El nombre de Yu Zidi resuena desde hace unos días en todos los titulares deportivos del planeta.
Doce años, sonrisa tímida y una capacidad atlética que desafía la lógica.
La jovencísima nadadora china ha logrado colgarse el bronce mundialista como parte del equipo de relevo 4×200 libre en Singapur, igualando así el récord histórico de precocidad que ostentaba la danesa Inge Sorensen desde 1936.
Pero más allá del brillo de las medallas y del asombro internacional, su irrupción reabre un debate tan incómodo como recurrente: ¿qué hay detrás del éxito tan temprano de los deportistas chinos?
La escena es digna de un guion cinematográfico. Zidi Yu no participó en la final, pero sí en las eliminatorias matinales, lo que le da derecho a esa medalla que pesa mucho más que el bronce: pesa preguntas. ¿Es talento puro?
¿Una cuestión genética? ¿O es fruto de un sistema despiadado que busca campeones a cualquier precio?
En China se celebra; fuera, se observa con escepticismo y hasta con cierta inquietud.
Del parque acuático al estrellato global: los orígenes del fenómeno Yu
La historia oficial dice que Yu Zidi nació en Baoding (provincia de Hebei) el 16 de octubre de 2012. Su romance con la natación fue casi accidental: un verano caluroso, una visita a un parque acuático y un entrenador con buen ojo para detectar diamantes en bruto. Tras aquella anécdota casi inocente, comenzó su formación formal a los seis años. A los nueve ya era captada por el programa deportivo provincial y a los diez nadaba con adultos en competiciones regionales.
Su ascenso meteórico tiene cifras: oro nacional en los 200 mariposa (2:06.83), victoria en los 400 estilos (4:35.53) y plata en los 200 estilos (2:10.63), todas marcas A exigidas por World Aquatics para participar en campeonatos mundiales absolutos. Con sus registros actuales supera lo logrado por prodigios como Katie Ledecky o Summer McIntosh a su misma edad.
El lado oculto: entrenamiento extremo y dilemas éticos
Pero si algo fascina —y preocupa— al mundo es lo que ocurre fuera de las cámaras. En China, la detección precoz del talento es política de Estado. El sistema deportivo nacional recluta a niños muy jóvenes, muchos alejados de sus familias, para entrenar bajo regímenes casi militares. En el caso de Yu Zidi, se habla abiertamente de rutinas diarias que superan los 15 kilómetros nadados, uso frecuente de cámaras hipobáricas para simular altitud y jornadas marcadas por dobles sesiones extenuantes.
No faltan voces críticas que alertan sobre los riesgos físicos y psicológicos de exponer a niñas tan jóvenes a semejante presión. Los expertos biomecánicos destacan su técnica depurada —frecuencia alta, alineación corporal perfecta— pero también advierten que “más kilómetros no siempre es mejor” y que este tipo de desarrollo tan precoz puede tener costes ocultos.
En Occidente cuesta imaginar a una niña compitiendo contra adultas élite; incluso en Francia o España existen limitaciones estrictas por edad para proteger el desarrollo integral del deportista. Sin embargo, China defiende su modelo como exitoso e inapelable: “Mi edad es actualmente una ventaja”, reconoce la propia Yu con una madurez desconcertante para sus doce años.
Un bronce colectivo… y récord individual
El punto álgido llegó este jueves: Yu Zidi se cuelga el bronce como integrante del relevo largo femenino. Nadó la primera posta durante las preliminares (1:59.28), rebajando en dos segundos el récord mundial para nadadoras de 12 años. Aunque cedió su sitio a compañeras más veteranas para la final, la normativa le reconoce oficialmente la medalla.
En pruebas individuales ha rozado la gloria dos veces: cuarta en los 200 estilos (a solo seis centésimas del bronce) y cuarta también en los 200 mariposa (a treinta y una centésimas). Si esto sigue así —y todo indica que sí— pronto veremos a Yu Zidi enfrentándose sin complejos a las mejores del planeta.
Tabla comparativa – Marcas históricas por edad:
| Nadadora | Edad | Prueba | Tiempo | Evento |
|---|---|---|---|---|
| Zidi Yu | 12 | 200 estilos | 2:09.21 | Mundial Singapur 2025 |
| Summer McIntosh | 12 | 200 estilos | >2:10 | Pre-Mundial |
| Katie Ledecky | 15 | 800 libre | Oro Olímpico | Londres 2012 |
| Inge Sorensen | 12 | 200 braza | Bronce Olímpico | Berlín 1936 |
¿Prodigio o producto? El eterno debate
La pregunta queda flotando como una boya imposible de hundir. ¿Es Yu Zidi una futura leyenda o simplemente otro ejemplo del rigor extremo con el que China exprime sus talentos? Por ahora, ella disfruta. “Quiero experimentar lo que es una competición mundial”, declaraba ilusionada antes del campeonato.
El futuro inmediato pinta brillante para Yu… siempre que cuerpo y mente resistan. Las casas de apuestas ya especulan sobre sus opciones olímpicas para París o Los Ángeles; las cuotas la sitúan entre las favoritas si mantiene esta progresión.
Los aficionados, mientras tanto, alternan admiración con dudas razonables: ¿cuánto durará este fenómeno? ¿Hasta dónde puede llegar una atleta forjada bajo presión desde tan pequeña?
Curiosidades sobre Yu Zidi y la natación china
- Es la medallista mundial más joven desde Inge Sorensen en Berlín’36.
- Fue descubierta por casualidad durante una tarde calurosa en un parque acuático.
- Nació el mismo año que empezó la pandemia por COVID-19.
- Ha sido apodada “la niña imbatible” por varios medios chinos.
- Su club habitual entrena a nadadores hasta ocho horas diarias.
- Las autoridades chinas han creado una categoría específica para récords sub-13.
- No puede homologar marcas júnior… ¡porque aún no tiene edad suficiente!
- En China se considera habitual separar niños prodigio de sus familias para formarse lejos de casa.
- Los especialistas destacan su capacidad biomecánica superior pese a su corta edad.
- El debate sobre los límites éticos del deporte infantil está más vivo que nunca tras su irrupción.
