El peso de las hipotecas nuevas sobre el crédito total hipotecario se ha reducido desde el entorno del 30% que marcaba en 2005 hasta el 3% de los últimos años de la crisis, tras describir una «muy ligera» recuperación en 2014, según datos del Banco de España.
En concreto, el flujo de crédito nuevo con garantía hipotecaria para adquisición de vivienda alcanzó su máximo en 2006 y se ha reducido de forma continuada desde entonces hasta 2013, en el contexto de las dificultades por la que ha atravesado la economía española. Así pues, las hipotecas nuevas frenaron su disminución en 2013, si bien este cambio de tendencia no se ha trasladado al peso sobre el ‘stock’ de crédito total hipotecario. Este porcentaje sobre el total alcanzaba alrededor del 30% en 2002, 2003, 2004 y 2005. Un año más tarde, el peso de las nuevas hipotecas se redujo por debajo de este umbral por primera vez, para ya en 2007 precipitarse hasta cerca del 20%. No obstante, la mayor caída del porcentaje de crédito nuevo con garantía hipotecaria para adquisición de vivienda sobre el stock se produjo en 2008, cuando la crisis amenazaba con contagiarse desde Estados Unidos. La nueva hipoteca paso de representar algo más del 20% a casi el 10%. En 2010, el peso de las hipotecas nuevas sobre el stock hipotecario cayó por primera vez del 10%, mientras que al año siguiente se situó en el entorno del 5%. A partir de ahí encadenó sucesivos descensos hasta alcanzar el entorno del 3% en 2014. Los datos del organismo liderado por Luis María Linde, contenidos en el informe de Estabilidad Financiera de noviembre de este año, también arrojan que el ‘stock’ de crédito hipotecario también se ha reducido desde 2010, justo cuando las turbulencias de los mercados financieros empezaron a erosionar a la economía real.