Los lagos de Covadonga son uno de los grandes iconos naturales de España y una de las imágenes más reconocibles del norte peninsular. Cada año, miles de visitantes se acercan hasta este enclave del Parque Nacional de los Picos de Europa en busca de paisajes espectaculares, aire puro y una conexión directa con la naturaleza. Pero su atractivo no se limita a sus lagos ni a sus montañas.
A pocos kilómetros, una constelación de pequeños pueblos asturianos completa la experiencia. Localidades que combinan historia, tradición, gastronomía y una forma de vida cada vez más valorada.
Cangas de Onís, el centro neurálgico del oriente asturiano
Cangas de Onís es el principal núcleo urbano de la comarca y el auténtico epicentro turístico y de servicios del entorno de los Picos de Europa. Su emblemático puente romano sobre el río Sella es un símbolo histórico y una postal reconocible que resume el carácter del municipio.
La villa destaca por su amplia oferta de restauración, comercio y alojamientos, además de su cercanía a espacios naturales de alto valor. Este equilibrio entre vida local y actividad turística sostenida convierte a la localidad en atractiva para estancias prolongadas y como base residencial en una de las zonas más demandadas de Asturias.
Soto de Cangas, vivir cerca de Covadonga sin renunciar a la calma
A apenas unos minutos en coche de los lagos, Soto de Cangas ofrece una alternativa más tranquila y rural, sin perder conexión con los principales puntos de interés. Situado junto al río Güeña, este pequeño pueblo destaca por su verde entorno, su baja densidad y su ambiente relajado. Casas rurales, sidrerías tradicionales y paseos entre prados conforman un paisaje cotidiano que refuerza la sensación de desconexión y bienestar, uno de los grandes atractivos de Asturias.
Covadonga: historia, espiritualidad y paisaje protegido
Covadonga ocupa un lugar central en la historia y la identidad de Asturias. Su Santuario, formado por la Santa Cueva y la Basílica de estilo neorrománico, es uno de los principales destinos religiosos y culturales del norte de España, con un flujo constante de visitantes durante todo el año.
Ubicada en pleno parque nacional, el municipio representa un modelo donde el valor patrimonial y el respeto al entorno natural son prioritarios. El paisaje de bosques y montañas que rodea la parroquia refuerza su carácter solemne y contemplativo, convirtiéndola en un lugar donde el turismo convive con la conservación y el simbolismo histórico.
Arriondas: dinamismo y proyección internacional junto al Sella
A orillas del río Sella, Arriondas es sinónimo de actividad, deporte y vida social. Su fama internacional está ligada al Descenso Internacional del Sella, un evento que cada verano atrae a miles de personas y sitúa al municipio en el foco mediático.
Más allá de esta cita, es un pueblo vivo durante todo el año, con terrazas, comercio local y una gastronomía muy ligada al producto del río y de la montaña. Su carácter dinámico y su buena conexión con otros puntos del oriente asturiano lo convierten en una de las localidades más completas del entorno.
Intriago, el refugio rural para desconectar del ruido
En el extremo más tranquilo del mapa aparece Intriago, un pequeño núcleo rural que conserva la Asturias más auténtica y silenciosa. Rodeado de prados, bosques y caminos tradicionales, es un destino ideal para quienes buscan alejarse del turismo masivo y conectar con el territorio.
La Ermita de Santa Ana, de origen románico, es uno de sus principales elementos patrimoniales, integrada en un entorno de gran serenidad. Las rutas de senderismo que atraviesan la zona refuerzan el atractivo de Intriago como lugar para el descanso, el turismo de naturaleza y una forma de vida ligada al paisaje.

