Un fraude piramidal sacude la Costa del Sol

Las claves de la ‘estafa masiva’ de Paco ‘el Bueno’: el agente de seguros que engañó a 200 de vecinos y amasó 300 millones de euros

Francisco Gutiérrez, conocido como Paco 'el Bueno', está en prisión tras engañar como chinos a vecinos de Vélez-Málaga y otras ciudades

Paco 'el bueno'
Paco 'el bueno'. PD

Un listo.

Y con una labia de las que adormecen.

En Vélez-Málaga, pocos sospechaban que Francisco Gutiérrez Ortega, apodado Paco ‘el Bueno’, es -a todas luces- el protagonista de una de las mayores estafas financieras recientes en España.

Durante más de quince años, este agente de seguros y gestor local tejió una red de confianza entre vecinos, empresarios y conocidos.

A través de su gestoría familiar y un pequeño bar, fue labrándose la imagen de inversor fiable, capaz de multiplicar el dinero de quien le confiase sus ahorros.

La arquitectura delictiva ideada por Paco se basaba en el clásico esquema piramidal. Su estrategia incluía:

  • Prometer rentabilidades muy superiores a las bancarias.
  • Adaptar cada propuesta al perfil del cliente: fondos de inversión para pequeños ahorradores, proyectos inmobiliarios para empresarios.
  • Pedir siempre grandes sumas en efectivo para evitar rastros bancarios.
  • Mostrar documentos falsificados con supuestos beneficios obtenidos en poco tiempo.
  • Utilizar parte del dinero recibido para pagar dividendos ficticios a antiguos clientes y así mantener la apariencia de solvencia.

Esta combinación hizo que muchos no solo confiaran en él sino que recomendaran sus servicios a familiares y amigos. Incluso logró captar los ahorros del ganador de un premio importante de Lotería o, según los relatos, llegar a estafar hasta a su propia tía.

Víctimas: perfiles variados y una comunidad devastada

Entre los afectados se encuentran:

  • Pequeños empresarios locales.
  • Policías y guardias civiles.
  • Jóvenes con ahorros recientes.
  • Jubilados que buscaban rentabilizar su pensión.
  • Vecinos que heredaron dinero o vendieron propiedades.

El caso más llamativo es el de un vecino llamado Kiko, quien entregó hasta 58.000 euros en diferentes fases con la esperanza de obtener grandes beneficios. Otro afectado denunció haber perdido 220.000 euros en tres productos inexistentes, incluyendo la compra fantasma de un piso en Granada. Los relatos coinciden: cuando intentaban recuperar su dinero, Paco ponía excusas o directamente desaparecía.

El alcance económico del fraude

Las cifras bailan entre los cinco millones y los 300 millones de euros. Las estimaciones más prudentes, según la Policía Nacional y los denunciantes organizados, apuntan a más de 100 millones desaparecidos. El número oficial de víctimas ronda las 80 denuncias formales, pero se calcula que podrían ser más de 200 las personas implicadas si se consideran los casos aún no comunicados por miedo o vergüenza.

Tabla: Estimación del impacto económico

FuenteMínimo (€)Máximo (€)Nº víctimas
Policía / Denunciantes5.000.000300.000.000>200
Denuncias oficiales5.000.00080

La caída: denuncias, fuga y detención

A mediados de julio, tras las primeras denuncias públicas y ante la presión creciente, Paco ‘el Bueno’ desapareció junto a su esposa ucraniana Tetiana —también agente de seguros— rumbo a Logroño. Allí fueron localizados y detenidos por la Policía Nacional. La investigación sigue abierta para determinar el paradero del dinero y si existen ramificaciones internacionales.

La pareja había dejado tras sí una comunidad rota: negocios arruinados, familias enfrentadas por préstamos cruzados e incluso amistades destruidas al descubrirse el engaño colectivo.

El ambiente social: silencio, rumores y vergüenza

En Vélez-Málaga, “invertir con Paco” se había convertido casi en una norma social. Los rumores sobre su habilidad para hacer crecer el dinero eran constantes; quien no confiaba en él era visto como desconfiado o ajeno al círculo local. Los negocios se cerraban incluso en su bar o cafetería habitual, muchas veces “a escondidas” o fuera del horario comercial para evitar miradas indiscretas.

Cuando surgieron las primeras dudas —algunos clientes dejaron de recibir sus supuestos dividendos— comenzaron las preguntas incómodas. El miedo al escarnio público hizo que muchos afectados retrasaran su denuncia.

Claves psicológicas y sociales del engaño

El éxito del fraude no solo radica en la codicia o ingenuidad ajena. Factores clave:

  • Carisma personal y trato cercano con cada cliente.
  • Uso estratégico del boca a boca local.
  • Apariencia modesta e integración plena en la vida cotidiana del pueblo.
  • Promesas adaptadas al perfil emocional y económico de cada víctima.
  • Entrega sistemática del dinero “en mano”, lo que reforzaba el vínculo personal pero dificultaba cualquier reclamación posterior.

Actualmente Francisco Gutiérrez permanece en prisión preventiva mientras avanzan las pesquisas judiciales sobre el alcance patrimonial real del fraude.

Su caso ha motivado cambios internos tanto en aseguradoras como en asociaciones profesionales vinculadas al sector financiero local.

Las víctimas reclaman ahora justicia pero también apoyo psicológico y social para afrontar la pérdida súbita de sus ahorros vitales.

 

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