: Manuel Coves

Leyenda (Crónica un amor no consumado)
Coreografía: José Granero
Música: Isaac Albéniz (preexistente), José Luis Greco (original)
Arreglos musicales: José Luis Greco
Escenografía: José Granero
Adaptación escenografía: Dirección técnica BNE
Figurines: José Granero
Iluminación: José Granero
Adaptación iluminación: Felipe Ramos
Realización de vestuario: Toni Benítez-González
Calzado: Gallardo
Elenco:
Débora Martínez (Días 16, 19) Miriam Mendoza (Días 17, 18)
José Manuel Benítez

SOLOS

Segunda piel (Días 16 y 18 )
Coreografía: Miguel Ángel Corbacho
Música: Domenico Scarlatti Sonata Re menor, Kk. 1, Sonata in Re menor, K. 32 I. Aria, Sonata in Re menor, K. 141.
Iluminación: Juan Cornejo
Vestuario: Yaiza Pinillos
Elenco:
Miguel Ángel Corbacho, bailarín
Juan Carlos Garvayo, piano

Arrieiro (Días 17 y 19)
Coreografía: Eduardo Martínez
Música: Anuncio (Popular); Gerardo Gombau Escena y danza charra; Cantar do arrieiro (Popular); Joaquim Nin Culmell 48 tonadas. Muñeira (Galicia), Canción del labrador (León)
Letra: Cabanillas (Gerardo Gombau Escena y danza charra)
Iluminación: Olga García
Vestuario: Fondos del BNE
Elenco:
Eduardo Martinez, bailarín
Juan Carlos Garvayo, piano
Xurxo Fernandes, voz y percusión
Roberto Vozmediano, percusión

Cuentos del Guadalquivir (Paso a dos)
Música: Joaquín Turina, Sinfonía Sevillana
Figurines: José Granero
Escenografía: José Granero
Libreto: José Granero
Iluminación: José Granero
Realización de vestuario: Tony Benítez, Peris, González
Realización de decorados: Enrique López
Calzado: Gallardo
Elenco:
Miriam Mendoza, Matías López (Días 16, 19)
Débora Martínez/Carlos Sánchez (Días 17 y 18)

Bolero
Coreografía: José Granero
Música: Maurice Ravel (preexistente)
Figurines: José Granero
Escenografía: José Granero
Iluminación: José Granero
Adaptación de iluminación: Felipe Ramos
Realización de vestuario: Ana Lacoma
Elenco:
Inmaculada Salomón
Eduardo Martínez (Días 16, 18 ) Carlos Sánchez (Días 17, 19)

Medea
Coreografía: José Granero
Música: Manolo Sanlúcar
Escenografía: Andrea D’Odorico
Figurines: Miguel Narros
Iluminación: Freddy Gerlache
Adaptación de iluminación: Felipe Ramos
Libreto: Miguel Narros (adaptación para ballet) sobre la obra homónima de Séneca
Elenco:
Medea Eva Yerbabuena, artista invitada (Días 16, 17 y 18)
Maribel Gallardo, colaboración especial (Día 19)
Colaboración especial:
Currillo de Bormujos
Lupe Gómez

Músicos invitados:
Juan Carlos Romero, guitarra flamenca
Paco Jarana, guitarra flamenca (Días 16, 17 y 18)
Enrique Bermúdez, guitarra flamenca (Día 19 de octubre)
Agustín Diassera, percusión flamenca

Cuatro funciones los días: 16 y 17 de octubre, a las 19.30 horas; el día 18, a las 21.00 horas, y el domingo 19 a las 18.00.
Orquesta Titular del Teatro Real.

 

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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