Monseñor Treanor: "El encuentro con el Pontífice indica "la medida de la importancia dada por Benedicto XVI al crimen, al pecado y al horror de los abusos sexuales"
El proceso de dimisión de uno de los implicados en los casos de pederastia en Irlanda, Monseñor James Moriarty, obispo de Kildare y Leighlin, «sigue adelante» y «no se producirá inmediatamente pero no pasará de Pascua».
Así lo asegura hoy la agencia católica SIR (Servicio de Información Religiosa), que refiere que la dimisión de Moriarty fue anunciada por el propio obispo en la homilía de ayer en el primer domingo de Cuaresma, que dedicó -como el resto de los obispos irlandeses- a la reciente visita a Benedicto XVI de los miembros de la Conferencia Episcopal de Irlanda.
«No está en cuestión ni el sí ni el cuándo. No se producirá inmediatamente pero no pasará de Pascua«, dijo el obispo.
Moriarty es uno de los obispos que han sido acusados expresamente en el informe Murphy de haber cubierto los abusos sexuales y daños infligidos a menores por personal religioso de la archidiócesis de Dublín.
Hasta ahora, el papa Benedicto XVI ha aceptado la dimisión del monseñor Donald Murray, obispo de Limerick y la auto-suspensión de monseñor John Magee, ex secretario de Paolo VI, de la archidiócesis de Coyne.
Al margen del Papa y en un encuentro privado, la semana pasada Morairty habló de su dimisión con el cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregación de los Obispos.
En su homilía de ayer, Moriarty comentó, según SIR, que «la cantidad de tiempo y de atención prestada (al caso) por el Papa Benedicto XVI ha sido impresionante».
De la seriedad con que el Vaticano trató el caso de los abusos la semana pasada, hablaron a sus fieles el resto de obispos irlandeses en sus homilías respectivas.
El obispo Michael Smith de Meath dijo: «La reunión con el Papa Benedicto XVI ha sido las más abierta, honesta y comprometida a la que jamás haya asistido».
Por su parte, monseñor Noel Treanor, obispo de Down y Connor afirmó que el encuentro con el Pontífice indica «la medida de la importancia dada por Benedicto XVI al crimen, al pecado y al horror de los abusos sexuales cometidos con los niños y adultos vulnerables».
La agencia SIR anunció asimismo que la publicación de la carta pastoral de Benedicto XVI a Irlanda está prevista para mitad de marzo, tal y como prometió a los fieles católicos irlandeses el pasado mes de diciembre y en la que les indicará «claramente» las iniciativas adoptadas para responder a la situación.
El pasado 16 de diciembre y después de dos días de reuniones con los obispos irlandeses y cardenales de la Curia, Benedicto XVI calificó los abusos sexuales cometidos por curas contra niños como «un crimen atroz» y pidió a los obispos que afrontasen el problema con decisión, a la vez que éstos mostraron su disposición a colaborar con las autoridades judiciales.
En un comunicado, el Vaticano reconoció que la Iglesia irlandesa fue incapaz de actuar y de impedir los abusos contra centenares de menores.
«El abuso sexual de niños y jóvenes no es sólo un crimen atroz, sino también un grave pecado que ofende a Dios e hiere la dignidad del ser humano«, dijo el Papa durante su intervención ante los 24 prelados irlandeses llegados al Vaticano para afrontar un escándalo, que, según el comunicado, ha supuesto una «ruptura» en la confianza en la Iglesia y ha dañado el anuncio del Evangelio y sus enseñanzas morales.
En los últimos 70 años centenares de niños sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes irlandeses, sobre todo en la archidiócesis de Dublín desde 1975 a 2004, según desvelaron dos informes oficiales, el Ryan y el Murphy. (RD/Efe)
