El 24 de febrero fallecía a los 57 años víctima de un cáncer Laura Boyer, hija del que fuera exministro de Economía y Hacienda y marido de Isabel Preysler, Miguel Boyer. Siete días después de su muerte, el 1 de marzo de 2023, la revista Semana recupera la última entrevista que concedió Laura quince días antes de morir.
En su entrevista Laura repasaba su mala relación con la que fue la segunda mujer de su padre, Isabel Preysler. «He tenido relación con Isabel, pero con muchísima hipocresía», aseguraba Laura. Nunca hubo conexión entre la segunda esposa de su padre y ella. Cuando en 1985, Miguel Boyer hizo público que abandonada el gobierno de Felipe González y que dejaba a su mujer Elena Arnedo por la socialité filipina, Laura, con 19 años, se vio expuesta a los medios de comunicación y durante años tuvo una tensa relación con su padre.
Sobre Isabel se manifiesta clara en esta última entrevista:
«En mi opinión, ella no le cuidó nada [a su padre], puso gente para hacerlo. No soy rencorosa, pero tampoco soy quien debe perdonar a Isabel. He llegado a comprenderla».
En febrero de 2012 el político socialista sufrió un ictus y dos años después fallecía. Si la relación hasta entonces había sido nula, a partir de ahí se se desató una guerra por la herencia del exministro del PSOE. El reparto de la herencia de su padre significó el punto final de una relación que se fue deteriorando a lo largo de los años. «Renuncié a ella, solo me pedían dinero», asegura Laura en Semana.
Guerra por la herencia
Cuando Christian Boyer, nombrado por su hermano albacea partidor de su herencia, hizo las cuentas de lo que le correspondía a la viuda y a los tres hijos, las diferencias entre Isabel Preysler y Ana por una parte, y Laura y Miguel por otra, se hicieron insalvables. Miguel y Laura Boyer consideraron que merecían algo más que unos cuantos libros de la biblioteca de su padre y dos automóviles usados con muchos kilómetros a cuestas. Y por su parte, parece que Isabel Preysler había pagado y adelantado gastos muy costosos de la recuperación de su marido, que había que descontar de la escasa liquidez que dejaba Miguel Boyer en sus cuentas corrientes después de más de dos años incapacitado para trabajar.
En ese momento la relación tanto con Isabel Preysler como con Ana Boyer terminó del todo. «Al principio Isabel Preysler era mi enemiga. Cuando murió mi padre pasé a odiarla», asegura sobre la viuda de su padre a la que calificaba como de «persona hiperposesiva».
La relación con su hermana Ana era inexistente. La mujer de Fernando Verdasco no abandonó su residencia en Doha para acudir al entierre de Laura. Por su parte ella no fue invitada a la boda de Ana y el tenista ni a ningún evento familiar. Una frialdad que quedó más que patente en el entierro de Miguel Boyer. Allí se pudo ver que quien consolaba a Laura era Tamara Falcó que estuvo especialmente cariñosa con ella. «Chabeli, Tamara y Enrique me caen fenomenal. Con Julios José tuve menos trato», aseguraba Laura.

